Sólo sentía los labios de esa rubia. Ella era fuego puro al cual no me importaba quemarme.
Sentirla así tan cerca era algo que no podía imaginar en mis más perversas fantasías. Como yo iba a pensar que una mujer como ella que parecía un ángel se me iba a acercar así y besarme de esa manera.
—Serena— sólo de mi pudo salir esa palabra.
—Darien llévame a un lugar más privado por favor— me decía mientras besaba mis labios.
Yo solo pude cargarla mientras la llevaba en mi auto, al diablo ella quería un lugar privado eso tendría.
—Darien, así bésame mas hazme olvidar todo... Sólo hazme olvidar por favor— tenía una súplica en su voz que yo no entendía. ¿Que era lo que quería olvidar? pero sabía a que se refería... Yo en sus labios hasta podía olvidar mi nombre.
Cuando llegamos a mi apartamento la baje en mis brazos aún cargándola apenas podía caminar de lo mareada que ella estaba. —¿Serena, estas segura que quieres hacer esto?— le decía mientras abría el elevador.
—por favor solo... Bésame... Y no hables— me decía mientras me acorralaba a la esquina...
¿Quien era yo para negarme? solo era un títere en el que ella solo movía mis hilos. Sólo escuchaba como la puerta se habría y serena se trepaba a mi cintura solo sus piernas me abrazaban fuertemente. Mientras sus labios no se apiadaban de mi.No se ni como llegue a mi apartamento pero ahí estaba. Sólo la acosté en mi cama, pero antes solo pude admirar su cuerpo desnudo, yo no podía creer como una diosa, podría estar con un simple mortal como yo.
—serena eres tan hermosa— le decía mientras mis manos no se apiadaban de su cuerpo.. Sólo la quería sentir... Quería tenerla sentir que era mía...
No se porqué pero tenía miedo a que esto fuera un sueño y esta diosa que tenía ahora a mi merced desaparecería en la mañana.Eso me atemorizaba yo no la quería para sólo un rato ya que tenía el privilegio de probar su cuerpo quería seguir probando el manjar.
—oh Darien... Por favor bésame— me decía mi diosa que me agarraba de mi playera y me besaba. Sólo podía sentir sus labios hambrientos teníamos una batalla en la que ella era la ganadora y yo feliz de que ella ganará... Ella era mi diosa...
—¿Serena por que tengo esta necesidad de ti?— le decía mientras probaba su cuerpo.
Ella era lo más delicioso que he probado. Su sabor era adictivo, un sabor que jamás me cansaría de probar.—Darien.— sólo escuchaba como mi ángel gemía mi nombre... Eso me decía que ella lo estaba disfrutando tanto como yo. Pero quería sentirla, sabía que esta necesidad me quemaría vivo.
—Serena necesito sentirte— le decía jadeando mientras me acomodaba en su entrada. Pero lo que no me esperaba era lo siguiente. Ya que había una inesperada barrerá.
—ahhh— solo oía como ella gritaba mientras unas lágrimas adornaban su rostro.
—perdóname Serena— le decía sintiéndome mal de haberla herido.
—no te preocupes, solo sigue por favor y no pares— me decía mientras capturaba mis labios.
Arremetí contra ella mas fuerte solo sentía que ella se movía más ella quería más, lo sentía en su cuerpo... En sus besos... En todo —ohhh Darien... Más por favor más— me decía mi princesa mientras más arremetía contra ella.
—Serena— gemía su nombre mientras me venía en ella, sólo podía ver como ella se retorcía parecía una serpiente a la cual acababan de matar de el más adictivo placer.
—ohhhh Darien— solo con ese hermoso sonido, me entregué a merced de morfeo... Mis ojos ya no podían, esto era para todo lo que aguantaba.
Al otro día al despertar, quise abrazar al ángel que había estado conmigo anoche... Pero no encontré nada, sólo un lugar vacío. Pensé que había sido un sueño de esos sueños en los que uno no quiere despertar... Pero sabía que estaba equivocado ya que mi espalda me quemaba de la uñas que ella me había enterrado. Además que en mi mesa estaba una pulsera dorada con una luna que ella llevaba en su mano, pero mi Serena no estaba.
No se por que desaparecería de esa forma, después de darme el placer más grande solo desvaneció. ¿Como era posible que me haya echo esto? Por qué lo haría, sólo se entregó a mi y desapareció... ¿Por qué? No me importa que haga pero la tengo que encontrar, no me cansare hasta que ella sea mía otra vez... Ella es mía.
Yo quiero ser su único dueño... Quiero ser el único que comparta su vida... A sí me pase una vida entera, yo encontraría a Serena...
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Escápate conmigo.
RomanceDarién es un gran hombre de negocios que pensaba que su vida estaba bien y era tranquila. Hasta que conoció a esa hermosa rubia.