🔹️06

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-Los dos días más importantes de tu vida, son el día en que naciste, y el día en el que encontraste para qué

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-Los dos días más importantes de tu vida, son el día en que naciste, y el día en el que encontraste para qué.-

Ya estaba lista. Había tomado mis cosas y moría de ganas de dormir; estaba exhausta. Parecía que el universo no quería dejarme descansar.
Salí del vestuario y me dirigí al ascensor, rezaba porque nada interrumpiera mi salida, mucho menos algo (o alguien) que iniciaba con Richard y terminaba con Webber.
Entré al aparato y marqué el botón del vestíbulo.
El ascensor comenzó a bajar, pero antes hizo una parada, dejando entrar al doctor Shepherd, quien parecía que iba de salida también.
No tenía ningún problema con él. Apenas lo había conocido y parecía un buen hombre; algo egocéntrico para mí gusto, pero me caía bien.
El ascensor llegó al piso indicado y ambos bajamos.
Vi la figura de Meredith mirando hacia nuestra dirección así que supuse que estaba esperando a alguien. ¿Me estaría esperando?
Paré un momento, ya que mis cordones se habían desatado e inmediatamente me agache a atarlos.
Al levantarme, Meredith estaba con Shepherd.
¿Acaso estaban saliendo?
Me sorprendí al verlos juntos, pero luego vi que una mujer, pelirroja, bastante coqueta y más alta que Meredith, se acercó, y, pocos minutos después, se fue con el hombre.
Merdith parecía estar a punto de llorar. De hecho no estaba comprendiendo la situación, así que decidí ir a ver lo que sucedía.

-Hey, Mer. ¿Todo bien?-

-Sí- dijo, intentando no llorar.
Inmediatamente la abracé.

-Si quieres, te acompaño a casa.-

-De hecho, creo que me agradaría tu visita.- dijo con una sonrisa algo forzada.

Posé mi brazo al rededor de su cuello y ambas salimos del hospital.

-¿Tienes auto?- pregunté.

-Ajá- asintió triste.

-Yo conduzco.- dije, mientras le hacía una señal de que me diera las llaves.
Esta entendió bien y las puso sobre mi mano.
Ambas subimos al vehículo y comencé a conducir.
Meredith parecía tener la mirada perdida, tenía los ojos cristalizados pero también se le podía ver la ira en su rostro.

-¿Quieres hablar del tema?- pregunté mientras frenaba en un semáforo.
Esta negó con la cabeza, sin dirigirme la mirada, y arranqué mientras la luz cambiaba.

-Supongo que estás viviendo en la casa de mamá.- dije algo confundida respecto a donde me dirigía.
Meredith solo asintió con la cabeza, ya conocía muy bien el camino a esa casa.
En pocos minutos ya estábamos en la puerta. La rubia abrió y ambas entramos.
Me sorprendí bastante al encontrarme con Stevens y O'Malley en su casa, no tenía ni idea que vivían juntos.

-Mereredith, no hay azúcar.- se quejó O'Malley mientras observaba un pote vacío.
Al levantar la cabeza se dio cuenta de mi presencia e hizo silencio.

-Meredith, ¿cómo es que vives con internos?-

-Ella también es interna.- dijo George  confundido.

-Eso lo sé, O'Malley.- dije rodando los ojos y con un gesto de obviedad.

Meredith solo subió a su habitación y cerró la puerta con fuerza.

-¿Sale con el doctor Shepherd?- pregunté.

-Así es. Se quedó una semana aquí, fue incómodo desayunar con un jefe.- dijo O'Malley.

-Yo también soy tu jefa, George y espero que no resulte incómodo desayunar en el mismo espacio.- dije en tono de broma, a lo que Izzie rió.

-Iré a ver a Mer.- dije, y subí las escaleras.

Golpeé la puerta y esta sin querer se abrió, dejando ver a la rubia con una botella de tequila en sus manos.

-Estaba casado.- dijo simplemente la chica -dormí con un hombre casado- repitió.
A lo que comencé a entender la situación.

-Pero... no lo sabías Mer.- dije mientras me sentaba a su lado.

-Me hizo quedar como una idiota.-

-No es tu culpa. Él fue quien no te dijo la verdad.- dije interrumpida por Izzie y George, quienes entraron a la habitación.

-Entonces, ¿doctor encanto es casado?- dijo Izzie sorprendida.

-No queríamos escuchar, es solo que las paredes, son...las paredes.- dijo George nervioso ante mi presencia. Le ponía los pelos de punta.

-Lo sé, George. Crecí en esta casa.- dije y comencé a reírme.

-Que idiota soy.- repitió Meredith mientras le daba otro sorbo a la botella.

-¡Hey! ¡déjame un poco!- me quejé y le arrebaté la botella, para darle un sorbo.

George e Izzie se sentaron en el suelo intentando animar a Meredith. La conocía muy bien y sabía que la forma de ayudarla era tomando tequila y hablando de cualquier otro tema por un rato.
Después de eso, el tema volvería y empezarían a salir las lágrimas.

-Juro que cuando vuelva a ver su cara, voy a estampar mi puño en ella.- dije mientras seguía bebiendo.

-Quedé humillada frente a la esposa.- repetía la rubia apenada.












Seguimos el resto de la noche charlando y tomando tequila, tan así, que no recuerdo en qué momento me quedé dormida.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, y, a mi alrededor estaban los 3 internos dormidos.

Me paré algo sigilosa y me dirigí al baño.
¡Sí que me veía terrible!
No había llevado nada de ropa, pero Meredith y yo eramos de la misma contextura.
Tomé algo de ropa de su armario y me di una breve ducha para comenzar mi día.

Apenas eran las 5 de la mañana y mi turno comenzaba a las 6.
Até levemente mi cabello recién lavado y fui a despertar a los chicos. Aún sentía que mi cabeza iba a explotar.

-¡Hey, Mer! Tienes que ir que trabajar.-comencé a mover a la rubia hasta que abrió los ojos.

-¿Qué hora es?- preguntó, aún dormida.

-Son las 5:30.- Meredith se levanto apurada mientras continué llamado a Izzie y George.

-Oigan, despiértense, tienen trabajo.- dije alto mientras los balanceaba en el suelo.

Ambos se levantaron sin ganas y se alistaron, mientras, yo me preparaba un café.

𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂𝒐𝒓𝒅𝒊𝒏𝒂𝒓𝒚- Grey's Anatomy fanfic [EN RE-EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora