Seras Mio

14

Naruto

Los dedos de Kakashi se remueven dentro de mi como si buscarán algo. Su nariz juguetea en mi cuello y el roce de su mascara me mete en un pequeño trance.

—Naruto, contéstame de una buena vez antes de que me enoje.

Sus ojos encuentran los míos, y sé que no está bromeando cuando dice que se enojara. Mi entrada duele, y aunque la manera en la que sus dedos se mueven me pone, creo que no puedo aguantar otra ronda.

—Es mi amigo —Kakashi mueve con más fuerza sus dedos, sacándome un gemido —, abrazo a todos mis amigos...

—Ya veo, eres demasiado afectuoso con tus amigos. Quizás merezcas un castigo.

Kakashi muerde el lóbulo de mi oreja y levanta mi camiseta hasta llegar a mis pezones, estruja uno con su mano y sigue removiendo sus dedos en mi interior.

—Sensei... estoy cansado.

Kakashi detiene la mano que había colado por debajo de mi camiseta pero sigue removiendo sus dedos dentro de mi. En esta situación me es imposible no gemir.

—Sensei, de verdad estoy cansado —Él continúa en lo suyo así que decido jugarme mi última carta —. Sabe que esa fue mi primera vez, así que no creo poder seguir haciéndolo por hoy...

Kakashi ríe y niega con la cabeza, realmente no entiendo su actitud, así que intento separarme de él, pero no me lo permite. Toma mi cintura e introduce aun más sus dedos.

—Suelteme, no me acostare con usted —digo ya molesto.

—Si que eres un pervertido —Kakashi sonríe por debajo de su mascara —. No todo en la vida es sexo Naruto, las parejas se cuidan.

“Nosotros no somos una pareja” quiero aclararle, pero en esta posición, prefiero no tentar a la suerte.

—¿No nos acostaremos?

—A dormir solamente, hay que descansar para poder llegar a la aldea mañana.

—Entonces... ¿Por qué no me suelta?

—Se que fue tu primera vez, y por el afrodisíaco te la metí a lo bruto. La próxima vez usaré lubricante —¿La próxima vez?,¿Qué le asegura que dejaré que me lo haga otra vez? —. Pero por ahora te aplícare lo poco que se de ninjutsu médico.

—¿Por eso los dedos?

Kakashi asiente y yo trago duro para callar mis gemidos ante sus movimientos. Aunque mi entrada está dolida, creo que en el fondo yo si quería tener sexo. ¿Realmente me estoy volviendo un pervertido?

—¡Lo encontré! —exclama Kakashi antes de dirigir chakra a sus dedos.

El escozor que antes sentía comienza a disiparse de a poco. Cuando Kakashi termina saca lentamente sus dedos y se tumba en la cama. Se nota que está cansado, el ninjutsu médico siempre es muy desgastante.

No sé que debo de hacer, ¿Me duermo o debo de decirle algo?

La respuesta me la da Kakashi cuando me toma de la cintura y me fuerza a acostarme en su pecho, escucho su corazón latir y no puedo evitar sonreír.

—Naru, estoy cansado. Pero si quieres sexo no te lo negaré nunca —dice Kakashi riendo. Ahí está el sensei que conozco.

—No se ha quitado la máscara...

—¿Tanto te gusta mi rostro?

—No es eso, solo creí que ya me tenía confianza.

Kakashi baja su mascara lentamente e invierte nuestras posiciones, ahora soy yo el que está debajo a la espera de sus movimientos. Kakashi aprisiona mis labios con los suyos y vuelve a colar su mano por debajo de mi playera. Mi rostro se pone rojo en seguida, pero él sigue aprisionado mis labios.

Cuando la falta de oxígeno nos abruma a ambos nos separamos, dejando un pequeño hilillo de saliva entre nuestras bocas. Kakashi acaricia mi rostro con su mano mientras sonríe.

¿Cuando fue la última vez que me sentí así de querido?

Decido que por ahora haré lo que me plazca, junto nuestros labios y enredo mis brazos por detrás de su cuello para profundizar el beso. Nuestras lenguas comienzan a librar una batalla en la cual Kakashi comienza a ganar. La ropa sobra, y ambos lo sabemos. Pero ni él ni yo nos atrevemos a dar el siguiente paso.

Suelto a Kakashi recordando que mañana debemos despertarnos temprano. Ya tendremos tiempo para esto después.

Kakashi entiende porque lo he soltado y me brinda una sonrisa de resignación. Toma su mascara y ante mi mirada se la vuelve a poner.

—Solo estamos nosotros dos, ¿Puede quitársela para dormir?

Él niega y me da un pequeño beso en la frente.

—Sensei, me gusta tu rostro sin máscara.

—Lo sé, pero aquí cualquiera podría entrar y verme sin ella. ¿Lo entiendes Naru?

Asiento y me acurrucó más entre sus brazos, mientras él comienza a acariciar mi cabello.

—Verdaderamente me gustas Naruto...

Decido no contestar y solo sigo disfrutando de las caricias en mi cabeza.

No sé en qué momento me he quedado dormido, pero lo a golpes en la puerta me despiertan a mitad de la noche.

Intento levantarme, pero las manos de Kakashi apresandome por la cintura me impiden moverme.

—No vayas —susurra en mi oído mientras empieza a besar mi cabellera.

—Regresare rápido.

Kakashi niega aún adormilado y hace más fuerte el agarre. Debo de admitir que su actitud me parece tierna.

—No podremos dormir si el ruido continua —digo intentando convencerlo.

Él de mala gana me suelta y yo aprovecho para ver quién hace tanto ruido a esta hora.

Giro la perilla de la puerta y ante mí se encuentra la persona que menos quiero ver.

Sasuke me jala del brazo sin darme oportunidad de hablar y cierra la puerta del cuarto, obligándome a quedarme a solas con él en el pasillo.

—Ha llegado la hora de que hablemos —dice Sasuke con un tono que no permite réplicas.

Lo miro delante mío y ante mi mutismo el extiende la manos hacia mi. Él cuerpo me tiembla, no quiero esto de nuevo...