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✧.*ೃ༄ • Título: Talk Dirty To Me ✧.*ೃ༄ • Anime: Assassination Classroom ✧.*ೃ༄ • Personaje: (Adult) Shiota Nagisa ✧.*ೃ༄ • Protagonista: Aliwen Kamu ✧.*ೃ༄ • Género: Romance ✧.*ೃ༄ • Universo: Original ✧.*ೃ༄ • Cantidad de palabras: 4.201. ✧.*ೃ༄ • Relato realizado por:detroitxcam.
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Sus ojos brillantes tan azules como el océano se paseaban por cada estudiante del aula a medida que entregaba nuestros respectivos exámenes. En cuanto mi nombre salió de sus labios con una voz relativamente aguda debido a su timbre de voz, me levanté de mi asiento y caminé hasta su escritorio. Shiota-sensei me entregó mi exámen con una pequeña mueca antes de rápidamente llamar al siguiente alumno en la lista.
Arrugué mi nariz en cuanto vi la calificación; había sacado cuarenta y siete, y necesitaba setenta para no repetir el curso. Mis párpados se cerraron, atrayéndose como dos polos opuestos con bastante fuerza, y arrugué el trozo de papel, sin importarme que mi profesor se haya percatado de mi molestia. Caminé hasta mi lugar con frustración, dejándome caer en la silla con pesadez y pensando en cómo le diría a mi mamá que reprobé y que tendría que repetir el año.
Veía a mis demás compañeros, todos celebrando sus buenas calificaciones mientras que yo, esperaba buscar una solución para no repetir. Mi pie se movía con ansiedad mientras me mordía las uñas pensando qué podía hacer. Tal vez podría hacer un informe o un ensayo que Shiota-sensei pueda promediar con la nota de mi exámen para al menos subirlo un poco, aunque para eso, la actividad sumatoria tendría que estar perfecta.
-¿Cómo te fue, Kamu?
Ni siquiera me digné a responderle a mi compañera de banco, y de reojo pude ver cómo su sonrisa se borraba al ver mi cara de querer matar a cualquiera que se me cruzara, a la vez que escondía su prueba con una calificación casi perfecta. Se dio media vuelta y comenzó a hablar con otro grupo de nuestros compañeros, mientras estos discutían a qué universidad iban a asistir.
La campana sonó indicando el fin de la hora y el regreso a casa. Sensei felicitó al curso en forma general por la buena nota del exámen final y poco a poco, el salón empezó a vaciarse, aunque no quité los ojos de mi maestro de cabellos celestes en ningún momento. Observaba a detalle el cómo sonreía a cada estudiante que se despedía de él y les felicitaba, como si estuviese orgulloso de sus calificaciones.
Algo que llamó mi atención de Shiota-sensei, era su forma de enseñar bastante peculiar. Podía parecer todo un rollo de canela y el profesor más dulce e inocente que haya tenido jamás. Pero si se enojaba, sus ojos perdían brillo y un aura oscura lo envolvía completamente, haciendo que cada uno de nosotros pudiera sentir algo bastante temeroso emanar de él: una inmensa sed de sangre. Pero no todo terminaba ahí. Además de tener ambos lados, de cada error que cometíamos lograba sacar una enseñanza, y dar una lección de vida o algo por el estilo, algo muy típico de él y que no tenían nuestros otros profesores.
