Capítulo 5

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*en el último capítulo*

México: creí que sabias que ahora mi querido Alemania y yo íbamos a casarnos al menos así ya no tendré que pensar que china era la única afortunada en una boda próxima
mas cuando tengo al hombre que amo a mi lado
*decía dulcemente antes de besar suavemente al alemán frente al ruso quien abría los ojos como platos tras el acto visto por sus propios ojos*
(querías hacerme sentir mal? No podrás ahora...)

Rusia: *al ver aquel beso dulce y sincero de México al alemán este por algún rato motivo sintió como si algo en el se rompiera, como si le hubiera quitado algo que le pertenecía por derecho viendo como la castaña mostraba amor al mayor en una expresión tan dulce. Un beso*
(Porque... Maldición. Debo dejar de sentir esto China es mi prometida...)
Por favor se podrían separar? es vomitivo...

Alemania: *separándose lentamente de aquella castaña este relamia suavemente sus labios saboreando aquel sabor a Chocolate y leche de los labios de la contraria era un sabor hipnotizante que venía con ella*
Porque?
China no te besa?
O acaso eres gay?
*Decía en aquella tonalidad seria de siempre haciendo que la mexicana acabará sentada en sus piernas abrazándola mientras este se acomodaba en el sofá*

Rusia: el tocamiento indebido antes del matrimonio no es bueno, además ella no es una santa como parece ser...
*Decía seriamente dispuesto a hacerla quedar mal frente Alemania quien quizá no sabía el pasado de aquella mujer latina*

Alemania: que quieres decir con eso, ella puede no ser una santa pero no pretende ser lo que no es,
Ella es un hermosa mujer que con mi ayuda será una gran potencia y si ella lo desea hasta la madre de mi hijos
*Decía con una seriedad que parecía que realmente lo pensaba más era parte del juego para lastimar a Rusia en donde más podía dolerle, su orgullo como hombre en ese momento*

México: porque no dejamos de discutir sobre que soy o que no soy?
Eso no puedes decidirlo tu Rusia, yo soy lo que quiera, es más, desde ahora llámame cuñada~
Porque yo soy la esposa de Alemania desde ya, porque?
Porque se me hinchan los huevos, bueno los ovarios.
*Decía decidida desde ya por las pendejadas que Rusia dejaba salir sin más, antes de sentir como el alemán le ayudaba a ponerse de pie y este con ella se levantaba del sofá*

Alemania: tranquila, sabemos que serás mi esposa no debes estar impaciente~
*Decía amablemente tomándola con cariño del mentón mientras daban una imagen de una pareja amorosa y dulce como si fueran pareja de toda la vida*

*Antes de poder hacer o decir algo más entraron el eslavo y la alemana entre risas y miradas dulces por aquella puerta con algunas bolsas para algunas comidas que más tarde haría Olga para la familia y para celebrar el compromiso de las dos parejas*

URSS: eh?
Puedo saber a que se debe tanto amor en el aire?
*Decía con aquella tonalidad que lo caracterizaba una mescla de seriedad y amabilidad que daba un poco de miedo*

Alemania: Señor URSS, porque a de ser si no porque México por fin acepto casarse conmigo~
*Decía mostrando emoción tomando suavemente a México por las caderas de forma dulce con mucho cariño*

URRS: encerio?
Veo que México acepto este matrimonio me alegra que ella viera cualidades en ti~
*Decía amablemente con su mismo tono de siempre antes de saludar a la mexicana la cual lo saluda como si a un teniente se tratara*

México: Aquí México liderando el escuadrón 201 señor!
*Decía rápidamente ofreciendo a URRS un saludo militar como en la segunda Guerra mundial*

URRS: tranquila esta vez no vienes a combate cadete, baja tu mano ahora puedes decirme papá
*decía amablemente mientras el mismo la miraba con la calidez que un padre podía hacerlo*

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