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Los guardianes a mi lado me miraron interrogantes, no les preste mucha atención, acaricié con delicadeza su pelaje, había pasado un tiempo de haberlo visto. De pronto algunas luces aparecieron, iluminando el bosque, y pequeñas mariposas se acercaron.

Noté como nuestros atuendos eran cambiados.
—¿Pero que..?— me pregunté a mis adentros.

Una de las mariposas iluminó todo, cegandonos y mostrandonos a una chica pelinegra, ésta al verme se arrodilló. Mi rostro denotó confusión a aquel acto, no sabía quién era y los jóvenes solamente se encogieron de hombros.

El lobo blanco, trono sus huesos volviendo a la normalidad, la jóven a su lado se dió cuenta rápidamente y mientras la transformación culminaba ella le hacía aparecer ropa.

—¡Pequeña Dess!— sonrió, lanzándose y brindándome un cálido abrazo. Ravn, es el Alpha de la manada real, cuando cumplí los catorce años se me ordenó un tutor, el fué el que se ofreció y me enseñó todo lo que se en combate.

Durante cuarenta años seguía siendo una jovencita rebelde, y éste tuvo una enorme paciencia conmigo. Cuando llegué a mis años de señorita me enamoré perdidamente de él,  fueron tiempos vergonzosos, hasta que llegó el momento que dejé de verlo con ojos de amor. El se esforzó mucho conmigo, logré derrotar a todos los entrenadores habidos y por haber, pero al único que no logré fué al lobo aquí presente. Sabía que el no duraría toda la vida a mi lado, pero desapareció de un momento a otro.

Le respondí su abrazo, pero con una bofetada de por medio.
—Dess tengo tiempo sin verte y así me recibes— dijo mientras se tomaba su mejilla por el impacto.

Los guardianes se retuvieron una carcajada, noté como el lobo a su lado sonrió, a pesar de estar en su forma animal, se le asomó una sonrisa, y la jóven a su lado tuvo que bajar la mirada para no soltar una risa.

Sonreí.
—Eso es por irte y sin despedirte.

—Lo siento— musitó.

—Bien—  lo tomé por la mano.
—Chicos— llamé su atención.
—Les presento a Kim Young Jo Alpha de la manada real.

—Y amor eterno de la reina aquí presente.— mis mejillas se ruborizaron.

Mi amiga llegó a conocer mi pequeña obsesión por mi tutor a pesar que nunca lo conoció hasta el día de hoy
—Así que eres el tutor de mi protegida— Mackensy lo miró de pies a cabeza.
—Un placer Alpha.

El sonrió con su aire de superioridad.
—Idiota..— murmuré.

El se aprovechaba de su imágen, y su secreto que llegó a ser descubierto su atracción hacía mí, sin embargo y a pesar de la situación, las conexiones eran algo que podrían suceder, tuvimos que cortar de raíz todo esto.

—El es el Guardian...— me interrumpió.

—De su novio— sonrió.
—Me llamo Jongho, un placer.

Ravn lo miró algo incómodo por lo dicho.
—¿Entonces tienes novio?— cuestionó dirigiendo su mirada a mi. Solté con una sonrisa nerviosa.
—¿Te olvidaste de mi?—  preguntó, fingiendo que le dolió.

—¿Quieres otra bofetada?— lo reté.

El sonrió, y negó con la cabeza.
—Alteza— hizo una reverencia.— Me da gusto tenerte aquí, pero...— se recompuso en su lugar. 
—¿Que la ha traído a éste lugar?

Las sonrisas se esfumaron.
—Debo ir al reino.— contesté.
—Estoy en busca de un fruto que es capaz de curar a alguien muy allegado a mi.

El asintió lentamente.
—Te dejaré en manos de Uxiae, es el hada guardian del bosque— decía.
— Yo debo volver a mi querida manada.— su sonrisa volvió.
—Me gustaría quedarme pero como Alpha tengo deberes.—Me entristecía, pero es cierto.
—Volveremos a vernos Dess.— prometió.

INFINIX [Choi San] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora