9- Hábitos

814 114 2
                                    

Somos animales de costumbre – Lara lo había repetido varias veces a lo largo de su vida, sin embargo, Tanya nunca se había sentido tan arraigada a una frase como en ese momento.

Después de quince días de trabajar en el restaurant no sólo se había acostumbrado, amaba el lugar, se divertía con sus compañeros de trabajo, y por, sobre todo, adoraba sentir que no era sólo una puta imbécil. No lo era, y, si quedaban dudas con respecto a ello, James le mostraba cada día que ese concepto era incorrecto.

La relación entre James y Eric era estrecha, en verdad, nadie podría decir que eran medio hermanos y, cada noche, su novio, se dirigía al lugar a cenar y luego la llevaba a su departamento. No habían existido encuentros más allá de simples caricias y besos, Eric le había mencionado que tal vez habían ido demasiado rápido al principio, pero ¿era así realmente?, ¡Tanya creía que estaba totalmente equivocado!, sin embargo, adoraba que el hombre le mostrara algo más de lo que todos habían hecho. Se sentía protegida, y, porque no decirlo, amada. Era un hábito para nada molesto, y Tanya tenía tanto miedo de acostumbrarse de forma inexorable, que no hubiera marcha atrás.

- Este fin de semana no trabajas ¿verdad? – indagó Eric mientras conducía al departamento

- No, ¿por qué lo preguntas?

- Me gustaría llevarte a Tresco Beach, tengo una casa cerca de allí, ¿irías?

- Sí, claro que sí

- Genial entonces, dime, ¿qué te ha parecido James?

- Es un gran jefe, trabaja a la par de nosotros, te enseña, es considerado, créeme, es el mejor jefe que podría tener. Eric, nunca podré agradecerte lo suficiente por esto...

El hombre sonrió y quedó en silencio

- ¿Qué es tan gracioso?

- Nada, realmente son pocos los que me agradecen algo, de hecho, no recuerdo la última vez que me dijeron gracias

- ¿Y eso por qué?

- Bueno, cuando Lara te dijo que sólo pensaba en mí mismo y que no movía un dedo sin pedir nada a cambio, ella... estaba en lo cierto

- No, no lo estaba

- ¿No?

- Has cambiado mi vida en semanas Marcus, eso habla bien de ti. No me has pedido nada a cambio, al contrario, todo lo que te he entregado, lo he hecho porque lo deseaba, no por sentir que estaba en deuda contigo.

- Eso es bueno ¿sabes?

Llegaron al departamento entrada la noche, el lugar estaba completamente en silencio. El deseo palpitaba en el cuerpo de Tanya.

- ¿No quieres que vamos a....?

- No – Eric tomó su rostro, acunando sus mejillas – este fin de semana, quiero que seas completamente mía... de todas las formas posibles...

- ¿Y eso que significa? – Eric enarcó sus cejas pícaro

- Supongo que deberás esperar al sábado para descubrirlo – y antes de que Tanya emitiera sonido atrapó su labio inferior, absorbiendo el sabor dulce

- Me estás matando, lo sabes ¿verdad?

- Créeme que es exactamente al revés, nos vemos mañana Ramos, descansa

Una vez que Tanya descendió del vehículo, Eric retomó la marcha. Llegó a su casa, tomó un baño y dejó que el agua aclarara su mente o al menos, haría lo posible para que aquello sucediera.

Tanya - SAGA APASIONADAS (Romance +18) Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora