Hola, soy yo de nuevo. Volví arrastrándome como si de un animal herido me tratase, aunque supongo que se podría decir que lo estoy. Perdón por volver a molestarte con el veneno de mi conciencia querida historia, pero una vez más te necesito.
Ya había concluido esto, ya estaba bien. ¿Entonces por qué regreso? Creo que ni yo lo entiendo. Estoy cansada y esta vez no se el motivo, solo se que lo estoy. Las dudas encerradas en aquel baúl lograron escapar, juro que le puse un candado pero parece ser que no fue lo suficientemente fuerte.
¿Tengo miedo?
No lo se.
A cada paso que doy me lleno de miedo, cosas que ya había aprendido las estoy olvidando. No se que hacer. ¿Me podrías aconsejar como en aquellos días?
Se los ruego amadas letras, no me dejen. ¿De qué otra forma me limpiaría? Hay mucho, puedo sentir mis sangre tornándose negra día a día. ¿Siempre fue así? Recuerdo esos días, recuerdo tu nacimiento y más importante, recuerdo el por qué. Eres nacida de la parte más podrida de mi. Juro que a veces me gustaría haberte dotado de más belleza. ¿Pero acaso hay algo de belleza en el dolor sin que caiga en el morbo?
Lo siento, de corazón, pero permiteme ser egoísta una vez más.
Te lo ruego.
