➳ochenta y dos

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rubén

—¡Rubén! —me grita mi madre—. ¡Rubén Doblas! ¡que no corras en las escaleras!

No le hago caso y sigo subiendo las escaleras como Flash; en menos de lo pensado llego a mi habitación, dejando a mi madre y sus gritos en la planta baja de la casa.

Tal vez me deje sin cenar, pero hay algo más importante que tengo que hacer y no me importa si me meto una ostia por correr en las escaleras, igual no sería la primera vez.

Busco rápidamente mi portátil como si mi vida dependiera de eso, lo enciendo y cuando lo hace, le marco a Mangel, Luzu y Raúl; para una videollamada de vida o muerte.

Espero impaciente a que todos contesten la videollamada, Mangel y Auron responde segundos después, pero a Luzu ni siquiera se le ve, quizás esté haciendo algo, no sé, aveces sí está muy ocupado.

—¿Qué pasa, calvo? —habla Auron.

—Holi—saludo emocionado y sonriente.

—¿Qué pasa? —dice Mangel. Él parece como si se acabara de despertar, ¿lo desperté? Bah, qué importa.

—¿No me van a preguntar por qué estoy tan feliz? —les pregunto, sonriendo de oreja a oreja.

—¿Es obligatorio? —dice Auron.

—¿Por qué está' tan feli'? —pregunta Mangel. Él sí es mi amigo.

—Porque me pasó algo muy bonito—chillo sin borrar mi sonrisa.

—Pero qué algo—gruñe Auron, mientras que Mangel sólo suelta un bufido y hace una mueca de molestia.

Aunque después ya no dicen nada y sólo tienen su cara de culo, yo no borro mi radiante sonrisa.

—¿No van a insistir? —pregunto.

Auron niega con la cabeza, pero sé que Mangel sí va a responder.

—¿Qué es ese algo que te pasó, Rubiu'? —habla Mangel con un poquito de curiosidad, tal vez fingida, pero me da igual.

—Es un secreto—vuelvo a chillar.

—Qué hijo de puta—hablan al unisono, pero yo sólo sonrío mucho más.

—¿No' vas a decir o no? —Mangel habla y luego suelta un bostezo.

—Le dije a Samuel que me gusta y él dijo que yo también le gusto—hablo rápidamente muy emocionado. Es que cuando me acuerdo se me sube la emoción al triple y siento que me muero.

—¿Cómo, cómo? ¿¡CÓMO!? —Auron exagera un poco su grito y parece como si se le fueran a salir los ojos.

—Ah, le dije que me gusta y... sucedió, ¿no les dije? —hablo tranquilamente.

—Qué cerdo—niega Auron.

—¿Por qué coño no nos dijiste? —pregunta Mangel histérico.

—Sólo sucedió, además... eh, Wilson me amenazó para que no dijera nada hasta que las cosas se aclararan y saliera todo de puta madre—explica.

—Bueno, como sea, ¿salió todo bien? —interroga Auron un poco más calmado.

—¿Y ya son novio'? —pregunta Mangel derrepente.

—¿Qué? ¿cómo vamos a ser novios? —digo rápidamente y frunciendo el ceño.

—Digo, si lo' do' se gustan... —menciona—si ya se dijeron que se gustan, ¿ser novios es el siguiente paso, no?

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora