CUATRO

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—A ver si entendí, ¿estás ayudando a Gilbert Blythe a conquistar a una chica? —preguntó Diana mientras ambas salían de su clase.

—Exacto, recibiré la paga normal y me dará pastel —le restó importancia.

—Pero tú no haces eso, emparejas personas, que es diferente.

—Sí, hasta que... —se detuvo, no podía decir quién era la chica que Gilbert quería conquistar, así que tampoco podía decirle que aceptó porque Winnifred había casi insultado su trabajo —me ofreció pastel gratis, cada día. Y sabes que es mi pastel favorito.

—Pues si es así te doy todo el pastel del mundo si me ayudas a conquistar a Zac Efron.

—Estoy esperando que eso sea broma —dijo Jerry apareciendo al lado de su novia, mientras la abrazaba.

—Obviamente.

—Creo que debería irme ya, porque no quiero ver cómo mi casi hermano besa a mi mejor amiga.

Gilbert estaba ansioso, desde el día anterior no había parado de pensar en cuáles serían los siguientes puntos, realmente esperaba que no fuera nada con tiburones, y no es porque no lo habría hecho, en realidad era porque Anne lo mataría antes de siquiera ver el agua.

Entró lo más rápido que pudo al aula de matemáticas encontrándose de frente con Winnifred.

—Gilbert, ¿qué haces aquí?

El pánico lo consumió. ¿Qué le diría? Sobre todo, ¿qué le diría si Anne aparecía? No es normal que dos adolescentes estén solos y tampoco quería darle una idea equivocada a la chica que le gusta.

—Creo que dejé... Algo olvidado. ¿Qué haces tú aquí? —preguntó tratando de desviar la conversación.

—El maestro me pidió que recogiera los exámenes.

—Oh, yo seguiré buscando... Lo que olvidé.

—Nos vemos.

Se despidió con la mano y se apoyó en una de las mesas. Tratar de disimular no era su fuerte, para nada. Al menos no dijo alguna tontería. Lo cual, para él, ya era suficiente progreso.

— ¿Por qué tienes esa cara de asustado? —Preguntó Anne al ingresar al salón —Vas dos días llegando temprano, sí que te estás tomando en serio esto.

—Winnifred acaba de irse. Y creo que hice el ridículo.

— ¿Comenzaste a balbucear como loco? —se burló.

—No pero podría haberlo hecho.

—Pero no lo hiciste —se sentó en uno de los asientos y lo llamó —. ¿Listo para seguir leyendo la lista?

—Supongo.

—Genial —tomó su bolígrafo —. ¿Qué tanto te gusta la música?

—Mucho, escucho de todo, excepto la clásica, termino durmiendo.

—Pues... —Gilbert notó la incomodidad en Anne.

—Puso música clásica, ¿verdad?

—Y no sólo eso, también la ópera. Estoy casi segura de que no te gusta.

Y tenía toda la razón. Poco le gustaba el teatro, aunque era soportable, pero ¿la ópera? Ver gente cantando cosas que no entiende, le parecía tonto. Sólo que, al parecer, a Gilbert le gustaba mucho Winnifred, lo suficiente como para aceptar algo que no quiere.

—Me gustaran. Sólo tengo que acostumbrarme.

—Quiero golpearte por lo terco que eres.

—Mejor sigamos con la lista.

¿Cómo conquistar a una chica? | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora