Capítulo 15.

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Tormenta y amor. Zhan

Habían pasado unas semanas, fuera de la investigación de la muerte de Lu Tai y la repentina desaparición de su hijo, nada estaba fuera de norma. Yibo estaba empecinado en encontrarlos, tanto el junto a mi padre estaban seguros de que en algo trabaja Tien Tai y sinceramente no tenia ni ganas ni motivos para refutarles, de cierta forma sentía una pequeña angustia dentro de mi pecho, una pequeña molestia o un pequeño mal presentimiento. Por eso mismo espantaba las ideas de mi cabeza, me concentraba en entrenar, llevar a Yibo a médico y pasar de la mejor manera el poco tiempo que teníamos como pareja, bueno si es que se podía decir así, no habíamos formalizado nada, pero todos sabían que Yibo era mi alfa y tenia un respeto tan bien ganado que nadie siquiera refuto su lugar, ni como mi alfa, ni como el que se gano en SECURITI-Z. Mi padre lo adoraba y mi madre ni hablar, se había hecho cargo del escuadrón de elite mas grande de la empresa, no había hombre que no bajara la cabeza ante el y de cierta forma en esos momentos que caminaba frente a nuestros hombres con tanto impetud se me llenaba el pecho de orgullo y tenía unas ganas muy alocadas de besarle, ¿Qué puedo decir? Instinto de omegas, supongo. Volviendo al punto, Yibo tomo control de gran parte de la empresa, aliviando mucho mi carga, yo me dedicaba a entrenar diario y al ajetreo de la empresa mientras el era el encargado de entrenar, planear tácticas y dirigir los escuadrones más capacitados de SECURITI-Z.

Era un día peculiarmente tranquilo, Yibo insistía en dejarme en la puerta de la empresa cada día y no podía negarme si eso significaba pasar un minuto mas con el. Se estaciono en la entrada de la empresa, disponía a bajarme cuando tomo mi brazo con algo de fuerza, me volví a acomodar en el asiento y doble mi cabeza mirándole extrañado, —¿Pasa algo Yibo?—. Jalo mi brazo y en un ágil movimiento me apego a su cuerpo envolviéndome en un abrazo, —mm. Nada, solo que no he tenido tiempo de pasar a tu lado y necesito mí dosis de ti—. Hundió su cabeza en mi cuello y beso mi hombro con demasiada ternura, —si actúas de esa manera no querré ir a trabajar—. Dije llevando mi mano a su cabeza y hundiendo mis dedos entre su cabello, —tienes que bajar a trabajar y yo tengo que ir a entrenar a esos idiotas—. Reí ante su comentario, —desde cuando el respetado alfa Wang Yibo, tiene ese lenguaje tan búlgar—. Rio y me aparto unos centímetros de el y procediendo a besar mi frente, mis mejillas y terminar en mis labios. —desde que siento qué pasó en demasía en la sala de entrenamiento y demasiado poco contigo—. Lo mire con ternura, acaricie sus mejillas y di un casto beso en sus labios, —entonces compénsame y tengamos una cena esta noche—. Sonrió y asintió levemente dando un pequeño beso en mi nariz, —tengo que ir a trabajar, nos vemos esta noche Yibo —. Bese sus labios con ternura, acaricie sus mejillas y me detuve un segundo detallando su cara levemente sonrosada antes de salir del auto. Últimamente nuestras muestras de afectos eran tan naturales que sentía mi alma llenarse de calidez y alegría, Yibo era extremadamente cariñoso y cuidadoso conmigo, buscaba siempre hacerle el tiempo para complacer mis caprichos, me hacia sentir seguro y era totalmente reconfortante sentirle a mi lado. Suaves caricias, besos fugases, abrazos cálidos, podía parecer simple, incluso infantil, pero era puro, era genuino, situaciones tan esporádicas y tan naturales que simplemente llenaban el alma.

Estaba saliendo de la sala de juntas luego de firmar un gran trato con unos empresarios coreanos cuando mi celular vibro, mi sonrisa se formo involuntariamente cuando el nombre de Yibo apareció en pantalla, mordí mi labio inferior y me digne a contestar conteniendo la emoción que siempre causaban sus llamadas. —¿tanto me extrañas que me llamas tan temprano?—. Reí levemente esperando su respuesta, pero cuando la vos al otro lado de la línea contesto, un sudor frío recorrió mi espalda y me quede con completo silencio con el aire retenido en mis pulmones.




Tormenta y amor. Yibo.

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