71.- Entrenador Slash

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Slash

Estar con Skarleth...es divertido. Pero creo que esto ya se me salió de las manos.

Al principio, todo esto lo veía como un juego, ella solo era mi pequeña presa, mi momento de diversión.

Estoy conciente de su edad, en algún momento llegará un chico estúpido y robara si atención, se enamorara y probablemente a mí me diga adiós.

Me despierto por las mañanas pensando en ella y ella es mi último pensamiento antes de dormir. ¿El problema? Soy casado, es duro llegar de un largo día de trabajo donde acabe follandome a mi pequeña presa en el auto y después simplemente estar en casa, con mi esposa pidiendo sexo y yo esté totalmente vacío, termino diciéndole que tuve un mal día, no soy tan imbécil para tocarla, no después de aún tener rastros de Skarleth en mi cuerpo.

Está mañana simplemente me levanté y observé por un momento a mi esposa, pobre, no merece un idiota como yo. Tomé mi celular y llame a Myles, le dije que me tomaría el día y me sermoneo con poner mi cabeza en orden.

Bajé a la cocina y le prepare el desayuno a mi esposa. Por un momento recordé las razones por las que me casé con ella. Cómo dije, Skarleth en cualquier momento se olvidara de mi, yo debía hacer algo por mi vida personal.

Una vez hecho el desayuno, subí con la bandeja de plata a la habitación, mi esposa seguía dormida. Deje la charola a un lado y subí a la cama de forma cuidadosa, destape su cuerpo y note que se había puesto algo provocativo para dormir, diablos, si soy una mierda de hombre.

Empeze a besar su hombro, estaba recostada de lado, la moví un poco para recostarla boca arriba, bajé lentamente su diminuto short hasta quitárselo, se movía un poco pero no despertaba. Comencé a darle placer con mi lengua, enseguida despertó y empezó a gemir, la vi sonreír un poco mientras disfrutaba, así que era momento de darle lo que tanto esperaba por las noches de mi. Le hice el amor como un loco, ella tampoco dudo en enloquecerse y dejar marcas en mi, arañaba mi cuerpo y dejaba chupetones en todos lados, no paraba de decirme "Te Amo" "Te extrañé" eso me enternecio aún más.

Después de dejarla desquitar ese libido que tanto guardó para mí, desayunamos juntos y charlamos un poco sobre cosas tontas y planes que teníamos pendientes.

No negare que me gustó estar con ella, aún eran las 9 AM y ella debía ir a trabajar, así que la deje arreglarse mientras yo lavaba los trastos, partió al trabajo con una gran sonrisa, se veía radiante.

Llame a Myles y le dije que si me presentaría a trabajar, solo llegaría un poco tarde. Me tomé el tiempo de vestirme, dejar la cama tendida, la ropa sucia en su lugar, son cosas que regularmente no hago por irme a prisa a la preparatoria.

Después de hacer algunos quehaceres, tomé mis llaves y mi celular, tenía varias llamas perdidas de Skarleth, ignore eso un momento y maneje de lo más tranquilo a NorthRich.

Pensaba y pensaba, ya no estoy en edad de comportarme como un adolescente, me casé y tengo una mujer increíble, me va bien en el trabajo, tengo todo lo que siempre quise, ¿porque arruinarlo?

Si, todo eso estuve pensando, hasta que llegue a la preparatoria, camine por el pasillo y fui directo a ver a Myles, entre a la dirección y me senté en las sillas de enfrente del escritorio de Myles, soltando un gran suspiro.

-¿Todo bien?.- alzo su ceja con una sonrisa burlona

-Si, eso creo.- respondí

-¿Como te fué?.- pregunto dejando a un lado lo que estaba haciendo

-Bien, yo, solo...hice lo que me corresponde como esposo.- sonreí sacandois cigarros de mi chaqueta

-¿Entonces vas a divorciarte o no?.- pregunto atento

-No, estoy bien así. Creo que me estoy tomando todo esto de la tradición tan en serio, es estupido, tratare de recuperar eso que me hizo tomar la nefasta decisión de casarme.- rei exhalando humo

-Pues me alegró, al menos ya debes sentar cabeza. Skarleth es una adolescente, pronto eso terminara.- dijo mientras escribía algo en su laptop

-¿No haz resuelto nada con Lily?.- pregunté al notar su seriedad

-No,es mejor así. Yo simplemente debo dejarme de estupideces y solo hacer mi trabajo.- respondió con media sonrisa

-Myles, trabajas 24/7, deberías hacer algo por tu vida perdonal. Desde que te divorciaste de Angelina te volviste adicto al trabajo, necesitas dejar un poco tu trabajo y buscar alguna mujer que te enamore enserio.- dije hojeando un libro que había tomado de su escritorio.

-Eso no es para mí, ya me resigne.- respondió como si le asqueara la idea.

-Hablas como si te sintieras tan ansiano, solo tienes 32, Myles. Estás a tiempo de volver a casarte, tener hijos, ya sabes...una familia.- rode los ojos ante la idea

-Dejemos el tema para después, debe ir a entrenamiento, ya es hora.- miró si reloj evadiendo el tema

-Bien, como digas.-

Me levanté y salí de la dirección rumbo a la cancha, afuera del gimnasio. Mi mente estaba distraída por el tema de Myles mientras caminaba cerca de las gradas y sentí unas manos tapar mis ojos.

-Hola, hermoso.-

Oh no.

-Skar...- rapido se puso frente a mi con su tierna sonrisa y sus ojos brillantes.

-¿Skar? Tú nunca me llama así.- frunció el ceño confundida

-Perdon, no esperaba encontrarte por aquí.- dije nervioso

-Siempre nos vemos aquí.- cruzó sus brazos alzando su ceja

-¿No deberías estar entrenando?.- trate de cambiar el tema

-Si, pero me preocupe porque no llegab...- detuvo su respuesta y su mirada se torno extraña, mirando algún lado de mi cuerpo.

-¿Sucede algo?.-

-¿Que significa eso?.- apunto a mi cuello

-¿Que cosa?.- respondí fingiendo no saber de qué hablaba

-¡Eso! ¿Quien te hizo eso?.- tocó mi cuello, sabía que se refería a las marcas.

No supe que responder, abrí la boca pero mis palabras no salían.

-¿Estuviste con ella?.- pregunto con sus ojos llenandose de lágrimas

-Skar...- trate de tomar su mano pero dió un paso atrás

-No me toques.- su voz se quebró -Dijiste que te divorciarias.

-Yo nunca dije eso, te dije que quizá eso llegaría a pasar, jamás te prometí tal cosa.- respondí serio

-¿Entonces que mierda soy yo para ti? ¿Tu amante?.- las lágrimas empezaban a brotar

-Linda, escucha, lo que hay entre nosotros es genial, la paso bien contigo, me encantas de verdad, pero tú sabías que yo tenía una vida fuera del colegio, jamás te negué que era casado, jamás te prometí un divorcio.-

-No, solo soy tu pasatiempo, la zorrita que te quita las ganas cuando ella no lo hace.- dijo para empujarme y salir corriendo

¡Diablos! ¿Porque siempre lo hacen tan difícil?

🔥ATTITUDE TEACHER🔥(En Restauración)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora