Tanya - SAGA APASIONADAS (Romance +18) Libro 3

16- Lucila

Los hijos jamás fueron una prioridad en la vida de Eric o la mía. Es más, a veces me consideré tan egoísta que ni siquiera quería compartirlo con uno. Lo sé, era una posesividad enfermiza, pero, creo que ambos la compartíamos, estábamos bien, más que bien nosotros dos, ¿por qué incluir a alguien más?

La noticia llegó luego de una visita al médico para un chequeo de rutina, había tenido algunos dolores de cabeza y el despertar no era precisamente mágico, la acidez estomacal era terrible, sin importar cuantos medicamentos tomara. Debía ir al doctor, no lo había hecho durante un largo tiempo y fue eso lo que hice

- Felicitaciones Sra. Marcus. Está esperando un hijo...

- ¿Qué? - era una broma, debía serlo, luego me detuvo a pensar ¿cuándo había sido mi última menstruación?, Dios, ni siquiera lo recordaba, esto era un desastre

- ¿Se encuentra bien?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Una nueva vida? ¿Estaría a cargo de otro ser humano? A duras penas podía hacerme cargo de mí misma ¿Un hijo?

- Sí, estoy bien. ¿Está seguro?

- Sí, los exámenes lo confirman, pero, por lo veo la ha tomado por sorpresa

Salí de allí envuelta en un mar de dudas, llegué al departamento y Eric lo hizo cinco minutos después.

- Hola hermosa- no le respondí, sólo atiné a quedarme estática en el sofá, con las manos cruzadas sobre mi falda.

- ¿Qué pasa? ¿No vas a saludarme?

Continué sin emitir sonido. No es que jugara a los misterios, realmente no sabía cómo encarar el tema.

- ¿Sucede algo malo? - sólo me encogí de hombros, la verdad es que no debería ser un inconveniente, pero, estaba aterrada.

- Fui al médico.

- ¿Y bien? Tanya me estás asustando. ¿Pasa algo malo? - cerré los ojos y simplemente lancé la bomba

- Estoy embarazada

El rostro de Eric perdiendo color, entonces, comenzó a reír como si le hubiera contado un buen chiste.

- ¿Me escuchaste? ¡Vas a ser padre!

- Te escuché y no me sorprende.

- ¿No?

- Tanya, nos la pasamos follando sin protección, jamás te vi tomar pastillas anticonceptivas ni nada de eso, era algo previsible ¿no te parece? - peiné mi cabello, haciéndome un rodete

- Lo lamento

- Amor, estoy feliz, es una gran noticia. ¡Mierda!, me imaginé que tenías algo malo, no vuelvas a hacer eso ¿está bien?

- Es que no lo habíamos...

- ¿Planeado? – interrumpió divertido – deja de ser ilusa, queríamos esto, tal vez inconscientemente, pero, Dios, un bebé, es...maravilloso, en serio, ya deja de preocuparte. Te amo, ya te lo he dicho. Con la única mujer con la que admitiría ser padre sería contigo

- ¿Entonces, no estás molesto?

- ¿Estás loca? ¿Por qué lo estaría?