Hate and Love | Geraskier

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! Este fanfic está clasificado como Contenido Adulto por el alto contenido de homofobia, intento de asesinato y asesinato explícito. Si crees que alguno de estos puntos pueden dañar tu estado emocional, elije no arriesgarte, tu salud vale más que una historia.

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Geralt y Jaskier estaban saliendo; llevaban dos años juntos y el brujo aún no lo procesaba por completo.

Y es que había besado y tenido sexo innumerables veces durante su vida, pero compartir la cama noche tras noche con la misma persona, descubrir la posición favorita de Jaskier al dormir o intercambiar un beso sólo porque sí... No, todo ésto era demasiado nuevo para él y no entendía cómo Jaskier podía tomárselo con tanta normalidad, sonriéndole con el mismo cariño cada vez que lo veía mientras que él luchaba por asimilar que podía amar tanto a una persona y ser amado de vuelta con la misma intensidad.

Dos años juntos, y su lento corazón aún se aceleraba cuando Jaskier decidía dejar de tocar su laúd para tomar su mano mientras caminaban por el bosque, aún se le escapaba una sonrisa cada vez que Jaskier se acercaba a dejar un beso en sus labios o su mejilla y aún se sentía abrumado mientras acariciaba el cuerpo desnudo y dormido de Jaskier a su lado, desesperado por sentirlo más cerca aún cuando sus piernas estaban enredadas y se abrazaban el uno al otro bajo las mantas.

Más de dos décadas juntos, y aún estaba malditamente aterrado por la sola idea de perderlo.

—Geralt, ¿estás bien?

—Hm —asintió saliendo de sus pensamientos. El ojiazul lo miraba sabiendo que mentía, así que suspiró y decidió que no tenía de otra más que hablar—: Estamos cerca del pueblo.

—Puedo verlo, querido —se burló el castaño, pero reconoció la preocupación en su voz e hizo una mueca con incomodidad. Miró sus manos entrelazadas y se detuvo para alzarlas entre ambos, obteniendo una mirada confundida como respuesta.

—Últimamente estamos siendo descuidados —comenzó, buscando las palabras apropiadas para explicarlo y alerta a cualquier pequeña reacción de Jaskier—. Habíamos acordado no tomarnos de la mano tan cerca de la población.

Jaskier alzó las cejas, pero se apresuró a fingir una sonrisa y el corazón de Geralt se apretó dolorosamente al verla.

—Lo sé, pero supuse que estaríamos bien con tus maravillosos sentidos —bromeó encogiéndose de hombros, pero soltó su mano de todos modos. Geralt sintió la ausencia de contacto como un puñal retirándose lentamente de su pecho.

—Es sólo... no quiero arriesgarme —titubeó—. Eres tú quien se queda ahí mientras voy a cazar, me tranquilizaría pensar que estás a salvo —explicó, buscando la mirada azul y aliviándose cuando Jaskier lo observó de vuelta, esta vez con una sonrisa sincera.

El bardo tomó su mano nuevamente y lo llevó hasta el costado del camino, detrás de un árbol, sólo para alzar su cabeza y besar con cariño sus labios.

—Está bien, seré más cuidadoso —prometió, y Geralt se sintió mal por obligarlo a esconder sus demostraciones de amor, pero se recordó que la seguridad de Jaskier estaba primero; luego tendrían toda la noche a solas para abrazarse y besarse con libertad.

—Gracias —murmuró, dándole otro beso antes de sonreírle y volver para tomar las riendas de Roach, Jaskier sonriendo a su lado y comenzando a afinar su laúd.

Sus músculos se relajaron por fin, disfrutando de que esa pequeña charla hubiera salido bien y Jaskier estuviera cantando a su lado con toda normalidad, pero aún había una pequeña espina enganchada en su pecho, ejerciendo presión e incomodándolo un poco. Podía ignorarla y, aun así, le molestaba de todos modos.

Siempre trataba de no pensar en ella, porque nunca se iría de allí y no había nada que él pudiera hacer al respecto, pero maldición, a veces no podía evitarlo.

No era justo, podía soportar ser odiado por ser un brujo, pero ¿ser odiado por amar? Eso era estúpido, y lo detestaba aún más porque Jaskier entraba en esa categoría.

Un hombre que ama a otro hombre. Algo tan inofensivo pero visto con tanta repulsión, que si los demás se enteraran podrían reaccionar violentamente, al punto de que la única persona que le daba luz a su vida podía estar mortalmente en peligro.

Geralt no lograba comprenderlo. Jaskier se había arriesgado cuando se metía con mujeres casadas, y bien, él tuvo que salvarlo aun cuando ambos sabían que merecía la rabia que le dirigían, pero no ahora. ¿Por amar a un brujo? Tal vez. ¿Por amar a un hombre? Eso, eso absolutamente era ridículo.

Suspiró, dándose cuenta de que se había tensado nuevamente. Él se acostumbró a ser odiado, y estaba bien, el amor de Jaskier era suficiente para compensar cada piedra que le era arrojada, pero Jaskier no merecía el odio, él era un humano como todos esos imbéciles, era alegre, gentil y hacía feliz a muchos con su música.

Él merecía amar como todos los demás, tomar su mano, enganchar sus brazos o besarlo cuando quisiera, y Geralt daría cualquier cosa para que de él dependiera permitirle esa libertad.