Te amo en silencio 2 [Homosexual]

Capítulo 11 - Final

¡Hola a todos!

Primero que todo, lamento muchísimo la espera larga por este capítulo y es que he tenido muchísimos problemas y en eso se incorporó un nuevo integrante a mi pequeña familia de dos perritas y ahora, una gatita =) por lo que tuve que hacer el proceso de adaptación así que lamento mucho la espera.

Pensaba darles este cap como regalo por año nuevo pero ya no pude terminarlo.

Anuncio: Pensaba hacer un epílogo a la historia pero honestamente no creo que tenga tiempo así que desistiré.

Y sí, señoras y señores, este es el fin, ¡Yay! ¡Sean felices! ¡Amen a mis chicos como los amo yo! 

Agradezco a todas esas personas que me han seguido desde que publiqué Te amo en Silencio 1 y a los lectores que se han agregado últimamente, quiero que sepan que leo TODOS sus comentarios y ¡me encantan! ¡Son tan divertidos! Me hacen pasar un buen rato así que ¡no dejen de comentar! 

Gracias infinitas por la paciencia de cada capítulo, sé que he sido una cruel por hacerlos esperar tanto pero vale la pena, espero que piensen lo mismo al final del cap.

Reitero, no habrá epílogo.

Y si próximamente ven una historia con mi nombre ¡No duden en leerla! 

¡Espero verlos en otra historia más adelante!

¡Los quiero!

¡A leer!

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No iba a dejar que Mati me dejara o cometiera el peor error de su vida.

En absoluto lo iba a permitir.

Tenemos que estar juntos por siempre.

Y así será.

Eso lo aseguro yo.

Continué caminando con mi vista fija sin importarme que Mati me estuviera maldiciendo sobre mi hombro, realmente no interesaba en ese momento porque me iba a dejar y no lo permitiría, no de nuevo, pasé muchos años sin él y ahora que estoy a su lado no lo dejare ir por más que los demás lo deseen.

-¡Damián! ¡Ayuda! ¡Me están secuestrando!-Gritaba Matías

Aferré mi mano sobre su cintura un poco y al llegar al ascensor, me gire y vi a Liz enfrente de mí y antes que pudiera decir algo, la corté:

-No te atrevas, perra-

Ella se quedo inerte con expresión de susto y yo solo atine a sonreír con malicia.

Se cerraron las puertas del ascensor y cuando baje a Matías, él ya me estaba golpeando en el pecho con las pocas fuerzas que le quedaban, deje que lo siguiera haciendo hasta que se tranquilizo por lo que lo abrace.

-¿Por qué, Matías?-Susurré sobre su cabello.

-Porque no puedo seguir así-Respondía y sentí que mi corazón se quebraba lentamente.

-¿No eres feliz conmigo?-

-Lo soy, Damián, pero entiéndeme, yo ya tenía una vida hecha con ella y ahora…-

-Basta-Lo corté –No pregunte por ella, Mati, pregunte si eres feliz conmigo porque hasta donde yo sé, lo único que importa es lo que tu sientas, no lo que ella sienta-

Me separe de él y tome sus brazos entre mis manos y lo mire fijamente:

-¿Qué pasa?-

Él desvió la mirada y soltó un suspiro.