¦Daddy's Pet¦05

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Estaba fascinada por la cantidad tan grande de dinero qué a simple vista se notaba, claro que he visto mucho dinero pero siempre se me iba como agua entre las manos pagando deudas que a primer instancia ni siquiera eran mías... y las tarjetas, tenia incluso una black card y yo se la importancia de esa tarjeta, dios mio, estaba casi babeando. Me tarde un rato en salir de la habitación por dejarme llevar por la emoción de solo imaginar todo lo que podría hacer con este dinero pero el encanto no me duro mucho, la verdad, se bien el peso qué carga el señor Min y definitivamente lo menos que quiero es amanecer muerta en la ascera mañana por la mañana solo por no devolver su billetera, tome la misma y salí para dársela a Jeon... Digo, se donde vive el señor Min, todos lo sabemos en realidad pero ni loca podría armarme de valor para ir a verlo, de solo pensarlo me tiemblan las piernas.

Toque quizás como 10 veces la puerta de su oficina sin respuesta alguna, el ruido de la música, los murmullos, gritos y risas ya estaba tan acostumbrada a eso como para diferenciar cualquier llamado y no, el no estaba.

Sin animo, fui hasta el camerino para cambiarme e ir a preparar algo de comida para llevarle a Haru. Dios mio, si todo ese dinero fuera mio,no me voy a engañar diciendo que lo gastaría en algo útil para mi, se que gastaría hasta el último centavo para sacar a Haru de problemas y que quizás me pondría al corriente con el pago de su escuela a pesar de que bien se que nunca asiste, tal vez le pagaría a papá la rehabilitación para que salga de su alcoholismo y quien sabe, si algo sobra podría comprarme un poco de ropa interior, específicamente ropa interior porque el dinero no es eterno y si me toca seguir trabajando al menos que sea con provecho.

Trabajo... Así que ¿realmente Jeon estará en problemas por mi culpa? ¿Debió despedirme y ya?

Qué denigrante era todo esto, años mostrándole mi cuerpo a desconocidos para que Jeon y M se llenen los bolillos y que ahora se me intente despedir como si fuera un perro, aunque si, he sido más confianzuda de la cuenta pero ¿Es enserio? Hay como 100 chicas diferentes aquí, si yo me ausentó por un par de minutos estoy segura que nadie lo notaria... Bueno, el señor Min lo notó.

Tengo...Tengo ganas de gritar a los cuatro vientos lo mucho que odio a los hombres.

(...)

Ignore su billetera qué sobresalia de mi bolso una vez arroje el mismo al sofá roto y desgastado en aquel sucio y desgastado departamento, tenia los ojos hinchados de tanto llorar y la boca reseca de todo el coraje que me he tragado camino a casa... Ese dinero para el no debe ser nada, estoy muy segura de eso ¿a quien se le ocurre ponerle un filete a una muerta de hambre?

Me debaria mucho. El puede sacar billetes de su trasero y no literalmente como yo pero puede hacerlo y es lo que más rabia me daba porque se y estoy segura de que si tomo un par de billetes el no lo notará y además, ¿es justo que le devuelva la billetera después de su grosería? ¿"No me calienta"? Yo pienso que no.

Pero puede más mi miedo.

Cuando cruce por la prisión sentí el habiente aun más pesado qué nunca, se notaba la diferencia de esa estación de policías en donde lo solían mantener, esto era como las grandes ligas para Haru. Espere impaciente a que cruzara la puerta por un par de minutos mientras escuchaba las reglas.

—No pueden tener contacto— finalizó uno de los guardias a mis espaldas

Mi mueca decayó apenas mire a Haru cruzar la puerta con el rostro lleno de moretones y sangre seca qué ni siquiera había sido limpiada de su labio y ceja, me puse de pie con rapidez pero sin deberla ni temerla me evito para tomar asiento.

La preocupación me inundaba, bien se que la cárcel es un lugar peligroso pero esto, esto es demasiado para un chico de su edad —Ha-Haru...

Incapaz de decirle algo más el me sonrió no con melancolía, pena o tristeza, con asco, atento me miro de brazos cruzado esperando que dijera algo más y en verdad quiero, hay mucho que quiero preguntar pero la voz no me salía, intente retirar su cabello enmarañado de sus ojos pero se alejo de inmediato deseando qué ni siquiera me atreviera a tocarlo, suspire.

—Van a matarme— sentenció con firmeza —Van a matarme

Repitió con seguridad pero con un temblor en la voz más que preocupante,le mire perpleja y negué —No digas eso— susurre, verlo en tan malas condiciones de verdad me lastimaba —¿Que fue lo que paso?

—Debo dinero— parecía ido, como rendido —Y esas personas van a matarme— su voz se quebró, recargo su frente sobre la mesa y lo escuche sollozar —Por favor, sacame de aquí NaNa

Imploro y dios mio, el bien sabe que ganas no me faltan, que haría lo que sea con tal de sacarlo y mantenerlo a salvo, dios sabe que no miento, el corazón me dolía horrores tras cada lagrima en sus ojos, pocas veces lo veía así sino es que nunca y genuinamente me dolia, era como si mi corazón se cayera pedazo a pedazo. Me trate de mantener firme pero me fue imposible.

Tenia en mi bolso esa dichosa billetera porque en mis planes estaba ir a ver al señor Min a su casa para pedirle me regresara el empleo dignamente y no solo por la desobediencia de Jeon y... Darle este dinero a Haru sería suicidio pero tampoco quiero que algo más le pase, cerré mis ojos con fuerza y rebusque en mi bolso la billetera por dejabo de la mesa porque tampoco quería mostrarle este dinero, saque unos cuantos billetes ignorando su valor para hacer esto rápido, doble los billetes y los barrí sobre la mesa cubriendolos con mi palma.

—¿Podrás pagar algo con esto?

Me miro esperanzado y asintió con euforia, sonrió —Pagaremos, cierto?— su pregunta era una forma sutil de decirme que tendré que darle más dinero

Y la verdad es que no lo se, no tengo un empleo real pero no quiero verlo tan agobiado ¡Mi hermano es mi talón de aquiles!, asentí, lo menos que puedo hacer ahora es decirle que estoy sin trabajo aunque no técnicamente pero se que si las cosas siguen así me buscaré más problemas con Jeon y me quedaré de verdad sin nada.

Ya me arreglare con el señor M, muy a mi pesar.

—Gracias NaEun

Y son palabras que de el jamás escuche, por ello me sentía motivada y segura de poder hacerlo todo, no es el fin del mundo ¿Cierto?, estaba con un estado de ánimos de sobremanera positivo y claro que eso cambio apenas tuve de frente la mansión del señor M enfrente.

Había ido a dejarle su billetera y a pedirle mi trabajo de regreso... Confío en que no notará los pocos billetes qué he tomado.

Pero el peor error es pensar que un tiburón llega a donde esta siendo despistado, el señor M es muchas cosas, menos distraído.

Daddy's Pet |SUGA;Min.YG| BTS⚠EN HIATUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora