06

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La noche tormentosa se tornó conforme pasaron las horas en una hermosa mañana en la que el sol era el rey del cielo sin ninguna nube ocupando su trono. Era temprano, y las personas amanecían dispuestas a iniciar sus obligaciones yendo a sus respectivos trabajos o estudios. El móvil de Gun sonó entonando la canción Heaven de Bryan Adams, haciendo que este plácidamente y con una sonrisa en el rostro se despertara, como hacia todas las mañanas al escuchar esa canción que le había puesto a su alarma. Poco a poco, con el paso de la música, se fue desperezando moviéndose en el colchón en el que había dormido esa noche. Pestañeó en repetidas veces para poder enfocar su visión, apoyó sus brazos y se levantó sobre ellos, sentándose.

—...Baby, you're all that I want, when you're lyin' here in my arms... —cantaba el chico mientras que al levantarse apoyaba en la mesilla y con un toque en el botón central del teléfono apagaba la alarma y con ella la música.

Su vista se paró en su propia cama, dándose cuenta de que estaba recién hecha. Con las mantas, la almohada, y todo perfectamente colocado. Tenía que admitir que ni él mismo nunca había hecho su cama de una forma tan perfecta. Dedujo que Off ya se había levantado y se encontraría en el baño en la cocina. Fue al baño, y ahí tampoco estaba; fue al a cocina, y lo mismo. Acabó yendo al salón descubriendo que justamente como él pensaba sus cosas tampoco estaban. Se imaginó que había salido hacia su casa dado que tenían clase y sería un poco antihigiénico usar la misma ropa que había llevado ayer. Tenía una extraña sensación que lo oprimía por encima del ombligo, se despeinó pasando su mano por su pelo hacia la nuca.

Su rutina de la mañana no cambió ese día: se duchó, vistió, desayunó y preparó sus cosas para marcharse andando a la universidad. Con todo listo, se dirigió a la puerta para salir. En ella, un pequeño trozo de papel sobresalía en la zona de la bisagra, apoyado sobre la misma. Lo sacó de ahí y lo desdobló con mucho cuidado, por si llegaba a romperlo. En él se podía observar que tenía algo escrito. Era una frase meticulosamente escrita en letras cursivas y elegantes en color azul, seguramente de alguno de los bolígrafos que tenía en la entrada:

Gracias por dejar que me quedara a dormir.

Off Jumpol.

Sonrió para sí mismo leyéndola. Quién diría que un gesto tan insignificante podría alegrarle la mañana. Oyó en el exterior como Toy y Oab salían a la vez de su casa y se ponían a hablar mientras en su puerta se escucharon varios golpes.

—¡Vamos, Gun, o llegaremos tarde! —Esa era la estridente voz de Oab llamándolo entre gritos.

Miró el papel un rato más, releyendo la pequeña frase principal en más de cinco ocasiones. Negó sonriente varias veces con la cabeza mientras volvía a doblar el papel de nuevo y se lo metía en el bolsillo de su pantalón. Después, salió por la puerta, saludando de manera cantarina a los muchachos. Extrañándolos, pues él nunca salía tan contento después de una noche de tormenta.

...

Llegando a casa lo más temprano que pudo Off no perdió el tiempo: se quitó la ropa y la tiró al cubo donde guardaba la ropa que después echaría a la lavadora. Rápidamente se preparó para una ducha rápida de antes de clase, reguló la temperatura del agua y se metió debajo del chorro. El vapor de agua empezó a inundar el cuarto en la zona de la ducha envolviendo su cuerpo en una sensación indescriptible. Apoyando sus manos en la fría pared de azulejos morados y blancos el joven inclinó su cabeza dejando que el reguero de agua cayera directamente en la parte posterior de su cabeza, escurriéndose por ambos lados de su rostro y por la parte de su nuca para bajar por su espalda y perderse entre sus nalgas, para caer en forma de grandes gotas al suelo.

Con los ojos cerrados su mente le empezó a jugar muy malas pasadas. Casi sin pararse a pensar bien se encontró imaginándose en las duchas del gimnasio, con un desnudo Gun a su lado. Esa imagen parecía tan real que si no supiera que estaba en su casa podría jurar que realmente estaba en ese lugar con el menor. Observando su perfecta tez blanca, las perfectas curvas de sus nalgas, la hermosura del sonrojo en su rostro causado por el calor, sus pequeños pezones erectos debido posiblemente por haber estado haciendo ejercicio antes de entrar a las duchas, gotas y gotas de agua y sudor recorriendo su piel brillante haciéndola ver cada vez más deseable... En cierto momento sintió como el inexistente cuerpo del chico se pegaba al suyo, con sus pollas rozando y Gun pidiéndole que por favor lo ayudara con el calor interior que estaba sintiendo. Las manos de Off, fuera de su mente, fueron a su propio miembro descubriéndolo perfectamente erguido. Cuando descubrió esto salió de su imaginación un momento, para asimilar lo que estaba haciendo.

¿Qué apostamos? -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora