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Gaara

—Gaara...

Naruto me mira como si estuviera apenas razonando lo que ocurre. Sus ojos están algo llorosos, y aunque no deja de decir que quiere que pare, su pene está erecto y sus pequeños gemidos no hacen más que aumentar mi excitación.

—¿Con cual quieres iniciar Naru? —pregunto tomando dos consoladores.

—Gaara, yo no quiero esto...

—¿Entonces quieres esto? —digo señalando mi entrepierna aún cubierta por mí pantalón.

Naruto traga duro, su mirada recorre todo mi cuerpo antes de asentir levemente.

—¿Quieres mi pene Naru?

Él vuelve a asentir.

—Te lo daré como premio cuando dejes de ser tan promiscuo —digo acariando levemente su mejilla.

—Gaara, podemos hacerlo bien. Desatame y hagomoslo bien. Te prometo que te gustará más.

—Sabes Naru, yo pensaba dejarte tener tu primera vez como quisieras. Pero tú ya tuviste tu primera vez y no fue conmigo, asi que ahora déjame disfrutar a mi.

—Gaara, no usemos los juguetes.

Me río un poco y me agachó  para besar a Naruto. Él no se opone en lo más mínimo, se que sin importancia lo que diga el me desea.

Dejo los consoladores y tomo unos pequeños vibradores para los pezones. Se los colocó y el gime de inmediato.

—¿Se siente bien?

—Muy bien...

Meto un consolador de tamaño normal en su entrada y comienzo a masturbar su miembro con mi mano.

¡Demonios! Ya tengo ganas de metérsela.

—Me voy a correr... —gime él aún atado.

Detengo mis movimientos, esto es un castigo. Debo de ser más duro con Naruto. Él debe de entender que aunque yo lo quiera no le voy a permitir todo.

Tomo un pequeño palillo y se lo muestro a Naruto.

—¿Sabes para qué es esto?

—¿Va con el consolador?

Niego con la cabeza y sonrió.

—Va aquí —digo pasando mi dedo por encima de su glande.

—¿Pegado?

—Adentro. Sirve para que no te corras hasta que yo quiera.

La cara de Naruto es de miedo total. Su labio inferior tiembla un poco.

—Eso va a dolerme...

—En eso consisten los castigos Naruto.

—Gaara, no lo hagas. Has lo que quieras pero no eso.

Tomo su pene y de un solo movimiento meto el pequeño palito. Naruto grita, quizás me estoy pasando; es obvio que le está doliendo.

—Naru, hazme una mamada —digo bajando un poco mi pantalón y mis boxers para que mi pene quede justo a la altura de su boca.

—¿Si lo hago me dejaras venirme?

—Si lo haces no te métete otro por el mismo hueco.

Naruto traga duro y abre su boca para recibir mi pene.

—Si me sueltas las manos podría hacértelo mejor.

Lo miro por unos instantes, Naruto no es tonto. Si lo suelto saldrá corriendo y yo deberé quedarme con mi erección.

Seras MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora