Capítulo 17.

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Capítulo +18😏
Este capítulo contiene contenido erótico, es inapropiado leerlo si eres menor de edad, queda totalmente bajo su responsabilidad.😤
Mis criaturitas bellas, es mi primer Homoerótico por lo que espero que no me maten. Espero que les guste y les dejo leer mis criaturitas pecadoras. 🤫🖤
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Pertenencia. Zhan.

Luego de dejar a Yibo en el hospital, me dirigí a la central de SECURITI-Z, tenía el leve presentimiento de que todo esto no fue mas que un Show, ¿para que? O ¿Por qué? Es lo que realmente no sabía. Lleve al equipo de rastreo el cual formó Yibo luego del primer indicio y buscamos durante todo el día, decidí mantener en secreto todo esto de Yibo y esta vez incluso mi padre estuvo de acuerdo. Ya habíamos perdido a muchos hombres, sinceramente yo no estaba dispuesto a perder a Yibo por mas que mi padre quisiera asegurar mi vida.

Era de noche cuando llegue al hospital y si bien mi mente estuvo todo el día distraída con planificaciones y mucho mas de lo que no acostumbro, el solo verlo cuando entre a la habitación me hizo dar cuenta lo esencial que se convirtió para mi, estaba de espalda a la puerta, arreglando su ropa, listo para salir de ese lugar, dio media vuelta, me miro sonriendo y mi cuerpo reacciono solo, camine hacia el y envolví mis brazos sobre su cintura hundiendo mi cara en su espalda, lo escuche reír y acarició suavemente mis manos con la yema de sus dedos, —estoy bien Zhan—. Asentí y apreté mas los brazos, —si no me sueltas no puedo devolverte el abrazo ge-ge—. Reí ante sus palabras y afloje lentamente el agarre, se volteó mirándome, acaricio mi mejilla derecha y beso mi frente, —siento mucho preocuparte—. Negué suavemente, —esta bien, estas bien—. Sonrió, rodeo mi cadera con uno de sus brazos apegándome mas a el y con su otra mano deslizo sus dedos en mi mandíbula, me miro sonriendo ladino y me beso lentamente cerrando los ojos mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos y mis manos se hundían en su cabello. Nos separamos por falta de aire, para ser sincero, esta vez fue la primera vez que me beso de verdad, sintiendo pasión en cada poro, su respiración entrecortada golpeando mis labios y seguramente yo estando peor que el. Me sonrió y dio otro suave beso en mis labios, —vamos, te llevare a casa ge-ge—. Fruncí el ceño y negué. —claro que no, yo te llevare— se separo de golpe de mi y me miro con seriedad —Zhan, no creerás que dejare que vuelvas solo a casa, a sabiendas de que nos están vigilando— reí ante su seriedad y por una vez durante mucho, me permití relajarme. —¿y quien dijo que volveré a casa?—. Le guiñe el ojo, agarre las llaves del auto que tenia en sus manos y salí rápidamente sonriendo triunfal.

Estando en el auto Yibo no paraba de preguntarme si estaba seguro de quedarme en su casa, como asegurándose de que la idea de su cabeza no fuera solo suya y yo simplemente no podía evitar no reír. Si bien es verdad que nuestra relación siempre a mantenido un margen, no ha sido porque lo marquemos precisamente nosotros, no somos niños, sin mencionar que nuestros celos luego de encontrar a nuestro destinado son el doble de fuertes y desde que conocí a Yibo llevo pasándolo solo, a mis 29 años, no es lo mas normal que digamos, en fin, lo necesito, necesito sentirlo, necesito que me sienta y necesito que avancemos, mas aun sabiendo que aparentemente nuestra vida es un constante vida o muerte.

Al color del alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora