𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂𝒐𝒓𝒅𝒊𝒏𝒂𝒓𝒚- Grey's Anatomy fanfic [EN RE-EDICIÓN]

🔹️15

Una mujer con cabello rizado, pelirrojo; bajó del vehículo con un largo vestido color rosado y sangre cubriéndolo.
Parecía estar en shock.

-¿Está bien?- pregunté mientras me fijaba si no poseía alguna herida grave.

-¡Conduje una limusina en el hielo! ¡Sola! ¡Diez cuadras!-
Gritó confundida mientras Karev se encargaba de mantenerla tranquila. Aún no entendíamos la situación, y la pregunta principal... ¿de dónde salía tanta sangre?

Otra mujer, un poco mayor, de cabello corto y rubio, bajó del vehículo por el otro lado. Izzie se encargó de ayudarla.

-Mi vestido, tengo sangre por todo el vestido.- repetía.

-¿Qué pasó?- le preguntaba Bailey a la pelirroja.

-Nos traje al hospital sanos y salvos.- respondió, mientras Karev la llevaba hacia adentro para examinarla.

-Trate de no moverse. Siéntese hasta encontrar una silla de ruedas.-

-¡Necesitamos una silla de ruedas!- gritó Izzie, mientras la mujer de pelo corto se desvanecía.

-Nosotras no somos pacientes...- dijo la pelirroja. Lo que nos intrigó aún más.

-Nuestro conductor de la limusina. Voló através del parabrisas.- decía mientras abría la puerta trasera del vehículo.

Allí se encontraban, otra una mujer rubia de cabello corto. Parecía de unos 54, quien tenía su mano con una bolsa sobre el abdomen de un hombre de unos 46, con una herida abierta, inconsciente y acostado en el asiento.

Había muchísima sangre, y pudimos saber de dónde provenía.

-Ayúdenlo por favor...-

-Grey, da la vuelta, ayúdame.- me pidió Bailey para poder sacarlos de allí.

-Consigue una tabla, trae una camilla y un collarín.- le ordené a Karev quien observaba la escena.
Este corrió hacia adentro del edificio a buscar lo que le pedí mientras Bailey y yo hacíamos lo posible por sacarlo sin generar daños mayores.

La mujer soltó el abdomen del hombre y comenzó a salpicar sangre a mi bata.
Inmediatamente coloqué mi mano allí evitando que se desangrara y la mujer bajó del auto.

-¡Presiona! ¡Presiona!- decía Bailey mientras yo maldecía a Karev interiormente por tardar tanto.

Al fin pusimos al hombre sobre una camilla, con gasas y aplicando presión, luego entramos al hospital.

-¿Qué tenemos?- preguntó Webber mientras nos seguía.

-Billy Matthews, 45. Sangrado arterial, no lo he aislado porque...-
Presenté, mientras mi mano aún seguía en su abdomen, Bailey ayudaba dándole oxígeno y moviendo la camilla.
Webber intentó ocupar mi lugar pero le di a entender que yo me encargaba.