Un nuevo integrante. Zhan.Ya han pasado tres años desde nuestra boda. Yibo es gerente general en SECURITI-Z y dueño de cada una de las secciones de elite dentro y fuera del país. Viajábamos constantemente al exterior entre juntas, contratos y extensiones. Nuestra vida era totalmente caótica y sin descanso, pero el siempre se encargaba de hacernos un momento, un espacio, no me preguntes de que forma o como lo hacia, pero arreglaba las cosas de tal forma que siempre teníamos nuestro momento, como pareja, como familia. No podría tener queja u objeción alguna, Yibo es el marido perfecto y aunque mi vida no era nada de lo que había soñado, era justo todo lo que realmente necesitaba. Completamente feliz, me sentí tan completo que creí que nada podía mejorar de lo que ya teníamos.
—Bo-Di por favor, no te vayas, quédate conmigo un poco mas—. Rodee con mi mano la cintura de Yibo impidiendo que este se levantara, —Vamos cariño, tengo que ir a trabajar, prometo volver temprano—. Apreté el agarre cerrando los ojos, no entendía mi actuar, era una rutina, sabia que tenia que dejarle ir, que solo serian unas horas y volvería a mi tan cariñoso como siempre, pero algo dentro de mi estaba mal, algo estaba muy mal desde hace días. Fruncí el ceño, lo solté y me levanté dirigiéndome al baño, —vete ya—. Dije con pesadez azotando la puerta. Tanto Yibo como yo me sorprendí de mi actuar. Fueron dos minutos luego de ello que sentí un suave golpeteo en la puerta, —Zhan—. Otro suave golpeteo, —por favor, sal, hablemos—. Miré la puerta, lleve mi mano a la manilla y la gire lentamente abriéndola, no me percate realmente en que momento mis lágrimas habían empezado a caer, pero lo hacían, corrían por mi mejilla como torrencial impidiendome ver bien, Yibo me miró con los ojos demasiado abiertos y en dos pasos me envolvió fuertemente entre sus brazos. El solo tacto, el calor, su esencia fue suficiente para calmar el remolino de emociones que tenia dentro. No sabia que me pasaba y el tampoco lo cuestiono, me abrazo durante un buen rato, no me soltó hasta que mis hipidos cesaran y me llevo a la cama. Me disponía hablar cuando el beso mi frente, se separo de mi y agarro su celular marcando, —CEO Xu, surgió un percance, no podré asistir hoy, Zhan tampoco podrá ir, ¿te harías cargo? Mandaré todos los informes en unos minutos—. Miré atónito, avergonzado y las lágrimas volvieron a fluir, Yibo corto la llamada y corrió a mi cuando vio que volvía a mi estado anterior. En este punto me sentía realmente ridículo. No entendía por qué estaba pasando y eso me molestaba en demasía. Yibo se arrodillo frente a mi, acaricio mis mejillas limpiando con demasiada delicadeza mis ojos; tomo mis manos, y hablo con un todo demasiado suave, —no se que esta pasando, no se que hice mal, pero cualquier cosa que haya hecho para ponerte así, lo siento, lo siento mucho, jamás buscaría causarte daño y mucho menos dejarte en este estado—. Bajo la mirada con demasiada tristeza y beso mis manos, quería hablar, quería decirle que solo era yo y que algo andaba mal conmigo, pero las palabras no salían y las lagrimas simplemente no paraban de fluir, —¿estoy trabajando demasiado? ¿Te estoy descuidando demasiado? Necesito saber Zhan-ge ¿Qué estoy haciendo mal?—. Me miro con tristeza y mi corazón se oprimió, —yo...es mi culpa, no debiste llamar, no deberías quedarte, Yibo, no se que me pasa, algo esta muy mal conmigo—. Acaricio mi mejilla y me jalo hacia él abrazándome fuertemente mientras sobaba mi espalda, —nada esta mal contigo, nunca, si te sientes mal, si te sientes solo o si me equivoco, tienes que decírmelo Zhan-ge—. Asentí levemente como si fuera un niño regañado, —lo siento, yo realmente no se qué pasa—. Sonrió dulcemente y beso mi frente, —esta bien, todo esta bien, me quedare contigo hoy, nos quedaremos todo el día y la noche juntos, solo tu y yo—. Sonreí y lo abrase apegándome a el, —Gracias Bo-Di—. Me acomodo en la cama y luego se acomodo sobre mi apoyando su cabeza en mi estomago, no entendí por qué, pero una tranquilidad enorme se instalo en mi y no pude evitar sonreír, acaricie su cabello durante tanto tiempo que cuando me di cuenta Yibo me abrazaba fuertemente mientras dormía sobre mi. Una ola de ternura recorrió mi cuerpo cerrando mis ojos y dejándome llevar por el sueño. Las horas pasaron tranquilamente, todo fue perfecto el resto del día, pero no podía durar.

ESTÁS LEYENDO
Al color del alma
FanfictionLas clases sociales jamás deben mezclarse. Esa era la jerarquía por la cual dos almas tan distintas se guiaron por años. Dos chicos totalmente opuestos, dos vidas totalmente diferentes viviendo en la misma tierra. Pero en mundo, donde existen tant...