¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta

➳noventa y cinco

[espacio para la banda que viene llegando y no importa si llegan tarde]

samuel

—... Hijo, Samuel, ¿me estás poniendo atención?

—¿Qué? ¿qué pasa? —reacciono y volteo a ver a mi madre.

—Estás muy distraído hoy, no me estás prestando atención, ¿qué tanto miras? —señala mi celular, que tengo en las manos.

—Eh, eh... —titubeo.

—Déjame adivinar, ¿es Rubén, cierto? —acierta.

—Sí, es él, le tengo que responder rápido; porque si tardo él tarda mucho más, jo, tengo que valorarlo, le pone pausa al anime que está mirando sólo para responderme los mensajes—susurro lo último.

—Se parece a un bebé—ríe—. Su madre me dijo que ese era su comportamiento habitual y que le causa ternura, aunque aveces le hace enojar.

—Es verdad, él es como un niño pequeño—contesto con un asentimiento, mientras escribo una respuesta para Rubén.

—Oye, Samu, no me pusiste atención antes, pero quiero que lo hagas ahora—llama mi atención y la miro de inmediato.

—¿Sí? Dime—hablo, aguantandome las ganas de mirar de nuevo el teléfono.

—¿Qué hubiera pasado si no hubieras conocido a Rubén?

Su pregunta me desconcierta un poco, pero no entiendo por qué me está preguntando esto.

—¿Cómo que qué hubiera pasado? No lo sé, de seguro ahora no tendría novio y seguiría mi vida como si nada, mi porcentaje de corajes estaría reducido muchísimo, no lo sé, supongo también que no tengo que pensar mucho en esto; porque sí lo conocí y ahora tengo un novio tontito.

—Esperaba que dijeras algo como eso, ¿y estás feliz de eso?

—¿De qué? ¿de haberle conocido o de tener un novio tontito? Prácticamente es lo mismo, así que sí, estoy muy feliz porque todo esto pasó.

—Qué bueno, verte feliz me hace feliz a mí también—me sonríe.

Le sonrío de vuelta, rápidamente miro el móvil y de la misma manera contesto los mensajes de Rubén.

—Aunque—habla nuevamente—, de todos modos se hubieran conocido, no necesariamente en la calle, sino que por su madre y yo, los hubiéramos presentado y se hubieran llevado bien, comenzando su relación de una forma diferente, bueno, eso es lo que yo pienso.

—¿Huh? No había pensado en eso, y creo que sí, conociendo a Rubén, él hubiera llamado mi atención de una forma u otra, pero esta versión del cubrebocas me gusta más—le digo.

—Es un poco extraña, pero lo importante es que se conocieron y que ahora los dos están felices, ¿o no?

—Sí, mamá, claro que sí.

Casi no puedo ponerle atención a mi madre y contentarle a Rubén al mismo tiempo, sólo uno puede tener mi atención, aaahh.

—Dejo que sigas hablando con tu novio, tengo algunas cosas que arreglar para mañana, voy a salir—avisa, levantándose del sofá.

—¿A dónde? —le miro confundido.

—A visitar a alguien, pero es por trabajo, antes de que comiences a enojarte, iré a la casa de tu suegra, ¿quieres acompañarme? —me mira con una sonrisa ladina.

—Mamá, ya sabes la respuesta, no tienes que preguntar; claro que quiero ir—respondo, ensanchando mi sonrisa.

Ella asiente y me mira por unos segundos.