Naruto One shots.

Kakashi Hatake.

Stay.

Una chica rubia dormía sobre un futón, frunció el ceño aún con los ojos cerrados y soltó un quejido, el sonido del agua correr la había despertado, estiró su brazo y abrió sus ojos de golpe al no sentir el cuerpo de su novio. Giró su cuerpo hacía la pequeña cocina del departamento, la luz de la luna que ese colaba por la ventana iluminaba la espalda del peliplata, estaba despierto, lavándose las manos.

—¿Kakashi? —murmuró aún adormilada— 

—N-No se va...—escuchó decir al peliplata—

T/N se levantó lentamente y abrazó por la espalda al Hatake, causando que se tensara por completo. 

—No fue tu culpa...—susurró—

Desde lo que había sucedido con Rin, Kakashi no había dejado de lavarse las manos, esto a T/N le rompía el corazón por completo, le dolía que Kakashi se culpara de la muerte de la castaña y no sólo la de ella, también la de Obito lo atormentaba. T/N escuchó cómo el sonido del agua cesó y soltó al chico, se posó entre él y el lavabo, acunó su rostro entre sus manos y acarició sus mejillas con cariño.

—Kakashi. —lo llamó suavemente— 

Por su parte, el Hatake miraba al suelo, las lágrimas caían una a una por sus mejillas y no soportó más, T/N  lo abrazó por el cuello y Kakashi pasó sus brazos por su cintura, abrazándola con fuerza, como si tuviera miedo de que fuera a desaparecer en cualquier momento.

—T-Tengo miedo de l-lastimarte, T/N. —susurró—

—Jamás lo harás, —dijo mientras acariciaba su cabello— confío en ti.

T/N se contenía las ganas de llorar, el ver a Kakashi así, le dolía y más aún sabiendo que ella no podía hacer nada para que dejara de culparse, el corazón de la chica se estrujó al sentir que el peliplata escondía su rostro en su cuello.

—No quiero hacerte daño. —dijo mientras acercaba más a la chica a él—

—No lo harás- —respondió—

T/N sintió cómo poco a poco Kakashi se relajaba, se alejó un poco y tomó su rostro, bajó su máscara y depositó un suave beso en sus labios, haciendo que él se sonrojara, rió un poco y acomodó su máscara nuevamente.

—Gracias.

—¿Uh? —lo miró desconcertada— ¿Y por qué?

—Por quedarte conmigo a pesar de todo. 

Ella sonrió dulcemente y sintió cómo también sus mejillas tomaban un color carmín.

—No tienes que agradecerme nada.

—¿Y por qué no? 

—Por que soy yo la que debe agradecerte por permitirme quedarme a tu lado. 

La rubia notó cómo sonreía debajo de su máscara debido a que su único ojo visible se volvió una línea curveada.

—Vamos a dormir.

—Está bien.

T/N y Kakashi se acomodaron sobre el futón, la joven lo abrazó fuertemente y escondió su rostro en el pecho del chico, escuchó cómo el pulso del peliplata se aceleraba de sobremanera, sonrió sin mostrar sus dientes y cerró sus ojos. 

—Te quiero, Kakashi.

—Y yo a ti, T/N.