➳cincuenta y ocho

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rubén

—es que no tenían que saber, mamá—me quejo.

—no seas dramático, no pasa nada—me dice mi madre, mientras me acaricia el cabello.

estoy acostado en el sofá con mi cabeza en sus piernas, ella estaba viendo su novela, hasta que la vine a interrumpir.

—es que sí soy y sí pasa mucho, mangel es un sapo—le sigo.

—a ver, en primera no le digas así a mangelcito, y en segunda, no entiendo, ¿de qué hablas? sólo viniste a quejarte y a tumbarte en mis piernas—me dice.

ostia, es verdad.

—es que mangel les dijo a los otros; a luzu y raúl que... algo, mamá.

—¿qué algo? ¿era algo muy secreto?

—sí, pero ellos decían que ya lo sabían, pero no es justo, porque no. no quería que lo supieran, así no.

—¿les ibas a decir? porque son tus amigos, rubén.

—sí, pero ellos me molestan mucho—hago un puchero.

—¿y tú no? —pregunta.

—¿de qué lado estás? ¿del lado de tu hijo o del lado de esos feos? —me levanto y me acomodo en el sofá para verle mejor.

—de ninguno, sólo digo, si se lo dijiste a mangel, se lo ibas a decir a los otros dos, ¿o me equivoco? —despega su mirada de la pantalla y me mira.

—sí, pero después, mangel abrió la boca como un hipopótamo y les dijo todo hace un rato, todo, mamá, todo, todo.

muy mala comparación, rubius.

—¿qué es eso de todo?

—pues todo.

—rubén, si tanto te afecta, bueno, tú por todo haces drama—suelto un quejido molesto—, ¿ves? hablo de que si tan secreto era... ¿de qué se trataba?

—es que... agh, cosas secretas, mamá.

—ya no tanto, sabes que si le pregunto a mangel me lo va a decir, ¿no?

—joder—digo entredientes—, es que... es vergonzoso, por eso no quería que supieran.

—¿te vino el período? —bromea.

—¡mamá! ¡no! —casi grito.

—lo siento—ríe—, ¿entonces? ¿qué es?

—esquemegustaalguien—susurro muy rápido.

—¿qué? no te entendí, habla bien, rubén.

—¡ah, ah, ahh! es que... agh, mamá.

siento cómo se me ponen las mejillas calientes, ahora que hace frío, pero ¿cómo? qué extraño todo esto, mentira, ya lo había sentido antes.

—dime, ¿qué es eso que te pone como tomate? pero rubén, tu tía gloria te ve así y te agarra para una ensalada.

—yaaa—me quejo, tapando mi cara con mis manos.

es que así no se puede, no se puede.

—bien dime, ya, ¿qué pasa?

—ay, es q-que... me gusta alguien.

después de decirlo recargo mi cabeza en su hombro, para que no me sienta peor.

—ahhh, si no es la primera vez que te pasa, cariño—dice ella.

—eso no quita que me siga sintiendo extraño porque... tú ya lo sabes.

—rubén, ya hablamos sobre eso y...

—ya sé, pero no puedo evitarlo.

—bien, ¿me quieres decir quién es el afortunado?

"afortunado", mis huevos.

—mmh—niego aún en su hombro.

—¿quieres ver la novela conmigo? —pregunta.

—cy—asiento y me fijo en la pantalla frente a nosotros.

—cómo si no supiera—susurra, pero alcanzo a escuchar.

—¿eh? —suelto.

—nada, nada—me da unas golpecitos en la cabeza y continúa viendo la novela.

—¿cómo se llama esa? —señalo la televisión.

—no sé, guarda silencio y sólo mira—dice y yo asiento, sin moverme de mi lugar.

ay, madre, no creo que te cumpla el sueño de un yerno, nunca puedo.










⚘;
ay dios mío, no aguanto el calor :(
aguas, q voy a poner el ventilador en el 3 xd

es todo por hoy, bais

dato pendej0 e innecesario:
yo soy de esas personas q les dicen a medio mundo quién es su crush, pa' q al final no haya nada😔👊

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora