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Naruto

Mi cuerpo entero se siente caliente, aún no consigo entender todo lo que está ocurriendo. ¿Le gusto a Gaara?

Gaara vuelve a tocarme y su tacto quema, su mirada me hace sentir sensaciones que hasta el momento me eran desconocidas, debo concentrarme. No puedo permitir que él haga lo que quiera, debemos ir a cenar cuanto antes; no quiero que está situación se ponga incómoda.

Escucho pasos y alguien toca la puerta, seguramente es el mismo ninja de hace un rato. Sostengo el rostro de Gaara y lo obligo a mirarme a los ojos para pedirle que pare, realmente no quiero que nos descubran.

-Kazekage-sama, su hermana dijo que si no baja en los próximos diez minutos ella misma vendrá por usted.

-¡Demonios! -susurra Gaara antes de apartarse de mi.

-Vayamos a cenar antes de que ella venga -le pido.

-¿Kazekage-sama, hay algo que deba decirle a su hermana?, Ella está furiosa.

-Dile que voy de inmediato.

-Le diré, pero en serio vaya rápido. Su hermana puede dar miedo.

El ninja se va y Gaara continua besándome, sus manos recorren todo mi cuerpo y se detienen en mi trasero.

-Gaara, de verdad debemos ir. Shikamaru dice que Temari toma represalia muy fuertes.

Gaara se separa de mi y comienza a levantar la ropa del piso, pone algunas prendas en una pila y las otras me las da.

-Iremos a cenar, pero prométeme que luego terminaremos esto.

-No puedo Gaara, ni siquiera sé cómo tú puedes hacerlo.

-¿Creí que habías dicho que no te desagradó?

-No es eso, es que no comprendo como puedes venirte dos veces seguidas y querer ir por una tercera. Yo no tengo tanta resistencia, necesito descansar, ya estoy exhausto por hoy.

Gaara comienza a reír, su rostro entero se ilumina y mientras me mira no deja de sonreír. Él nunca sonríe, y quizás por eso no lo había notado, pero Gaara es muy atractivo cuando está feliz.

-Ya te acostumbraras Naru.

-No lo creo.

Gaara toma entre sus manos los dos boxers que estaban en el suelo, como ambos son idénticos no me da ninguno ni lo pone en la pila, solo se queda observandolos. Finalmente se levanta y saca unos de la cajonera que tiene pegada a la pared. Me da uno y comienza a ponerse el otro.

-Puedo usar los de hace rato, no es necesario que me des otros.

-No puedes Naru, si los usas te enfermaras.

-¿Enfermarme?

-No debes usar ropa húmeda.

-Pero no están húmedos.

Gaara vuelve a reírse, no lo entiendo solo los tiramos al piso y el piso está seco.

-Sera más fácil si te muestro -dice agarrando los boxers y señalándome las manchas de semen que hay en cada uno -. ¿Ves? El semen es húmedo.

Desvío la vista avergonzado y comienzo a vestirme, toda esta situación me abruma. Cuando estoy por ponerme mi playera Gaara me detiene y me indica que espere, no sé por que pero le hago caso.

-Usa está, te cubrirá las marcas que he dejado -dice ofreciéndome una camiseta azul de cuello alto -. Aunque si no quieres cubrirlas, tampoco tengo inconveniente.

-¡La usaré!

La camiseta que me ha dado es de manga larga y en cuanto me la pongo, siento ganas de quitarmela. El calor en esta aldea es de lo peor.

Seras MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora