11- El secreto de James

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Un mes transcurrió desde aquella incómoda conversación en la casa de Tresco Beach. Nada había cambiado, ignorando que la última pregunta había quedado sin respuesta continuaron con sus vidas con toda la pasión que bramaba en sus cuerpos.

El trabajo de ambos los absorbía, sin embargo, siempre llegaban con ganas de saborearse, nunca se sentían cansados para satisfacer sus deseos.

- Más vale que estés lista hoy, voy a follarte sobre el escritorio de James- Tanya dio una risilla nerviosa frente a la cual sus compañeros de cocina la miraron con sorpresa – lo siento.

Estaba loco, conocía cada uno de sus movimientos dentro del restaurant. James siempre se retiraba una hora antes del lugar y la dejaba a cargo del cierre.

- No hay forma en que eso suceda, sácate esa puta idea de la cabeza – trató de sonar firme, sin embargo, siempre tenía el efecto contrario en Eric

- Quiero que repitas eso cuando esté entre tus piernas

- ¿Sucede algo? – indagó James ingresando a la cocina, Tanya escondió el celular rápidamente

- No, todo está bien

- Estás sonrojada

- Debe ser el calor aquí

- Sí claro, como si no supiéramos con quien estás hablando – Stephanie, una de las cocineras fue la que prácticamente gritó aquello, haciendo que todos estallaran en carcajadas

El ambiente se silenció cuando uno de los meseros se acercó a James

- Cédric está aquí

- Dile que no estoy...

- James, me dijo que no va a irse, tiene que hablar contigo

Llevaba meses trabajando allí ¿cómo era posible que todavía no descubriera el tipo de relación que existía entre James y el sombrío vikingo de dos metros? Lo que todos sabían con certeza es que sólo escuchar su nombre, descolocaba profundamente a su jefe

- Está bien, dile que pase al vestuario, iré cuanto antes – dio un largo suspiro antes de dejar su delantal y dirigirse allí

La morena se apresuró a completar los pedidos que faltaban, el celular continuó sonando.

- ¡Por Dios Eric! Sólo detente ¿sí? – fue una súplica, la batería del celular estaba al límite.

- Vengo en un minuto, voy al vestuario

- No hay problema – agregó Stephanie levantando el pulgar

¿Era en serio? ¿estaba corriendo sólo porque temía que Eric la llamara y fuera a parar al buzón de voz. Era grave, un síndrome de idiotez avanzada, sin embargo, no pudo evitarlo.

Llegó al vestuario y abrió la puerta, se dirigió al casillero para buscar el cargador de batería, cuando escuchó sonidos provenientes del baño de empleados. Tan agudos, nítidos, como si alguien la estuviera pasando muy pero muy bien. Intentó pensar quien podría ser, todos sus compañeros estaban en la cocina, ninguno de los meseros había pedido su descanso, el único que no estaba presente era...

- ¡Carajo! – se cubrió la boca porque lo había pronunciado en voz alta, sin embargo, nada de eso acalló los gemidos ensordecedores

Con todo el sigilo que tenía se acercó hacia el baño, esto era la bomba, considerando que James siempre se había mostrado muy reservado. Tanya hubiera esperado ver muchas cosas, pero, de ningún modo, se habría imaginado a James atornillado por el gran vikingo contra las blancas baldosas del baño.

Había descubierto su secreto, tal vez en una forma inocente, pero ya no podía volver el tiempo atrás.

Un segundo de conciencia la hizo tomar el cargador y salir de allí a toda prisa. No había nada malo en ello, sin embargo, por algún motivo, James jamás le había contado a alguien y eso, debía mantenerse del mismo modo

- Tanya, vamos, por favor, el Cassoulet espera...

- Sí, sí claro, ya voy, ¡mierda! – espetó mientras las alubias blancas iban al suelo

- ¿Necesitas ayuda?

- No, está bien, sólo troza el pato ¿sí?

Kevin, uno de los más jóvenes, asintió e hizo lo que Tanya le solicitó. Estaba shockeada, y no sabía cómo haría para disimularlo en frente de su jefe.

Media hora después, James ingresó a la cocina, sus mejillas sofocadas al igual que su cuello. ¿Cómo no había podido percatarse de que el tipo era homo?

- Tanya, ven, dame una mano con esto

- ¿En serio necesitas otra? – hubiera sido un chiste genial si hubiera podido decírselo, sin embargo, se lo guardó para ella misma, conteniendo la risa

Eran cerca de las doce y James buscó su chaqueta para retirarse

- ¿Eric vendrá por ti?

- Sí, seguramente en un rato – el maldito seguramente estaba afuera, sólo esperando a que su hermano se fuera para ingresar y hacerla suya. Una pequeña punzada hizo latir su sexo de sólo fantasear con su toque.

- Lástima, iba a invitarlos al club cerca de aquí

- Podríamos ir después que cierre

- Bueno, no sé si Eric tendrá humor, pero si gustan, los espero

- ¿Estarás solo?

- Sí claro, ¿con quién más estaría? – la sonrisa fingida, dolida

- Lamento que las cosas deban ser así- cerró los ojos, arrepintiéndose de las palabras que habían salido de su boca

- ¿De qué estás hablando?

- Sé de lo tuyo con Cédric – James dio un gran suspiro, llevando sus manos a la cabeza

- Tanya yo...

- No te preocupes, no diré una palabra y mucho menos a Eric, sé lo homofóbico que es

- Es mi hermano y un gran amigo, va a odiarme, tú lo sabes...

- Creo que sobreestimas la situación

- Sólo... dame tiempo, además lo que hay entre Cédric y yo es... físico. No hay sentimientos de por medio- Tanya arqueó una ceja divertida

- ¿De parte tuya o de él?

- De ambos, Tanya, de ambos- espetó con algo de hartazgo- y ya deja de hacerme preguntas, sólo... mantén la boca cerrada, ¿puedes hacer eso delante de Eric?

- No te preocupes, con él, tengo la boca ocupada todo el tiempo – el sonrojo recorrió las mejillas de James

- Eso fue demasiada información

- Y ni siquiera sabes el 1 por ciento

- Par de pervertidos, aléjense de mi cocina, no quiero rastros de ustedes en este lugar santo

- ¿Pero los vestidores estarían bien verdad? ¿no son tan virginales o sí? – James se mordió el labio y sonrió

- No, esa ni siquiera es una cualidad en ese lugar, nos vemos Tanya, cuídate

James se colocó su abrigo y salió del lugar, encontrándose con Eric en la puerta a quien saludó con un abrazo...




Al final James resultó una caja de sorpresas 😉😉😉🔥🔥🔥

Tanya - SAGA APASIONADAS (Romance +18) Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora