-¿Estas segura que está en casa?-la chica de melena asintió una vez más casi empujando al peli naranja hacia la puerta –Pero... Miwa San, va a enojarse conmigo.
-Es probable –contesto mientras seguía empujando al peli naranja hacia la salida –Pero créeme que después de empotrarte en la cama se le va a olvidar todo el enojo.
-¡MIWA SAN! –y sus mejillas quedaron casi del color de su cabello ante la mención de la mayor.
-Creo que es hora de que empieces a llamarme Miwa Nee San, o solo Miwa, después de todo es probable que pronto seamos familia y no te preocupes –apoyo sus manos en los hombros de Hinata suspirando con una sonrisa en la cara y el peli naranja pensó en que en verdad tenia rasgos parecidos a su hermano – Tranquilízate, es solo un reencuentro.
-Reencuentro después de dos años... he mantenido la comunicación, pero no es lo mismo.
-Entonces deja de perder el tiempo conmigo, toma la llave y vete –le dio las llaves para luego cerrarle la puerta en la cara.
Hinata había llegado dos días antes de lo presupuestado desde Brasil para darle una sorpresa a Kageyama, sabía que el pelinegro probablemente lo regañaría por no decirle nada del viaje anticipado pero en eso de basaban las sorpresas, que debían ser secretas. Hace unas semanas se había puesto de acuerdo con su futura cuñada para que ella se asegurara que Kageyama se encontraría en casa y pasarle las llaves de repuesto a Hinata.
El peli naranja tomo un taxi hasta el edificio en donde vivía el de ojos azules, se sentia nervioso, su palpitar podía sentirlo en sus oídos y comenzó a sudar frio, ¿Que pasaba si Kageyama no lo recibía de buena manera? ¿O si no le gustaba la sorpresa?
Se bajó del taxi, respiro hondo, sujeto las llaves en su mano derecha y entro al edificio en donde se identificó con la recepcionista de la entrada mencionando a que piso y departamento iba, la chica dijo que por la mañana había llamado la hermana de aquel residente haciéndole saber que vendría otra persona por una sorpresa, mal que mal Kageyama era un jugar reconocido de los Adler y no cualquiera podía entra al edificio.
-Décimo piso, al final del pasillo a mano izquierda, ese es el departamento- índico la chica sonriente a lo que Hinata devolvió el gesto.
Mientras subía en el ascensor se repetía una y otra vez que solo debía entrar de manera sigilosa, tal vez ese apodo que se ganó en Brasil de ser un ninja podría ayudarle en esta ocasión, estaba nervioso, la última vez que había visto al azabache fue antes de marcharse al aeropuerto, no hubieron lagrimas pero si un aire de incertidumbre del tiempo en el que se volverían a ver.
El timbre del ascensor le anuncio la llegada al décimo piso, camino hasta el final del pasillo por mano izquierda como le había indicado amablemente la recepcionista y entonces suspiro una última vez antes de introducir la llave abrió la puerta delicadamente, dentro estaba oscuro, cerro lentamente tratando de captar algún ruido, después que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad avanzo por el pasillo escuchando el suave soplido de alguien durmiendo en la última habitación.
Abrió la puerta viendo al azabache dormido a medio tapar y abrazado a la almohada, se veía demasiado tierno, digno de una foto la cual no podía sacar en ese momento o seria descubierto, abrió un poco más haciendo que la puerta rechinara entonces cerro los ojos apretándolos en un auto regaño diciéndose mentalmente "la cague" cuando vio una lámpara volar por sobre su cabeza que se estrelló contra una pared para luego sentir una manos fuertes tirarlo contra el suelo.
-¿¡QUIEN ERES Y QUE HACES EN MI CASA!? –Kageyama lo presionaba contra el suelo mientras sostenía sus manos detrás de su espalda, estaba todo oscuro y lógicamente no se podía ver nada – ¡HABLA!
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Como mantener feliz a tu novio. (Edición Haikyuu)
RandomHola a todo mundo, me he puesto el desafío de empezar a escribir sobre las parejas de Haikyuu. Se trataran de historias en su mayoría breves, aunque también pueden haber algunas más extensas, sin relación entre cada una así que podrán ser leídas i...