Capítulo 1

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Hermione se encontraba en clase de Pociones, prestando atención de como se movía elegantemente el profesor Snape, ver al hombre agregar los ingredientes al caldero, le llenaba de un gran vigor y de un sentimiento que ni el mismo Ron pudo haberle hecho sentir en el breve tiempo que tuvieron su relación. Tal vez era deseo o solo una ilusión con su profesor, no quería indagar mucho en el tema, sobre todo porque no quería seguir pensando en aquel hombre que se encontraba frente a ella con su porte tan elegante, que sin notarlo había empezado a mirarla fijamente.

"Demonios"

Pensó Hermione al encontrarse descubierta, sintió como rápidamente los colores se le subieron al rostro, por lo que tratando de fingir avanzar su poción "rejuvenecedora", agarró alas de murcielago y lo agregó a la poción apresuradamente, agitando contra las manecillas del reloj, tres veces. Cuando Hermione se percató que había agregado el ingrediente equivocado, ya era demasiado tarde. La poción ya había cambiado de color, pasando de un amarillo oscuro a uno verde oscuro, alertando al profesor que no había dejado de observarla en ningún momento.Severus se acercó iracundo hacia el lugar de la castaña por la incapacidad de realizar una poción tan sencilla y por arruinar sus ingredientes que tanto le costaba recolectar. Al acercarse lo suficiente para regañarla, vio que la joven trataba de hacer todo lo posible para arreglar la poción, pero ya no había tiempo, esta ya había empezado a expulsar pequeñas erupciones de vizcocidad verde, por lo que no era nada bueno y eso le preocupó.

—¡Salgan todos, es una orden!

Los alumnos no lo pensaron dos veces y salieron apresurados del aula, excepto cierta sabelotodo que aún se encontraba parada en su mismo lugar viendo hacia la poción sin creer que había cometido tan fatidico error, siendo ella la mejor de la clase.

—Granger, creo que hablé claro. —Snape arrastró las palabras.

—Yo no sé que hice, perdón, todo es mi culpa. Yo trataré de arreglar la poción.

Hermione se acercó más a la poción, que ya se encontraba próxima a estallar para tratar de arreglarla, pero Snape en un movimiento rápido utilizó protego sobre su alumna porque ya era demasiado tarde para hacer algo y olvidándose de él, después de todo él no importaba le debía a su alumna ese favor por haberlo salvado de la mordedura de Nagini y de haberlo cuidado en san Mugno, ahora se encontraban a mano.

La poción explotó llenando todo el salón de una cegadora luz verde, junto con una vizcosa mezcla verde oscura que cubrio todo el salón.

El escudo que el profesor Snape había invocado, desaparecio, revelado a una Hermione asustada e imaginandose lo peor. Creyendo que su profesor se encontraba muerto, lo buscó por toda el aula, encontrando solo parte de la mezcla vizcoza por todos lados, hasta que vio que en una esquina que algo se movía. Temerosa y con varita en mano, se acercó para defenderse, pero notó que se trataba parte de la vestimenta de su profesor, por lo que corriendo apresurada se acercó al moticulo de ropa que se encontraba en el suelo. La capa negra de Snape cubría el cuerpo, por lo que despacio movio el pedazo de tela, dándose con la sorpresa que no se encontraba el temible profesor, sino un joven de mas o menos su edad y con el ceño fruncido que se trataba de sacudir el resto de mezcla verde y viscosa.

—¿Quién eres? —empuño la varita el muchacho desde el suelo al notar la presencia de Hermione.

—Lo mismo te pregunto a tí. —respondió Hermione con el mismo tono hostil.

—¿Cómo sé que no eres una aliada del cerdo de Potter? ¿y por qué tengo esta extraña ropa? —Habló enfurecido entre dientes.

—¿Harry?


—¿Quién es Harry? —apretó más la varita. — ¿Potter no era hijo único?


—¿De qué Potter me estás hablando tú?


—Del imbécil de James Potter. —dijo con asco.


—¿Como te llamas? —preguntó Hermione bajando la varita.


—Severus Snape —respondió el muchacho parandose extrañado.

En ese momento, Hermione pudo apreciar que el muchacho traía la ropa de su profesor, solo que esta le quedaba holgada. Severus de dieciocho años se veía apuesto, su piel cetrina y su mirada penetrante llamaban la atención, sus ojos aún tenían el brillo que la guerra y Dumbledore aún no le habían arrebatado, se veía jovial y apacible, no traía ese rostro de amargura hacia la vida que siempre traía en clase.

—¿Qué me miras tanto? —preguntó un poco sonrojado, pero sin dejar el tono hostil.

—Te tengo que llevar con la Directora. —dijo sin preambulos la castaña.

—¿Directora? —hizo una pausa. —¿Y el Director Dumbledore?

Hermione no respondió, por lo que dándole la espalda al muchacho, empezó a caminar hacia la salida, sin la seguridad que Snape joven la siguiera. Luego de un rato sonrió al escuchar como los zapatos del joven eran arrastrados atrás de ella, al parecer las botas también le quedaban grandes, cosa que le causó gracia.

Al llegar a la puerta de la oficina de la directora, Hermione tocó tres veces para avisar que deseba ingresar. La directora les dio permiso de ingresar a la oficna abirendoles la puerta con un movimiento leve de varita. La profesor McGonnagall se encontraba revisando algunos papeles cuando fue interrumpida por alguien, no quiso levantar la vista hasta que escuchó la suave voz de una de sus alumnas que más estimaba parada frente a ella con alguien a sus espaldas. Su sopresa fue grande al encontrar a un Severus joven y con las expresiones suaves, tal como lo recordaba de sus años de estudiante junto a su alumna más prometedora, mirandola con el rostro relajado.

—¿Severus? —hablo sorprendida.

—Digame Profesora. —habló respetuosamente.

—¿Cuántos años tienes? ¿y en qué año te encuentras?

—Dieciocho y me encuentro en séptimo año ¿no lo recuerda? —dijo un poco burlón.

—¡Por las barbas de Merlín!

—Profesora ¿Dónde se encuentra el profesor Dumbledore? —preguntó Severus ya impanciente.

La profesora McGonagall dirigió su mirada a Hermione, que había permanecido callada en su sitio con la cabeza baja.

—Me temo que me encuentro aquí, muchacho.

Severus levantó su mirada hacia la voz y notó que Dumbledore se encontraba a lado de los cuadros de los antiguos directores fallecidos de Hogwarts.

—¿Dónde me encuentro? —preguntó viendo ahora a todos con extrañeza.

—Te encuentras fuera de tu época, muchacho. —habló tranquilamente el antiguo Director.




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Bueno amigxs lectorxs les traigo una nueva historia de Sevrus y Hermione, ahora que m eencuentro mejor he podido subirla, espero que les guste. Esta historia ya la tengo avanzada así que estaré actualizando cada lunes.

Por cierto Simplemente nosotros, que es mi otra historia ya la estoy avanzando, asi que un poco de paciencia, muchas gracias por todo el cariño, los quiero, nos leemos pronto.

Recordando el pasadoWhere stories live. Discover now