El hombre que me gusta Cap. 9 Cita en amor y amistad

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-Un gusto, David

no puede ser...el novio de Karen es-

-el gusto es mío amigo

-bieeeen David mi lindo terroncito de azúcar ¿qué opinas de Carlos Raúl? ¿Es todo un bombón no?

¿Porque hace esas preguntas indiscretas que me sacan de quicio? no puedo creer que esté hablándome a mí, porque es demasiado irrazonable ¡Me está delatando enfrente de él! ¿Qué le sucede a la boba esta? Es completamente ridículo que le responda porque Karen no sé si a veces es estúpida o se hace. aun así, no iba a caer tan fácilmente... Bueno, toca decir algo, pero para ocultar mi verdadera orientación, tengo que hacer una improvisación efectiva y acertada para que este pendejo no sospeche porque no quiero que lo sepa.

-si a ti te parece un bombón, me alegro por ti

eso no sonó tan mal. Karen entumeció sus ojos al haber sentenciado esa oración cursi de medio pelo.

-pero David, como a ti te parecen-

-cueeeentameeeeeeee Carlos! ¿cómo se conocieron ustedes dos?

Actuó rápido, haciéndome a su lado para darle un pequeño golpe en su cadera para que no empezara a hablar como cotorra mojada, como lo es siempre, a lo que Karen no musita palabra alguna. Había que estar en el papel del que vé todo por primera vez, del que yo no sé nada por así decirlo. No puede saber que conozco al militonto. Aun no sé porque razón ella no lo puede saber, si no hicimos nada fuera de lo normal, sin embargo, me da una ansiedad tremenda que Karen meta las patas y lo arruine todo como ella se pasa de burra. lo mejor es seguir como si no se nada, pero no sé si el tal González va a ser el salvador o el perjudicador.

-Pues mijo a ver, yo trabajo con el Papá de esta belleza en el concesionario los fines de semana. Los demás días presto servicio, en la brigada del ejército.

-¿no te parece emocionante que Carlos sea un militar? – abrazándolo del brazo

-¿duro trabajo no? – irónicamente digo mientras lo veo a los ojos

-bastante - fingidamente asiente con la cabeza sonriendo ingenuamente – ni te imaginas

-Carlos bello me va ayudar con el lugar para la exposición, como es su día de descanso hacemos esto y pasamos todo el resto del día juntos

-y te invito a comer ese sorbete que tanto me has pedido – apretándole un cachete

-¡ay si! Debemos ir David, abrieron una tienda nueva por la estación del metro cerca donde vive Natalia, la que siempre pasamos cuando salimos para ir a la papelería, hacen unos sorbetes de todos los sabores. hay de-

-¡KAREEEN! MALDITA ¿DONDE ESTÁS?

Un grito de entusiasta desquiciada hace que brinque asustando también a Carlos. por el lado de la puerta a la entrada aparece una loca con la cara roja de pura furia.

-ay perdón Vale, estaba buscando a David

-ya te he dicho que lo digas completo! Va-le-ria no me importa que andas haciendo tonta ¡no me vuelvas a dejar tirada! ¿vamos de una vez o no?

-si ya voy ¿me acompañas amor? – abrazándolo del brazo

-dale belleza, yo te alcanzo en un momentico

-ok lindo, te espero

Valeria jala el brazo a Karen como en los rings de lucha libre, lista para ser manipulada con muchas llaves. Falta poco para que la demuela con todas sus fuerzas a la pared como muñeca de trapo por su gigante enfurecimiento, en fin, sigo con lo mío. Por alguna razón, me da rabia ver a este tipo y por obra divina de destino, es el novio de mi mejor amiga ¡Gracias Marte por todo esto no sabes cuánto te agradezco! Uso la cinta para pegar la esquina que me falta del papel. González o Carlos o como se llame, este sujeto me cansa con su presencia la verdad.

David y Diego 'El Hombre que me Gusta'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora