Entra en una habitación completamente oscura. Mira hacia atrás y la puerta ya no está. "¿Entonces cómo entré aquí?" se preguntó, "Seguro es un sueño" ese pensamiento la tranquilizó. De repente, en el centro del cuarto, apareció una silla con una muñeca. Podía verla claramente aun cuando no había un foco o alguna otra fuente de luz. Se acercó a ella, la levantó y comenzó a examinarla. Era idéntica a ella, hasta tenía todos sus lunares. Al principio le llamó la atención su sonrisa pero en cuanto alzó la vista notó sus ojos, estaban vacíos, inexpresivos, muertos. Sintió un escalofrío y se repitió que era un sueño hasta calmarse. "Ni siquiera entiendo porque me altere es una simple muñeca". Comenzó a moverla, le torcía los brazos, el cuello, las piernas y también la estrellaba contra el suelo. Pero hiciese lo que le hiciese sus ojos no cambiaban ni su sonrisa. Escucho un sonido, como de un interruptor y al girar su cabeza vio una mesa con una caja. Al abrir la primera habían muñecas exactamente iguales a sus amigas y una de ellas tenía un botón, en cuanto lo presiono la muñeca empezó a reír y las demás la siguieron. ¡Hasta su muñeca río! Emocionada volteó a verla con la ilusión de que sus ojos hubiesen cambiado, pero seguían muertos. Esto la comenzaba a enojar. El sonido de una puerta abriéndose hizo que se girara rápidamente, se asomó al otro cuarto y solo había en el centro un bote de basura con un cartel que decía: "TIRA LA VIEJA, ESCOGE UNA NUEVA" y una mesa con una caja llena de muñecas idénticas a ella pero con diferentes expresiones y diferentes habilidades. Algunas sonreían, otras lloraban, a otras las podías hacer cantar solo con jalar un hilo, otras contaban chistes con tan solo presionar un botón, pero sus ojos nunca cambiaban. "¡Es inútil! ¡Todas son iguales!" Volteo a ver a la que tenía en la mano. "Por lo menos hacen más cosas que sonreír" Cuando terminó de decir esto la tiró al bote...y despertó.
"Maldita mañana. ¿Por qué tienes que llegar?" Me levanté de la cama dispuesta a empezar mi día, no le dí importancia al fin y al cabo es un simple sueño, apuesto a que para medio día lo habría olvidado por completo. Caminé hacía el baño para bañarme y al mirarme en el espejo no pude evitar una mueca de asco. "Como odio estos ojos".
