Capítulo 09.

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Confío en ti. Zhan.

Habían pasado 3 meses, una hilera de sucesos extraños me rodeaba pero extrañamente me sentía en calma, sabía que algo raro pasaba por las constantes salidas de papá y las innumerables veces que lo escuche discutiendo por celular con alguien. Su absurda idea de mantenerme en una burbuja ante el mundo solo despertaba mi curiosidad y la cantidad de cosas que empezaba hacer a sus espaldas, aunque por cierta razón estaba seguro de que alguno de sus hombres tenia un ojo en mi y en cada uno de mis pasos, me resigne a ese hecho desde que tengo memoria, recuerdo bien cuando Tien Tai intento propasarse conmigo en el instituto, desde ese momento el terror y asco que genere hacia el me impide actuar coherente ante su presencia y termino actuando infantil mente como hace dos meses, el solo hecho de escuchar su voz en la llamada me causo pánico, parecía un niño asustado. Camine resignado y ensimismado en el torbellino de pensamientos hasta mi oficina, al entrar me tire en uno de los sillones y masajeé mi cien con mis dedos haciendo presión, repose la cabeza en el respaldar y mire al techo tratando de enfocar y unir un poco mis pensamientos. Últimamente todo era un lío, el manejo de una empresa era agotador, las innumerables juntas y firmas, el tener al CEO Xu detrás era otro infierno, si bien la relación con el ya era amena e incluso me elogiaba. Tenia una especialidad única para ser irritante y volverme loco. Mi padre por suerte, no metía sus narices en el trabajo, dejo totalmente todo a mi cargo y aunque eso me dejaba tranquilo, también me inquietaba de alguna forma, el tenia plena confianza en que yo pudiese llevar tan bien como en la empresa. Pero yo no sabia nada de estrategias ni pelea, el ir a ver los entrenamientos, saber la cantidad de bases y a cuantas pequeñas empresas prestamos servicios era solo parte de lo que tenia que hacer para poder entender mi propio ámbito de trabajo y aun así sabiendo que me faltaba tanto, sentía que no tenia tiempo de existir siquiera. Reí ante la situación y pensé en cómo Yibo pudo con 5 trabajos, durmiendo tan poco y con tan mala alimentación, me pare del sillón y me encamine a mi escritorio abriendo el primer cajón, saque el celular y lo prendí revisando por sexta ves en el día los escuetos mensajes que me mandaba últimamente Yibo, aun no podía entender la emoción que me causaba escuchar sonar ese pequeño aparato. Me había dicho que no podía llamarme, que el entrenamiento era duro y riguroso, pero debes en cuando en esos momentos que me encontraba totalmente frustrado, parecía que lo adivinaba y me llegaba un mensaje coqueto de su parte o con alguna infantil broma, no sabia porque o como, pero el simplemente me hacia sentir bien, completo. De alguna forma extraña, sabía que era correcto y que con el tiempo tendría toda una vida para conocerle de la forma que quería. Intente de hacerme la idea, de pensar correctamente y no parecer un adolescente, ya estaba por cumplir mis 30 años, creo que es normal querer establecerme y mi condición de omega me lo exige muy insistente mente. Como si tuviese una necesidad única de conocerle y estar con el. Es simplemente algo que no entiendo ni busco hacerlo.

Había terminado de firmar unos papeles y llenar otros cuando me di cuenta de que tan tarde era, resople entre las hojas y las guarde en el archivero disponiéndome a volver a casa, tome mi abrigo y salí tranquilamente dándome cuenta de que la mayor parte del personal ya se había marchado, me dirigí hasta la oficina de CEO Xu para avisar que tenia los documentos listos por si quería resguardar que todo estuviese en orden, usualmente lo hacia creyendo que no me daba cuenta, cuando entre, vi como regañaba a un par de asistente y como otros pocos entraban y salían de la oficina rápidamente con un montón de papeles que seguramente los tendría horas sentados en una silla, negué lentamente y suspire, no tenia derecho sinceramente a quejarme cuando muchos trabajaban el doble que yo. Di una señal con la mirada a los asistentes que estaban siendo reprendidos mientras el Xu les daba la espalda para que ellos salieran. Di dos suaves golpes en el cristal de la puerta y el giro mirándome con el ceño fruncido al ver que los asistentes se habían marchado, resoplo y me regañó abiertamente por ser tan complaciente. Sabía que todo lo que hacia era por el bien de la empresa, pero llegaba a ser intimidante y mas cuando se trata de omegas, es totalmente natural, pero así mismo entendía como esos asistentes debían sentirse. Una vez todo arreglado me dispuse a volver a casa. No se ni cuanto duro el trayecto, me dormí apenas el auto arranco y cuando desperté estaba en mi cama, supuse que el chofer busco a mi padre o algo por el estilo, suelo tener el sueño muy pesado cuando estoy agotado y sinceramente lo estaba. Me levante en la madrugada bajando en silencio para buscar algo que comer cuando los vi. La puerta del despacho de mi padre estaba entre abierta y la luz encendida, supuse que se quedo en alguno de sus nuevos proyectos, siempre suele meterse tanto que incluso olvida que tiene que dormir, iba a regañarlo pero cuando me asomé a la puerta escuche una voz demasiado familiar.

Mire por el borde de la puerta como un niño curioso durante unos minutos hasta que mi cabeza se digno a procesar los hechos, no entendí por qué pero me enoje sobre manera e iba abrir la puerta estruendosamente cuando escuche hablar a Yibo. —Tienes que mandarme a entrenar con alguien mejor, el cada día manda un nuevo hombre tras de Zhan y simplemente no quiero que se nos salga de las manos, necesito mejor capacitación, estoy llegando a mi limite Feng—. Hablo con una voz calmada pero tan demandante que me paralizo, me quede quieto y trate de no respirar mientras escuchaba. Mi padre masajeaba su cien y caminaba ansioso de un lado para otro, —tienes que esperar Yibo, aun no logro tener todo listo, tienes que aguantar, prometo poner un hombre a tu lado—. Yibo frunció el entrecejo y golpeo la mesa, —¡no! Sabes que eso no servirá, sabes bien que el puede notarlo, no lo pongas mas difícil para mi—. Yibo respiro calmándose ante la mirada de angustia de mi padre, —yo...yo solo necesito asegurarme que el este bien, lo necesito tanto como tu, es tu hijo, pero recuerda que también es mi destinado—. Mi padre lo miro con comprensión y se dejo caer en la silla de su escritorio, —lo se, lo haces bien Yibo, muy bien—. Yibo camino reposando su espalda contra un estante y lo miro con tristeza, —pero eso aun no es suficiente. No tengo que hacerlo bien, tengo que hacerlo a la perfección, Lu Tai sabe muy bien como moverse, tiene demasiados hombres y sabe bien que yo trabajo solo. Es una clara desventaja para nosotros—. Se cruzó de brazos como analizando y planeando, —Feng, tienes que hablar con Zhan, necesitas decirle, el no es un niño. Lo conoces mejor que yo, es tu hijo, sabes bien lo fuerte que es. El tiene derecho a saber qué pasa en su vida y los riesgos que corre—. Mi padre lo miro demasiado serio pero a los segundos bajo la mirada resignado, como si pensara en las palabras de Yibo. Sentí mi corazón latir demasiado fuerte para mi gusto, no sabia que pensar, una oleada de pensamientos y emociones brotaban, no quise seguir escuchando, no estaba bien, no era correcto, sea lo que sea que pasaba me involucraba, pero si mi padre se tomo tanta molestia para que no lo supiera, era por algo y si involucraba a Tien Tai, yo simplemente no quería saber. Lo único que me importaba era saber que Yibo no se había ido, me había estado siguiendo por meses y eso respondía muchas dudas. Intente buscar en mi un indicio de enojo o decepción ante su engaño, pero inesperadamente me sentí tranquilo y reconfortado. Me tire en la cama pensando en todo y en nada. Termine por llegar a la conclusión de que sea lo que sea que pasara y sea lo que sea que me ocultaran, tenia que ser por una buena razón, Yibo estaba resguardando mi vida y eso simplemente me hacia sentir bien y seguro, muy seguro.

Al rato de echo cuando mis ojos amenazaban con cerrarse, escuche la puerta de mi habitación abrirse, cerré los ojos por inercia y sentí como el borde de mi cama se hundía. Una mano cálida se poso entre mis cabellos y descendió hasta mis mejillas. Era Yibo, lo sabia aun si verle, se hinco frente a mi y beso mi frente con ternura susurrando. —solo confía en mi, yo voy a cuidarte siempre Zhan—. Se quede unos minutos mas acariciando mi cabeza y delineando mi cara delicadamente con yema de sus dedos, me arropo con gentileza y se fue tan silenciosamente como si jamás hubiese entrado. Espere un momento y me senté en la cama, toque mis mejillas y sonreí estúpidamente como un adolescente enamorado mientras murmuraba para mi mismo —el problema es que confío en ti aun si no me lo pidieses Yibo—. Reí suavemente y me recosté nuevamente para dormir. Me sentía totalmente reconfortado, cálido y feliz esa noche. Estaba totalmente perdido ante el.


 Estaba totalmente perdido ante el

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Bueno mis criaturitas bellas, es el ultimo capitulo de hoy, espero que los hayan disfrutado al leerlos tanto como yo al escribirlos.
¡Ya llevamos 20.000 palabras en 4 días!, es un récord para mi 😂.
Nos seguimos leyendo.
Att. Sagiittae.

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