Extra VII

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El capítulo está un poco largó jsjs

—¿Llevas dinero para el almuerzo?—preguntó Sinu, por quinta vez. Camila rodó los ojos, divertida por la preocupación de su madre.

—Si, mamá. Descuida, tengo prisa, voy tarde—recordó al ver la hora en su móvil.

Faltaban veinte minutos para entrar a clases, si quería llegar a tiempo y llevar a Verónica, todo a la vez. Era mejor apurarse.

—¿Kaki?—preguntó la pequeña Sofía, desayunaba junto a su padre mientras sonreía a su hermana —. ¿Cuándo viene Nuggets? Lleva mucho tiempo sin jugar conmigo—hizo puchero.

Camila frunció los labios, divertida, colgándose la cartera del hombro y comiendo una galleta del tarro sobre el refrigerador. Ella comía las veinticuatro horas del día, no se cansaba.

(¿Cómo carajo sigue tan flaca?)

—La has visto hace dos días, cuando llegó de sorpresa con Vero— apuntó, sonriendo aún por el agradable recuerdo de aquella tarde.

Ver a Lauren con su hermana menor era de sus actividades favoritas, le parecían súper tiernas. Incluso, el fondo de pantalla de su móvil era una foto de Lauren y Sofia posando, la ojiverde hacia una mueca graciosa mientras la niña le daba un beso en la mejilla. Si en algún momento del día sentía la necesidad de ver a sus dos personas preferidas, solo bastaba con desbloquear el aparato y allí estaban ¡Era perfecto!
(Yo quiero y necesito que exista esa foto)

—Eh, no. Ya van... Mmm—la niña dejó de comer para contar con los dedos, como le enseñaron en la escuela—. Van ochenta y dos horas, desde que no veo a Nuggets—las matemáticas no eran su fuerte.

—Son cuarenta y ocho horas, enana—la corrigió.

—Como sea—la niña rodó los ojos, Camila le daba la razón a su ojiverde, a veces Sofía se parecía tanto a ella que daba miedo —. El punto, es que no la veo hace muchísimas horas, seguro ella me extraña—dijo completamente segura.

¿Lo peor de todo? Camila sabía que su hermana tenía razón, Lauren vivía preguntando por la pequeña niña y jugando con ella, cada vez que podía.

—Bah, no creo—bromeó, le mostró la lengua a una Sofía con el ceño fruncido—. Me extraña más a mí—aseguró.

—¡Mentira! Tú eres fea, yo soy linda, claro que me extraña más a mí— movió la mano, como si Camila fuera inferior. (Sofía Rules, chiks)

Sinu observaba a sus dos hijas, sonriendo, mientras colocaba más sándwiches en el plato de su esposo. Se dieron una mirada dulce, al parecer hoy alguien no dormiría en el sofá.

(¡Bien por ti, Alejandro!)

—¿Fea?¿Yo?—Camila colocó una mano en su pecho, riendo con gracia

—. Soy increíble, tus celos me dan ternura—apretó las mejillas de su hermanita, esta se revolvió lejos de sus manos.

—¡No estoy celosa!—comprobado científicamente, estas dos son hermanas y nadie puede negarlo.

—Por favor, todos piensan así—estaba bromeando, su hermanita indignada era un acto digno de ver. Fue por la cocina, hablándole, mágicamente una manzana estaba en sus manos y le daba un mordisco—. Hasta Lauren, ella piensa que soy hermosa—sonrío como tonta, recordando que la ojiverde se encargaba de remarcarle lo perfecta que era, cada vez que tenía oportunidad.

(Si buscas perfección en el diccionario, sale una foto de Camila Cabello)
Alejandro quiso hacer un comentario de padre celoso, bastó una mirada fulminante de Sinu, para hacerlo callar. Suficientes experiencias traumáticas con una Cabello enojada, para el resto del año. (Además, el sofá no es cómodo)

rivales | camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora