Siempre lo mismo... (Drarry/Harco)

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Harry bajo rápidamente hasta el salón principal, donde estaba la chimenea pr la cual harían el viaje hasta la estación. Se encontraba emocionado y nervioso por lo que sucedería en cuanto hiciera acto de presencia frente a los que antiguamente lo conocían. Claramente iría con la frente en alto, le encantaba en lo que había cambiado, y sabía que seguramente eso sería lo que más detestaran aquellos que andaban detrás suyo.

Se había despedido ya hace un par de días de sus padres, quienes partieron antes para resolver sus asuntos, estos le habían dado ánimo y apoyo, recordándole que estarían ahí mismo, en Hogwarts, por si llegaba a suceder algo o necesitará hablar con alguien. Aunque para lo último, sabía a quién recurriría primero...

Los Malfoy se encontraban cerca de la chimenea, conversando, los mayores al verlo llegar le saludaron atentamente, pero inevitablemente su atención se dirigió al menor de los Malfoy. Aún con el vivo recuerdo de la noche anterior, supuso que el rubio adoptaría su actitud reservada sin mirarle fijamente. Más se llevó una sorpresa al ver que este lo recibia con una suave sonrisa, con tintes de emoción pintando su expresión.

Caminando, ya calmadamente, y atravesando el salón, se coloco frente a los Malfoy, intercambiando los ya comunes saludos, y preguntando como siempre sobre su descanso de la noche anterior. Aguanto una pequeña risa al recordarse revolviéndose en su cama tratando de conciliar el sueño, sin poderlo, recordando emocionado lo bien que había salido todo esa noche. Sus hormonas de adolescente como un huracán en su mente. Junto a esto el echo de que por fin ese día daría un vistaso de lo que era su pasado y estaba evitando desde que llegó a ese lugar.

Después de hablar un poco con Lucius y Narcissa, dirigió su vista a Draco, quien se la devolvió, manteniéndola durante unos momentos, sin decir nada. Narcissa para ese momento tomó el brazo de su esposo, diciendo que se adelantarán y que los esperarían aya, jalando a Lucius y ya posicionada en la chimenea,  giño un ojo en dirección a ambos adolescentes, sacando un resoplo de risa a Harry.

-Tu madre sabe algo de...? - dejó sus palabras en el aire, haciendo un gesto entre ellos, ya después de que ambos adultos desaparecieran por la chimenea. El rubio puso una expresión pensativa escuchando su pregunta, para después hacer un gesto de másomenos con su cabeza, con una leve sonrisa.

-Madre suele tener... Visiones?- se cuestionó a él mismo, dudando. - En el lago, donde te gusta ir, ella también suele pasar sus ratos libres aveces. Me ha contado que hay veces que el reflejo del lago le muestra cosas, no visiones como tal ya que no es tan claro. Simplemente le da indicios sobre cosas que sucederán... Recomendaciones, se podría decir. - Riendo un poco ante la cara de admiración de Harry, siguió hablando. - De echo, creo que es gracias a eso que te haya encontrado aquel día en el callejón. Ese día mi madre había sido muy insistente en que fuera a comprar mis propios materiales, para que además le hiciera un favor. Y justo cuando me dirigía hacia donde ella me dijo, te vi en medio de aquel lugar... - Draco bajo un poco la mirada al recordar el estado del otro en ese momento, suspirando. - Nunca le pregunté...
Pero tendría bastante sentido que así fuera. Por eso no me extrañaría que haya visto algo sobre... Eso. - comentó ya algo sonrojado.

Harry cómo de costumbre se divirtió con el nerviosismo de Draco por ese tema. Tampoco es que hubiera hablado mucho de eso, después de lo sucedido la noche anterior guardaron silencio, sólo observándose, más que todo. Aunque el suponía que se podría decir que tenían "algo" sin especificar de momento. Pero claramente para Harry, estaban saliendo, o al menos eso quería.

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Supo que se sentiría nervioso en ese momento, era obvio para él. Lo que no imagino es que estaría, TAN, nervioso. En esos momentos estaba apuntó de adentrarse en el andén del expreso a Hogwarts. Todos lo verían como es ahora, murmullos y comentarios mal disimulados rodeando le, pero, él sabía que toda su vida había sido realmente así. No sería nada nuevo, al menos para él, desde que llegó al mundo mágico era la comidilla de los chismes entre magos, esta vez al menos, era por algo que el eligió y de lo que se sentía orgulloso,feliz.