Extra VIII

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Bueno hasta acá llegó la historia, espero les alla gustado, gracias por leer :).

Esta capítulo si lo considero largo...

—¿Las estás mirando, Vero?—la castaña reclamaba a su amiga, las dos entrenando en el campo de fútbol—. ¡Verónica! La latina dejó de estirar para darle la atención a su mejor amiga.

—¿No ves que estoy ocupada, aquí?—señaló la posición en la cual se encontraba, con la pierna estirada hasta arriba al igual que un gato. (Ya quisiera yo hacer eso)

Camila apretó los labios, señalando a las gradas, nada feliz por la falta de interés.

—¡Lo mío es más importante!—rectificó, clavando sus ojos en el pequeño grupito de tercer año—. ¡Sólo míralas, parecen buitres!

Verónica decidió obedecer a su amiga, para que dejara elberrinche. Llevaba una hora soportando las quejas interminables de la castaña sobre las niñitas en las gradas que rondaban a su novia. (Celosa se nace)

Si, eso. Camila y Lauren llevaban un tiempo de novias, prácticamente meses. Ahora las dos cursaban su último año en la secundaria, habían iniciado clases tan solo hace unas dos semanas. La castaña se sentía nostálgica al pensar que este año se graduarían. Pero, Lauren. Era una novia creativa, cariñosa, atenta, inteligente, hermosa, perfecta, con ojos más profundos que... (Ya, ya, creo que entendimos) Camila podía durar horas enumerando cada virtud que amaba de la ojiverde. Y era sexy, no mal interpreten. Camila siempre la había considerado atractiva, pero últimamente las personas comenzaban a notarlo también, exageradamente.

La castaña maldecía el día en que no detuvo a su novia, cuando Lauren quiso iniciar una clase de Pilates en el gimnasio cercano a su casa, se arrepiente. Antes, apoyó la idea por el simple hecho de que para ella todo lo que hacía Lauren le salía bien y además, así podría ver su abdomen aún más marcado. (Golosa)

Ahora, sabe que fue un error. Ya que la ojiverde había adquirido un cuerpo atlético muy provocativo, sonreía y sus ojos brillaban todo el tiempo. Camila sabía tanta alegría de su novia era por ella (Que modesta) pero hacía parecer a Lauren más atractiva de lo estrictamente prohibido y eso no le agradaba ni un poco.

No por ella, claro que no. Camila seguía enamorada hasta la médula de esa chica de ojos esmeraldas. Era por las chicas, chicos (perros okno) y más chicas, por todas partes. ¡Se multiplicaban como conejos!

Acosaban a la pobre Lauren de arriba para abajo, sin importarles si quiera o parecer tener consciencia de que la ojiverde tenía una novia muy celosa y que en cualquier momento podrían sufrir una muerte "accidental".

(Camila y su Mafia)

Ósea ¿Desde cuándo asistían tantas chicas gays a su instituto? (En el mío no, es injusto) ¿Era posible o sólo se les caía la tanga por Lauren?

¡Qué rabia! Camila no se preocupaba tanto por Lauren (aún), la ojiverde respiraba y sonreía por ella solamente, obvio. Aun así, no podía evitar sentir la sangre hervirle en las venas y los impulsos homicidas acudir a ella, al verla cerca de chicas que obviamente querían llevársela a la cama.

(Es Lauren Jauregui, todas quieren tenerla allí)

Nuevamente en Verónica. La latina entrecerró los ojos, ubicando al grupo de la ojiverde en las gradas más cercanas. Lauren reía con Lucy (Verónica sonrió como idiota al verla) mientras que un grupo de... cinco chicas, contó, intentaban charlar con la ojiverde. Camila esperaba, con las manos en la cadera, sin importarle un poco el estiramiento. Primero su novia, antes que todo.

—¿Ves? ¿Verdad que son unas zorras? —fulminó con sus ojos chocolates a las chicas, considerando terminar temprano el entrenamiento y darle una severa charla de protección contra acosadoras a Lauren.

rivales | camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora