Capítulo 7

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Miranda

 No lo soporto, me repito una y otra vez, mientras lo espero en la puerta del barucho al que me ha traído. Se que he sido yo la que le ha pinchado con lo de la chica, pero lo que he sentido al poner de nuevo el coche en marcha cuando ha visto a Conrad me ha provocado algo en mi interior que no me ha gustado nada.

No necesito ilusionarme, no necesito pillarme por otro chico para luego salir escaldada y con Max no se que narices me pasa que da igual lo que diga o haga, algo en mi se enciende y no se si es rabia, o algo peor, pero sin duda es algo que no puedo controlar.

Pero cuando he visto a la camarera acercarse con esa sonrisa mirando a Max, me han entrado unos celos sin sentido alguno que no tendría que sentir, si a mi no me gusta él y menos su forma de ser, de querer agradar a todo el mundo.

Yo no soy así, yo puedo caer mal a mucha gente, pero soy sincera y directa, si algo no me gusta no voy a disfrazarlo para agradar a alguien.

—Podrías al menos haberme esperado a que me terminase yo la cerveza.— Pasa por mi lado sin mirarme en dirección a su coche.

—Ya pero no me apetecía estar ni un segundo más viendo como esa chica me intentaba asesinar con la mirada.— Me acerco para no tener que chillarle pues no deja de andar con rapidez.

—Dudo que fuese así, pero me da igual, terminemos de una vez por todas con esto, ha sido una estupidez haberte traído hasta aquí, así que vamos sube al coche y dejemos de hacer el gilipollas los dos.

Me quedo observándole como sube enfadado al coche, tiene razón, me he comportado como una niñata, pero es la única forma que se comportarme para estar alejada de él. Lo que tengo claro es que ahora mismo no quiero acercarme a ningún hombre y menos a uno que es capaz con una mirada de ponerme en jaque.

Cuando aparca de nuevo en la entrada de la fraternidad los dos nos miramos después de ser conscientes que Conrad sigue parado en la entrada, esta vez solo hay una chica a su lado, pero están besándose.

Me animo a coger fuerza mental para salir del coche e intentar pasar sin hacer ruido y con suerte no me ve y puedo entrar sin ser vista.

—Mira quien sigue ahí, que raro que no se la haya llevado a esa pobre chica a cualquier rincón para tirársela.—La voz de Max suena con un tinte de rabia.

—Gracias por todo, aunque ha sido la peor no cita que he tenido en mi vida, la próxima vez que quieras llevarte a una chica por ahí intenta no elegir un barucho como ese y menos con una camarera colada por ti.

—No necesito tu opinión o tu ayuda, se perfectamente a donde llevar a una chica que me gusta, en tu caso solo lo he hecho para evitarte cruzarte con Conrad, pero si llego a saber que seguiría ahí, no te hubiese llevado a ningún sitio.

—Me alegra saberlo, al menos no me compadeceré de la pobre chica que caiga en tus redes.

Salgo del coche con la rabia acumulada. Estar con Max es sinónimo de estar de mala leche, no hay vez que no hayamos discutido o mirado mal al estar cerca el uno del otro. Pero aun así me empieza a atraer y me cabreo aun más por ello.

Respiro sin mirar atrás para no arrepentirme de salir del coche, pero tampoco quiero alargar la situación más. Solo espero que Conrad no abra los ojos mientras sigue besando y toqueteando a esa chica, cuando pase por delante.

Me animo por fin a dar un paso tras otro y me alejo todo lo posible de donde están ellos, no me giro en dirección al coche donde por la falta de ruido, se que Max sigue estacionado. Os juro que estoy andando tan despacio para que mis zapatos no hagan ruido, pero no se que jodido radar tiene Conrad que abre los ojos justo cuando estoy a punto de pasar por donde está con la chica.

Mi tramposa favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora