Siempre lo mismo... (Drarry/Harco)

El Esperado Cambio

Harry se encontraba en la sala común de gryffindor, estaba sentado frente a la chimenea. Con su varita entre sus manos, dándole vueltas ansiosamente, comprobaba la hora repetidamente con un tempus, tratando de mantener la compostura. Tenía la capa de invisibilidad a un lado suyo, ni un solo alma se veía por el lugar, después de todo ya casi era media noche en ese momento, y la mayoría se encontraban cansados por el viaje hasta ese nuevo año de clases. Harry esperaba que faltarán diez minutos para las doce, ya que a esa hora partiría hacía las mazmorras.

Cuando el momento llego, tomó su capa y salió silenciosamente de la sala, atravesando el retrato, que lo miró con mala cara. Sin prestarle importancia, se coloco la capa, y con el mapa del merodeador partió en dirección a las mazmorras, donde acordó con Draco que en encontrarían en la puerta de la casa de este. Sí había algo que realmente pudo haber llegado a apreciar un poco de los Potter, fue la oportunidad de tener esos objetos y tan útiles, más para esos momentos. Tenía que hablar con alguno de sus padres rápidamente, no quería tener que soportar a sus compañeros por demasiado tiempo. Por medio del mapa pudo evitar exitosa mente un enfrentamiento con Filch.

Cuando logró adentrarse a las mazmorras, aprecio el frío que rodeaba el lugar, le agradaba bastante. En poco tiempo llegó hasta la entrada de la casa de los slytherin, donde justamente el rubio ya se encontraba en su espera. Con una sonrisa se acercó hasta él, quien ya lo había vuelto a ver al sentir su presencia. Encontrándose frente a frente Harry no supo bien el cómo actuar, porque, deseaba besarlo, deseaba mucho besarlo. Sin embargo, no sabía si podía simplemente hacerlo así con él rubio, y no quería llegar a cometer una imprudencia con este.

Después de intercambiar unas miradas con el otro, supo que el rubio estaba a la espera de algo, mordiéndose levemente los labios. Harry optó por seguir lo que obviamente deseaban ambos. Lentamente recortó la distancia entre ellos, tomó con una mano la cintura de Draco, acercándolo, y con la otra la mejilla, donde el rubio hizo el gesto de apoyarse suavemente en esta. Levantando levemente el rostro de Draco, unió finalmente sus labios. Como la otra noche, empezó con unos simples roces, disfrutándolo, después de unos momentos los leves movimientos comenzaban a tomar fuerza, mordiendo durante momentos los labios del otro.

Después de degustarse durante unos minutos, se separaron breve mente, donde Harry optó por dirigir por medio de pequeños besos, sus labios desde la boca del rubio hasta la mejilla y cuello de este. Al terminar su camino, y reposando varios pequeños besos en el último punto, se separó completamente de Draco. Solo dejando como unió una de sus manos suavemente entrelazadas.

Sin decir más, el rubio lo jalo y guió por medio de los conocidos pasillos, dirigiéndolos hasta la habitación del líder de esa casa. Su papá, Snape. En cortos momentos ya se encontraban frente a la puerta de este. Y tocando suavemente, espero a que el profesor les abriera. Sin embargo este tardó un poco más de lo esperado, sin dejar pasar un solo ruido desde dentro de la habitación.

Cuando se disponía a volver a tocar, la puerta se entreabrió suavemente, mostrando el gesto de disgusto del profesor, que cambió rápidamente al ver quienes eran, justo al reconocerlos abrió completamente la puerta, adentrándose nuevamente en la habitación, dejándoles espacio para que pasasen. Al entrar notaron una segunda figura en su habitación, Harry reconoció a su padre, que se encontraba de pie al lado de un escritorio, mirándolos interrogativamente.

Harry repaso un momento la situación en su cabeza. Ya era tarde, y al llegar su papá tardó en abrir, cuando odiaba eso, además de que adentro se encontraba casualmente su padre de pie, y recalcando que por lo visto la habitación tenía un silencio puesto, ya que no oyó voces desde el exterior. Harry sonrió bastante con las cejas arqueadas hacia sus padres.

-Nosotros... Interrumpimos algo...?- la sonrisa no disminuyo en su cara, mientras Draco le daba un manotazo a su costado, regañándolo. Su Snape torció el gesto y coloco una mano en su frente con exasperación, mientras lo miro Tom con su gesto imperturbable.