Capítulo 11: ''La fiesta''

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Imaginen un sonido ruidoso sonar bajo tu oído mientras duermes placidamente...

Molesto, muy molesto, ¿no?

Pues mi alarma está sonando bajo mi almohada a las 8:00am y sé que es esa hora porque la programé ayer. Vine a la playa a disfrutar no a dormir.

Meto mi mano bajo la almohada y la apago. Trato de moverme pero me es imposible, me agarran por la cintura como si fuera un oso de felpa.

!Ach!. Olvidé que estoy compartiendo la cama y habitación con Dylan. ¡Si será descarado!. Le dejé bien claro antes de dormir que no podía pasarse a mi lado de la cama y ahora mírenlo, me abraza.

—¡Dylan suéltame, mierda!— le grito para que se despierte mientras me quito bruscamente su brazo de encima.

—¿Qué pasa?— pregunta en un bostezo y trata de abrir los ojos.

—¡Que no soy tu jodido oso de felpa, eso pasa!— salgo de la cama y estoy que suelto fuego por las orejas del enfado. Ya arruinó mi mañana, ¡fantástico!.

Él ni caso me hace, se voltea del otro lado de la cama y sigue durmiendo.

Hace un día precioso y pienso aprovecharlo aunque ya mi mañana no tenga mucho remedio. Busco en el closet que ponerme y después de varios minutos pensando (soy muy, muy indecisa) decido ponerme un traje de baño negro sencillo, unos shorts de tela negra también y unas sandalias de correas blancas para contrastar.

Una vez lista bajo a desayunar y me encuentro solamente con mi padre preprando un tarro con cereales y leche.

—Buenos días al padre mas hermoso de todo el mundo— le doy un beso en la mejilla y voy a la nevera.

—Buenos días cariño. ¿Qué tal dormistes?. ¿Dylan hizo algo indevido?

—No papá, tranquilo— que me halla abrazado es algo irrelevante, supongo que no está acostumbrado a dormir con una chica sin tocarla, pero no volverá a pasar.

—Solo me aseguraba. ¿Quieres cereales?

—No gracias, comeré tostadas. ¿Hay mantequilla?— adoro la mantequilla y sí, sé que es muy mala para la cara porque te da acné pero no la como en grandes cantidades.

—Si, está sobre la meseta— me responde

Termino de preparame uns cuantas tostadas con mantequilla y un enorme vaso de zumo de lima y me siento a desayunar junto a mi padre.

La compañía familiar es muy buena. Con mamá tenemos una especie de ritual mañanero que consiste en desayunar juntas, no importa lo apresuradas que estemos o lo que tengamos que hacer, debemos desayunar. Es uno de los pocos momentos del día en el que hablamos de nuestras cosas y se siente muy a gusto. Su trabajo le roba muchísimo tiempo.

Ayudo a mi padre con la losa y justo cuando terminamos bajan los chicos en sus trajes de baño, de seguro van a la playa.

—Buenos días familia— saluda Abby.

—¿Tan temprano y a la playa?— pregunta papá.

—Así es Erick, no queremos arruinar el hermoso bronceado que tenemos— bromea Dylan.

—¿No vienes con nosotros Kathy?— oh, si supieras Abril, si supieras.

—No puedo

—¿Por qué?— me la llevo a la sala de la mano, no quiero que todos en la casa se enteren de mi problemilla.

—Ayer me bajó Andrés y no vine preparada.

—Ohh. No te preocupes, tengo la solución a tu problema. Ve a mi habitación y busca en el closet, en algún lugar tengo unos cuantos tampones, viene preparada—me guiña un ojo—Te esperamos en la playa.

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2020 ⏰

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