Hate and Love | Geraskier

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! Ya lo advertí una vez, pero lo repito por si acaso; este capítulo contiene violencia y tortura explícita, puedes saltarlo si así lo prefieres, no afectará a la trama de la historia. De nuevo; cuida tu salud mental, es muy valiosa❤

Antes de irse, Triss intentó tranquilizar a Geralt diciéndole que había obtenido un nuevo laúd para Jaskier, que se lo daría tan pronto como despertara y que se encargaría de tenerlo entretenido. Sin embargo, una gran parte de él le pedía que no lo hiciera, que no obtendría nada de ésto y que, sobre todo, no era lo que Jaskier querría.

Pero el odio y el amor quemándolo por dentro fue suficiente para mantener su decisión, y no dudó cuando siguió a Yennefer a través de un portal.

Resultó que la hechicera ya había adelantado el trabajo. Mientras caminaban, le explicó lo difícil que había sido reconocer los rostros porque Jaskier no los había mirado por mucho tiempo, y en general sólo habían imágenes borrosas. Como para asegurarse de que Geralt no diera marcha atrás, también se encargó de explicarle con lujo de detalles todo lo que le habían dicho y hecho, y cuando Geralt tuvo en frente al primer imbécil que había dañado a Jaskier, ya tenía una cantidad abrumadora de ira recorriendo su cuerpo.

Yennefer los transportó a la casa de madera donde había encontrado al bardo, y luego de unos buenos golpes se aseguraron de inmovilizarlo bien antes de ir por los demás. Geralt no tenía paciencia para esperar tanto, pero Yenn insistía en que debían ser sigilosos, pues aumentar su mala reputación sólo incrementaría el peligro para Jaskier. Por supuesto, eso mantuvo al brujo tranquilo durante el resto del trabajo, y ambos se escabulleron casa por casa bajo la noche más larga de sus vidas.

Era de madrugada aún cuando tuvieron a los nueve tipos reunidos en una fila, algunos gritando enojados bajo las mordazas en sus bocas, otros llorando y acurrucándose sobre sí mismos. Sólo uno se encontraba completamente tranquilo, mirándolos con aire desafiante sin importar que estuviera atado de rodillas frente a un brujo y una hechicera ardiendo en ira.

—Deja ese para el final —dijo Yenn de brazos cruzados mirando al hombre.

—¿Por qué?

Yennefer guardó silencio unos segundos, parecía estar conteniéndose para no asesinarlo ella misma.

—No tengo que entrar en su mente para saber que fue quien reunió a todos —masculló, sus ojos violeta casi brillaban de manera sobrenatural—. Les metiste mierda en la cabeza, ¿no es así? Los convenciste de lo peligroso que el bardo era y disfrutaste verlo mientras era repudiado por el pueblo —gruñó al hombre, obteniendo una inexpresiva mirada a cambio que sólo confirmaba sus palabras.

Geralt hizo un intento de abalanzarse contra él, pero Yennefer lo frenó bruscamente poniendo un brazo sobre su pecho, y ambos se miraron a los ojos en una pugna por liderar la situación.

—Para el final —repitió ella—. Que vea lo que les haces a los demás mientras espera su turno.

El brujo gruñó, sentía todo su cuerpo caliente por la adrenalina y le tomó un buen tiempo acceder a las palabras de la hechicera, asintiendo brevemente y yendo por el primero.

Era uno de los que gritaban enojados, pero Geralt se mantuvo serio mientras rajaba su ropa para desnudarlo y, sin escrúpulos, tiró con fuerza de su miembro y testículos para cercenarlos por completo. Si antes el hombre gritaba, ahora se estaba desgarrando las cuerdas vocales, retorciéndose entre su propia poza de sangre.

Yennefer suspiró complacida, y el brujo lo dejó a un lado para que muriera desangrándose y agonizando en dolor, mientras iba por uno de los que lloraban desesperados y se retorcían para alejarse de él.

Lo arrastró por el pelo lejos de los demás, y con éste se tomó el tiempo de mutilar lentamente los pies y manos, su rostro adquiriendo cada vez más la expresión de la ira que sentía al pensar cómo esas extremidades habían golpeado a Jaskier una y otra vez, sin detenerse aún cuando estaba al borde de la muerte.

Lo arrojó como basura a un lado del otro, quien se había callado hace un rato y ahora se sacudía entre espasmos con los ojos desorbitados.

Le costó seguir siendo paciente cuando arrastró al tercero; no hallaba la hora de asesinar al último, pero Yennefer tenía razón, debía ver lo que le esperaba antes de morir. Lo miró de reojo mientras rebanaba un pedazo de cuero cabelludo del tipo de turno, y casi sonrió cuando lo vio sudando frío desde su lugar, al parecer no tan tranquilo como al principio.

A éste le rajó el pene a la mitad, y le ensartó un puñal en el recto antes de arrojarlo con los otros dos.

Al cuarto, le sacó los ojos y lo obligó a tragárselos antes de cortarle la lengua.

Al quinto, le quitó uno por uno sus dientes con un puñal y le arrancó labios y orejas.

Al sexto, le enterró un cuchillo por el orificio de la nariz y la desgarró desde adentro, antes de arrancarle una por una las uñas y luego cortarle los dedos.

Antes de que se quedara sin ideas, Yennefer le acercó un martillo de quién sabe dónde y Geralt le molió los huesos de las manos al séptimo, siguiendo con los pies, las rodillas y reventando sus testículos antes de ir con el octavo.

Para este punto, el líder temblaba violentamente mientras evitaba mirarlos, y tanto el brujo como la hechicera disfrutaron de ver sus ojos aterrados porque su turno estaba cerca.

Yenn le hizo un gesto para que le permitiera encargarse del octavo, y Geralt asintió antes de cederle el puñal. Ella lo tomó, sonriendo mientras caminaba elegantemente hacia el hombre en el suelo, y tomándose todo el tiempo del mundo abrió su estómago en un largo corte, sonriendo por los gritos que invadían sus oídos.

Sin ningún signo de asco, introdujo sus manos en las entrañas del tipo y tomó sus intestinos, aprovechando que seguía vivo para empujarlos lentamente por su garganta, haciéndolo asfixiarse y sacudirse violentamente en un intento vano de retroceder. Alcanzó a introducir dos metros del intestino cuando el hombre por fin se quedó inmóvil, y bufó con decepción, encogiéndose de hombros mientras le devolvía a Geralt el puñal.

Como si hubiera estado descansando todo este tiempo, Geralt se sintió más enérgico que nunca viendo con placer el aterrado rostro mientras se acercaba a él.

Sin embargo, un chispeante portal detrás de él lo distrajo, y tanto el brujo como la hechicera se voltearon bruscamente al ver quién lo atravesaba.

—Lo siento —murmuró Triss detrás de Jaskier, visiblemente afectada.

N/A: entonces... sí, no quiero que nadie piense que soy una sádica enferma, pero quise expresar algo de la rabia que siento cada vez que veo cómo un grupo de bastardos matan a una pareja homosexual por ir caminando de la mano. Muchas veces los violan y torturan antes de asesinarlos, y las descripciones de lo que les hacen son tan explícitas que me pongo a llorar por lo injusto y estúpido que es todo, de que haya gente tan enferma dañando a personas inocentes, a tal punto que cuando salí del clóset con mi familia, lo primero que mi papá me dijo es cuánto le preocupaba que me apedrearan o mataran por tener una pareja mujer.

 Así que aquí está mi desahogo, Yenn es mi sed de sangre, Geralt mi ira y Jaskier mi voz de la razón.