David y Diego 'El Hombre que me Gusta'

El hombre que me gusta Cap 15. Final

Presenciar... como el cielo nublado canta a la par de estos días que no tan agradables han sido para mí. Como esos domingos o días festivos que, en vez de alegrarme, logran que me aburra y volver de nuevo a la dichosa rutina que tanto me acongoja y me lastima. Hoy dichosamente en un 'día festivo' con el cielo grisáceo, como el alma que llevo en este momento, el estruendoso gélido y su apogeo de viento se precipita por todo el cuarto. trato de llegar a la puerta para abrirla levemente y-

-Hola bello ¿llevas algo ya? – sus manitos se destinan a abrazarme cautelosamente terminando de cerrar lentamente

-no...la verdad en este momento, no tengo nada...

-entonces vamos...ven, te ayudo, tenemos que tener todo listo para el viaje ¿sabes? Cuéntame ¿Son dos o tres maletas? – termina de dejarme en el borde de mi cama sentándome con suavidad – ¿es esa que tienes ahí?

-si, solo es una más el bolso del colegio...la verdad no tengo tanto.

Mis impulsos intentando esforzarme no me iban a revitalizarme rápido por el dolor agudo y físico que poseo ahora mismo. Detrás la sigo mirando cómo se remanga su saquito azul celeste luciendo cohesiva y contrastadamente una camisa rosada gracias a su cuello, falda azul oscura y leggins morados con botines negros, logrando que ese pedacito de color me abrigue del día tan opaco que está haciendo hoy.

-Descuida David. Mira, donde vamos a estar, va a ser cómodo y en buena zona. Estudiaremos en la misma universidad, conoceremos nueva gente. mi tío que trabaja en arrendamiento pudo localizarnos un apartamento pequeño pero acogedor en una urbanización ¡cerca de la universidad! Me dijeron que pudiste aplicar para la prueba de ingreso ¡eso es muy bueno! ¡Imagínate! no tener problema al transportarnos con tan solo caminar. Y también hay-

Mi nueva vida. Sorprendentemente como cosa normal no destino a sentirme emocionado por todo lo que me dice de manera positiva y repentinamente mi amiga Margie. Su lindo cabello rubio se iba para adelante recogiéndoselo con su mano sin dejar de perder los ánimos, buscando cada camisa, camiseta y pantalón que se encuentra en mi cama para guardar todo de manera organizada en la maleta negra que me llega a casi mi muslo con cargadera y rueditas que me regalo ayer mi padre porque ya no la utiliza. Ahora está predestinada para mi viaje a Bogotá.

Mi salida del hospital fue...hace 6 días y aún sigo con el dolor que me produjeron en mi costado, pero he estado juicioso con el tratamiento de las cremas y los cambios de vendajes, aunque he hecho todo solo y mi cara anda con resquicios de los golpes, pero se sigue recuperando. ¿La situación familiar ahora mismo? Todo cayó a un golpe mortífero sin vacilar, habiendo una tensión tan fuerte en el ambiente, más por toda esa intromisión tempestuosa por parte de mi madre. Quiso hacer lo que sea con tal de que, no estuviera este fin de año con ella, mi padre y mi hermano, es una completa desconocida para mí y ella me ve igual.

Hizo que me trasladaran y me lograran dar la prueba en la universidad donde estudiaré para luego entrar y después matricularme, aun sin saber qué es lo que voy a aprender. Por eso iré más temprano para ver que pensum universitario me servirá para mi 'dichoso futuro' según mis padres luego de todo lo que acaba de pasar...había perdido la certidumbre ante ciertas cosas... todo, se fue por la borda al perpetuar siempre cada momento exhaustivo y doloroso. No David, esa vida que tenías antes no va a volver, por más que quiera que regrese.

La doctora me dijo que llevara ropa cómoda para no molestar la curación de mi costado y también la herida de mi brazo. Llevo una camiseta blanca con una pantaloneta vino tinto y unas pantuflas para estar en la casa. Me la he pasado en el tejado de mi casa observando el exterior, así el esfuerzo de subir esos escalones me dificulte. Sin alguien con quien hablar o desahuciar mis penas porque los días han tenido un periodo descomedido al igual que yo: lóbregos sin una lluvia decreciente o un sol agobiante, no. Todos han sido umbrosos y lastimeros al igual que mi estado de ánimo.