Atracción ||•Emiliaco [Terminada]

ᴅɪᴇᴄɪᴏᴄʜᴏ

-Has dado un gran avance Joaquín, estos dos meses de reposo y cuidado que has tenido te han servido de mucho.- Hablaba Oliver con la vista puesta en la pantalla, exactamente habían pasado dos meses, nada fáciles para el castaño.- Ahora, que estés bien no quiere decir que puedes tener riesgos, nada de lo normal solo con precaución ¿de acuerdo?- Joaquín asintió mirando la pantalla, su bebé estaba bien, eso le importaba

-Oliver ¿Todavía no se ve?- Susurró Joaquín, Oliver rio, era la pregunta desde hace tres meses que el castaño le hacía

-Todavía no Joaco, tal vez el mes que viene tenemos suerte.- Joaquín hizo una mueca.- Te puedes limpiar.- El castaño asintió, tomó la servilleta que Oliver le tendía y limpió su, hinchado, estómago, se levantó de la camilla, con ayuda de Oliver bajó, ahora nadie lo había acompañado, Nikolás y Eduardo tenían un compromiso y sus padres habían salido de la ciudad, así que sólo tomó un taxi de su casa al hospital

»-Sigue tomando las vitaminas muchacho, sin hacer demasiado esfuerzo, cualquier anomalía vienes rápidamente.- Joaquín asintió sonriéndole, se despidió y salió del consultorio, se estremeció un poco por lo frío que estaba aquel lugar, y más aún que él solo llevaba una playera de manga larga delgada, la cual le hacía ver su embarazo

Sus pasos fueron detenidos por un agradable olor a vainilla, volteó donde venía el olor, era un chico frente a él tomando un malteada, Joaquín se mordió el labio, siguió caminando tratando de ignorar el revoloteo de sus tripas pidiendo una malteada de vainilla

El Starbucks no quedaba tan lejos del hospital, pensó un poco, no había salido de casa más que solo al hospital y cuando tenía algún antojo Nikolás y Eduardo iban pero ahora ninguno de los dos estaba, y él quería una malteada

-Iremos lento.- Susurró acariciando su vientre, hablándole a su hijo, suspiro y salió del hospital para caminar hacia aquel Starbucks, caminaba lento, dos meses sin caminar lo suficiente y sus pies se entumían y dolían un poco, dio un suspiro de agradecimiento cuando llegó al lugar

-Buenos días, bienvenido ¿Qué se te ofrece?- Preguntó el chico detrás del mostrador

-Uh... Quisiera una malteada de vainilla.- Dijo con un pequeño brillo en sus ojos, el chico asintió pidiendo su nombre y un "en un momento está su pedido" Joaquín asintió y fue a un asiento para esperar, además de que sus pies le pedían un poco de descanso, acarició su vientre cuando su celular sonó anunciando una llamada de Nikolás.

«-¿Si?

-Joaco ¿Dónde estás? Estamos fuera del hospital.- Contestó Nikolás, Joaquín mordió su labio

-Yo... Vine al Starbucks por una malteada.- Susurró preparándose para el sermón del pelinegro.

-¿Qué? ¿Por qué demonios no nos esperaste Joaquín? Sabes lo riesgoso que es el que tú vayas solo