Annie's extras: Bright years

Mudanza

Finales de Octubre, 2003

Annie doblaba su ropa para meterla en el bolso con el hechizo de expansión que había hecho después de que le quitaran el suyo en Malfoy Manor.

Ese día, Harry, Issa y Annie se mudarían a la casa que habían comprado. Lo habían estado postergando ya que prefirieron que primero se instalara la Red Flú y construir la cocina antes de poder mudarse. Annie aún no la había visto, Harry quiso que fuera sorpresa para ella.

Y por eso estaban empacando para poder salir del departamento. Sus cosas personales estaban en las cajas esperando a ser encogidas por Annie para meterlas al bolso y transportarlas más fácilmente.

Además, esa tarde saldrían al mundo muggle para poder comprar muebles e ir también a San Mungo para que Annie tuviera un chequeo, asegurarse de que el bebé estuviera bien.

-Ya está empacado lo mío -dijo Issa entrando a la habitación. Traía un par de cajas y unas maletas donde estaba su ropa.

-Puedes ponerlas en el bolso -dijo Annie señalándolo, que estaba en el buró- ¿Harry no ha llegado?

-Aún no. Creo que traerá comida para no ensuciar la cocina -dijo Issa encogiendo todo y colocándolo en el bolso.

-¿Lo de la cocina está empacado?

-A eso voy -dijo Issa saliendo de la habitación. Annie siguió doblando su ropa y la de Harry que no había alcanzado a acomodar. Suspiró. Había pasado demasiado tiempo en ese departamento y le había agarrado un inmenso cariño. La vista era extraordinaria, la ubicación...

Cuando por fin terminó, con un movimiento de su mano encogió todo y se dispuso a acomodarlo dentro del bolso, que estaba dividido por secciones para que estuviera ordenado.

Escuchó el sonido de la puerta principal y el saludo de Issa mientras ella estaba cerciorándose de que todo estuviese bien ordenado para no tener complicaciones después.

-Hola -saludó Harry entrando a la habitación. Annie se giró y le sonrió. El azabache se acercó para besarla y después se arrodilló para dejar un beso en el estómago aún plano de Annie- hola, bebé.

La castaña sentía un nudo en la garganta cada que Harry hacía eso. Se sentía tan especial y hermoso que Harry se diera el tiempo de saludar al bebé.

-¿Ya quedó todo? -preguntó Annie cuando Harry se puso de pie.

-Sí. Tenemos hasta las nueve de la noche para dejar el departamento y también tenemos que dejar las llaves sobre la mesa de la cocina -dijo Harry ayudando a Annie a guardar las cosas.

-Será raro no vivir aquí -murmuró Annie yendo hasta el baño y guardando todo lo personal.

-Lo sé.

Issa volvió a entrar en la habitación con más cajas levitando tras ella.

-¿Edward sabe que nos mudaremos? -pregunta la rubia.

-Es una sorpresa -dice Harry, que ha tenido que guardar todo ese tiempo aquel "secreto". Todos los días Harry se quedaba un poco más tarde en Hogwarts para pasar un poco de tiempo con el niño, a quien le estaba yendo muy bien junto a Alex.

-Creo que estamos listos -dijo Annie guardando las últimas cosas del baño.

-Lo de Edward ya esta guardado, lo del otro baño, la cocina -murmuró Harry.

-Lo mío también lo tiene Annie -aseguró Issa.

-Es hora de irnos entonces -dijo la castaña suspirando. Se colgó su bolso en un hombro y los tres salieron de la habitación, después de darle un último vistazo.