Adoptada por Bruce Wayne

Capítulo 10.

SCARLET POV.

Ayer fue definitivamente uno de los más divertidos que recuerdo desde la pérdida de mis padres. Quien me diría que los hijos del señor Wayne serían tan amables. Nos pasamos todo lo que quedaba de tarde jugando a juegos de mesa, no conocía la mayoría, pero a medida que íbamos jugando aprendía y me divertía más. 

Siento que es una de las primeras veces que me abro un poco más a alguien. me estoy empezando a sentir cómoda en esta casa, y eso no me pasaba desde que conocí a Isis. ¿Será que por fin encontré un lugar en el que ser yo misma?

Escucho unos golpes en la puerta. Miro el reloj y me doy cuenta de que están a punto de ser las siete de la mañana, es sorprendente lo rápido que puede pasar el tiempo una vez que estás metida dentro de tu cabeza. No quiero responder, la tranquilidad de estar sola con mis pensamientos sin que existiese el peligro de que me encontraran y molestasen no es un lujo que haya tenido estos años; ni en la casa de Isis, ya que tenía que estar siempre pendiente de la hora para no volver tarde y que me atrapasen. Pero sé perfectamente que sino hablo y contesto después de un rato se van a preocupar

-¿Sí? Adelante-

-¿Scarlet? Siento haber tenido que despertare, pero ya son las siete y como el amo Bruce ya te dijo, estarás empezando a ir a clases al mismo sitio al que van el joven amo Tim y el joven amo Damian. Los jóvenes amos Dick y Jason ya están en la universidad, por lo que no coincidirás con ellos en ese aspecto.-

Me alegro de poder estudiar en el mismo lugar que Tim, gracias a lo de ayer definitivamente es con el que me siento más cercana, supongo que será por la cercanía de edad también. 

Me doy cuenta de que me he vuelto a perder en mis pensamientos cuando oigo a Alfred llamándome.

-Scarlet, ¿me has estado escuchando?-

-Lo siento Alfred, me perdí en mis pensamientos. ¿Qué estabas diciendo?-

-Te estaba diciendo que el desayuno se servirá en quince minutos, por si quieres darte una ducha antes da bajar. Y que las clases empiezan a las ocho y cuarto, por lo que saldremos de la mansión a en punto.-

-Vale, gracias por avisarme Alfred, voy a darme una ducha rápida y bajo lo antes posible-

Sale de la habitación y yo cojo algo de ropa y me voy directa al baño. A pesar de haberlo visto cuando llegué, me sigue sorprendiendo lo grande que es. 

Me ducho de manera rápida  salgo de habitación, esta casa es un maldito laberinto y no me consigo orientar. Como desearía poder recordar más del camino que tomé el primer día, seguro que eso me ayudaría mucho para orientarme.

Llevo 5 minutos dando vueltas y creo que ya he visto ese jarrón chino tres veces. Lo que daría yo ahora mismo por un mapa. No hace falta que sea grande y detallado, uno pequeñito y con líneas de colores que te indiquen las rutas.

Distraída me choco con algo, primero pienso que se trata de una pared. Pero después esa pared me habla:

-Hola, sé que no soy el más llamativo de mis hermanos. Pero es la primera vez que alguien se confunde y me llama pared. ¿Debería sentirme ofendido?-

Mierda, es Tim. Me pongo roja al escuchar lo último, que demonios le digo ahora.

-Y...yo, lo siento. Estaba buscando el comedor y esta casa es un laberinto y me perdí...-

Dios, cállate... porqué sigues hablando, solo te estas haciendo quedar como una tonta. <cierra la boca.

 -No te preocupes, me pasó lo mismo la primera vez que llegué a esta casa. Vamos juntos, que están a punto de servir el desayuno y no le gusta que lleguemos tarde.-

Gracias a su ayuda conseguimos llegar con dos minutos de sobra, quien iba a decir que existía un pasadizo detrás del retrato de un doberman. Esta casa es de locos.

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Siento mucho no haber continuado la historia durante tanto tiempo, estuve dudando mucho sobre ella y estuve a punto de borrarla. A partir de ahora intentaré publicar con regularidad.

Muchas gracias a todos los que seguís leyendo mi historia.

Besos.