Capítulo 16

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Hermione se encontraba vomitando en el baño luego de haber desayunado, eso llevó a que pensara que había comido algo en mal estado. Severus quien miraba aquella escena desde el umbral de la puerta, estaba preocupado, no era normal que ella vomitara, pues llevaba haciéndolo desde hace dos días.

— Mañana vamos a San Mungo para que te revisen. —se acercó a ella para sobarle suavemente su espalda.

— No, seguro algo me cayó mal. No te preocupes. —le sonrió, pero aquello no tranquilizó a Severus.

— Eres demasiado terca, pequeña. —suspiró.

— Y tu demasiado sobreprotector.

— Vamos, Potter en cualquier momento vendrá para recoger a Sebastián y llevarlo al callejón Diagon por un helado. —le tomó del brazo para ayudarla a levantarse del suelo.

— ¿Será seguro que él vaya al callejón Diagon?

— No creo que nadie lo reconozca. —le acarició el rostro con su dedo índice para tranquilizarla.

El sonido de alguien tocando la puerta la distrajo, salió del baño para ver de quien se trataba. Volteó para ver a Severus y lo vio siguiéndola, cosa que le divirtió, casi nunca la dejaba sola, era como volver a estar en Hogwarts con él, cuando pasaban todo el tiempo juntos investigando y leyendo.

Abrió la puerta y sonrió al ver a su mejor amigo ahí parado con una sonrisa tímida, no había cambiado nada, excepto por el cabello, lo tenía más corto.

— ¡Harry! —se lanzó hacia él para abrazarlo.

El sonido de un carraspeo provocó que el pelinegro se alejara de ella con miedo y vio a su antiguo profesor y mejor amigo de su madre ahí parado con la cara seria.

— Profesor Snape, buenas tardes. —dijo tímidamente, aún no se acostumbraba a la idea que estuviera él con Hermione y tuvieran un hijo.

— Ya no soy su profesor. Ya se lo he dicho muchas veces.

— Sí, señor. Perdón.

— Voy a buscar a Seb, debe de estar leyendo en su cuarto.

Harry entró a la pequeña casa una vez que su amiga le diera espacio para que ingresara. Su hogar se veía cálido y le gustaba, le alegraba que su amiga fuese feliz. Se puso a mirar a sus alrededores y notó que la casa estaba repleta de fotos de ella y su hijo en distintos momentos, se acercó a una que le llamó mucha la atención, era una dónde se encontraba embarazada.

— Te vez hermosa en esta foto. —sonrió.

— Te estoy escuchando, Potter. —se escuchó una voz gruesa desde la planta de arriba.

Hermione río divertida, Severus sí que podía ser celoso cuando se lo proponía, pero causaba risa que le tuviera celos a su mejor amigo de años y que encima estaba casado con su mejor amiga.

— Vamos a la sala. —Hermione le tomó del brazo a Harry y lo guío hacia la pequeña sala que tenía. Ambos se sentaron en el pequeño sofá crema que tenía y se miraron, esperando a que uno de los dos hablara.

— Quiero preguntarte algo. —habló Hermione.

— Adelante.

— ¿Qué pasó con Ron? —preguntó nerviosamente.

— Se casó con Lavender y han tenido un hijo. Ahora trabaja con George y Fred en sortilegios Weasley. Paró su obsesión contigo luego que Snape lo golpeara, pues le gritó a Snape en el Ministerio que eras... bueno no deseo repetirlo, por lo que eso llevó a que Ron volviera a la realidad.

Recordando el pasadoWhere stories live. Discover now