Tengo una enorme necesidad de hacer lo opuesto a lo que esperan de mí. David no dijo nada ante mi brillante y para nada creativa manera de arruinar el momento. Sus ojos estaban aún fijos en los míos y empezaba a sentir que me faltaba el aire, aparte sus manos de mi rostro y me apoye en el sillón.
- Creo que es mejor que te vayas a casa, ha sido un largo día y necesito dormir – sonrió, aunque más para mí que para sí mismo.
- Elizabeth, son las 10 de mañana, a lo mucho 10:30.
- Bueno, pues una larga madrugada, llegue tarde a casa y apenas si pude descansar.
- ¿A qué te refieres?, ¿No puedes dormir?
- Siempre he tenido problemas para dormir, tomare algún removedor de espíritus y listo – Le pedí que se fuera a casa varias veces, pero se negó cada una de ellas y esa era la razón por la que nos encontrábamos sentados en mi cama mientras el desenredaba mi cabello.
Comenzaba a tambalearme por el sueño, parecía que no iba a necesitar tomar ningún medicamento, poco a poco fui cayendo hacia atrás en la cama. Con el cabello hecho una trenza me encontraba acostada sobre el pecho de David mientras él acariciaba mi cabeza.
Podía sentir su pecho subir y bajar cada vez más lento, parecía que también se quedaría dormido, había estado de turno y seguro no había dormido nada. Empecé a llamarlo para asegurarme de que seguía despierto.
- ¿David?
- Dime...
- ¿Planeas quedarte a dormir? – se lo pensó por un momento, suspiro antes de responder.
- Voy a cuidarte de las pesadillas – Sonreí y me acomode sobre su pecho, cuando logre dejar mi mente en blanco, todo mi cuerpo se empezó a sentir ligero y antes de poder darme cuenta estaba dormida.
Daba vueltas en la cama tratando de seguir durmiendo, pero el sonido de un goteo me estaba enloqueciendo, se escuchaba como si estuviera junto a mí. Lance las sabanas a un lado, el piso estaba frío.
Al abrí la puerta de mi cuarto un largo pasillo se extendía frente a mí, el goteo se hizo más fuerte, debía avanzar, la puerta blanca al fondo del pasillo estaba abierta, mis piernas se movían solas, sabía lo que pasaría si atravesaba esa puerta. El goteo era cada vez más rápido al igual que los latidos de mi corazón, el agua corría por todo el pasillo y llego hasta mis pies, debía cerrar la llave antes de que se inundara todo el apartamento.
La habitación totalmente blanca me daba la sensación de estar en una especie de hospital, uno psiquiátrico seguro. La fuente del molesto sonido era la tina que se encontraba en medio de la habitación, me acerque para cerrar la llave del todo, pero estaba demasiado dura.
Me agache junto a la llave y después de un pequeño esfuerzo puede respirar aliviada cuando el goteo se detuvo. Camine de nuevo hacia la puerta y apreté los puños al escuchar como el goteo iniciaba nuevamente. Me acerque y volví a cerrar la llave, esta vez una gota roja cayo en el agua que rebozaba la tina, perdiéndose en el líquido transparente.
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PARONIRIA
Художественная прозаSerios problemas de personalidad, un ex novio pesado, un detective sobreprotector, un drogad...perdón, un director de cine con amor por las sustancias, un asesino, un acosador sin gracia y un fantasma. Definitivamente su obsesión con el café es el...