Siempre lo mismo... (Drarry/Harco)

13 De Agosto

La oscuridad y penumbra se desplazaba ocultándose y desbaneciendoce con los primeros rayos de luz del amanecer. Las sombras se iban aclarando dando paso a la vista del lugar, y conforme se desvanecían las sombras una imperceptible presencia las seguía.

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Harry abrió lentamente los ojos, ubicándose una vez más, no importaba cuántos días pasarán, siempre se sentía desubicado al despertar en ese lugar. Pasados unos minutos optó por estirarse y sentarse en la cama, vagando la vista por la habitación que todavía no estaba completamente iluminada, por la hora. Soltó un suspiro acompañado de una leve sonrisa, seguidamente se levantó e irguió completamente de pie. Dirigiéndose calmadamente hasta el baño de su habitación se pasó las manos por el pelo, sin importar cuanto tratara seguía siendo algo des controlable, al menos para él, cuando Draco lo peinaba su cabello mágicamente cedía él control y lograban acomodarlo para que se viera decente, a palabras de Draco.

Al llegar a este vio como había una muda de ropa preparada colgando a un lado, se le hacía raro, hace días que el mismo ya había estado escogiendo su ropa ya que ya tenía un poco más decente el gusto, de nuevo, Draco. Decidió no ponerle mucha atención a ese tema, así que se dirigió a tomar un baño en la tina, aún tenía buen tiempo para arreglarse y salir a desayunar.

Ya después de un relajante baño, procedió a verificar la ropa que habían puesto ahí, eran unos ya comunes para él pantalones de vestir negros, junto con una camisa del mismo color con pequeños adornos en las mangas y cuello, color plata. Y si bien eso no era algo común, lo que lo desconcertó fue la túnica que estaba junto a todo esto, y al poner-cela noto que era bastante lujosa ya que la tela que había creído negra, según la iluminaba la luz se tornaba de un leve brillo azulado un estilo tornasol opaco, que no llegaba a ser de mal gusto. Nunca lo habían hecho vestir eso, realmente no recordaba que ni Draco lo hiciera, al menos no cuando sólo se quedaría en la casa. Junto con su calzado negro, prosiguió a tratar de acomodar su pelo, que como había dicho antes, solo cooperó lo suficiente para no parecer que se acababa de levantar.

Luego de estar completamente listo se encaminó por los pasillos que ya conocía, andaba calmadamente, con las manos en la espalda, manía que se le había pegado desde que empezó a tomar clases con Draco, ya que la de modales eran las de mayor urgencia por su desfachatez, nuevamente, palabras de Draco. Debía admitir que no le eran tan pesadas, tal vez las de historia si, porque, quien diablos soportaría esas sin que le de sueño?. Por lo visto, Draco, ya que le pegaba en la cabeza con un libro siempre que tenía la osadía de dormitar mientras le explicaba algo. Pero aparte de eso encontró interesantes las clases que significaban ver a Draco hablando orgullosamente de tradiciones y modales dignos de alguien en su posición. Claro está los primeros días no fueron fáciles, las comidas, las caminatas, la forma de sentarse, las horas sentado completamente erguido y leyendo, el tardar mucho al hablar por tener que detenerse a escoger las palabras correctas... Era cansado, y difícil. Al principio Draco tenía que venir a tocar su puerta insistentemente o a veces incluso entrar para sacarlo a la fuerza de la cama. Pero... Todo eso es solo un divertido recuerdo para él en ese momento, Draco llegó a sorprenderse, aunque no lo admita en voz alta, de su rápido aprendizaje y asimilación de sus modales y algunas materias, en un momento llegó a decir que podría ser debido a su descendencia, que aunque no es sangre pura como tal, su poder y padres le dan un grado de categoría a su ser. Y vaya que lo agradecería, el ver una suave expresión de orgullo en el rostro de Draco con ciertas acciones de su parte, le encantaba. Sobretodo cuando vio cómo llegaba temprano a desayunar sin que lo obligará a levantarse.

Ese día en específico, se levantó temprano para poder ver esa expresión nuevamente, ya era como su rutina, y siendo sincero, creía que se veía bastante bien con la vestimenta que llevaba ese día. Aún sin saber exactamente el motivo de esta.