(Bakugou y Tu) Te Adoro Katsuki!!!!

Cap29

Narro yo :D :

_______: Jsjsjs, te atreves a irrumpir en la habitación de una chica indefensa en mitad de la noche, pero no besarla? Vaya vaya. Jeje -dijo la rayis con una sonrisa traviesa a juego de su mirada pervertida dirigida directamente a los labios de chico.

Sin aguantar más con un ágil movimiento cambió de posiciones dejando al rubio ceniza debajo atado con las manos sobre la cabeza con una cadena de huesos que había creado instintivamente. Sonrió divertida maliciosamente al ver su expresión de arrepentimiento por haber venido, humillacion y cabreo infernal acompañado de un gran sonrojo y humo saliendo por las orejas.

Sin pedir permiso ni nada invadió la boca del chico abriéndose paso mordiéndole sutilmente el labio para luego empezar a jugar con su lengua, era una Omega en celo en toda regla.

Por otra parte el cenizo no tuvo tiempo de quejarse ni nada. Se vió obligado a ceder al juego de la peli-_____, aunque tenía la posibilidad clavarle una patada en el estómago para liberarse, pero no lo hizo.

Aunque lo negara, deseaba que _______ siguiera con su acción, sin embargo su característico orgullo le remarcaba su molesta impotencia en la situación. Y le molestaba y mucho demasiado. Hay que decir que a ______ le encantaba esa actitud tsundere de su musulmán explosivo.

Se separaron por la falta de aire unidos nada más por un fino hilo de saliva. Ahí nuestro querido Katsuki tuvo la oportunidad de quejarse.

Katsuki: maldita idiota pervertida!! Estabas despierta todo este tiempo maldita rata!!! - decía moviéndose como loco intentando liberarse de las cadenitas de huesos sin éxito alguno.

______: Jejeje, estás completamente indefenso, que suerte tengo.

Bajo a la tentadora zona de su cuello lentamente dejando tiernos besos y ahí sin avisar, clavó sus pequeños pero sorprendentemente afilados dientes en la perfecta piel del chico causando que este le largara insultos en voz baja, y _____ río divertida ante tal acción sin distanciarse ni un milímetro de su cuello para volver a morderlo. Está vez notó como esa suave piel aumentaba su temperatura con cada mordida.

Katsuki: Ya! A-alejate perra no me mu-muerda- Auch! Maldición.

______: Por que te quejas? sabes que te gusta lo que hago jeje.- le susurró al oído de una forma seductora que terminó de prenderlo. La chica se dedicó a mordisquear su oreja suavemente. Mientras el cenizo empezaba a temer por el bulto que crecía poco a poco en su parte baja y que sea descubierto.
Sin embargo atado y con una chica en celo encima suyo besuquendolo y mordisqueandolo todo eso sería inevitable.

_______ volvió a entrelazar sus lenguas apacionadamente está vez Katsuki colaboró con el beso lo que prendió más a la chica. Y empezaron una guerra de poder para ver quién dominaría el beso.

________: Jeje ahora sí estás atrevido.

Katsuki: Cállate perra, es tu maldita culpa!

El de mirada carmín había dejado de lado la conciencia que ocultaba su lujurioso deseo. Y tomó el completo control del juego de lenguas. La chica lo liberó haciendo que las cadenas desaparecieran para ver qué haría, estaba curiosa. Entonces el musulmán haciendo una pequeña pausa por la falta de aire se incorporó sentándose y tomando a ______ de los muslos sentadola sobre él, rodeando con sus brazos su pequeña cintura pegándole más a él - así es como había contacto entre el su "amiguito" y la intimidad de ella- antes que nada le plantó una mirada con ceño fruncido y puchero haciendole saber a la chica que no había vuelta atrás y que debía terminar lo que había empezado. Ella entendió el mensaje al sentir el miembro erecto rozando su intimidad.

_______: Pfffft!! Jajajajaja, está duro y caliente, eso fue rápido. Jeje

Katsuki: KUROSEEE es tu culpa maldita idiota! Tsk. - Le gritó undiendo la cabeza y su rostro rojo tómate en los blanditos pechos de una _______ a la que esa acción la tomó por sorpresa. Sonrió, pues le dió muchísima ternura el como a la vez la abrazaba firmemente. Estaba duro y caliente y esto es lo único que era capaz de hacer, confirmo que definitivamente nunca en su vida había hecho nada parecido ni ido más lejos que como estaban ahora. Tiernamente entrelazó los dedos de una mano con esa reboltosa cabellera rubia.