|Capítulo 7|
Capítulo 7: ¡Otra vez tú...!
Esa noche Bon Clay no volvió a la celda. Al parecer su situación fue más crítica de lo que en un primer momento pensaron y había sido trasladado a algún lugar donde podría ser tratado mejor, si aquellas palabras que dijeron los guardas eran realmente ciertas. Por eso, esa noche cuando Luffy se acostó adolorido en todas partes, sujetando su sombrero contra su pecho y mirando hacia arriba con la mirada perdida, notó en el aire la ausencia en la litera contigua, donde no hubo nada más que vacío. Hasta Ace, quién dormía como un tronco y nunca le hacía a su compañero de celda ni el más mínimo caso, notó esa noche la depresión en la parte de abajo.
Dos días después, en cambio, se encontraba tan feliz como antes de todo ese incidente, bueno, al menos parecido. Por obvias razones había sido temporalmente removido de su puesto como quarterback en el equipo y Kid, quien resultó ser también bastante apto, tomó su puesto en su lugar. Luffy, de todas maneras, estuvo presente en todos los entrenamientos aunque solo fuera para calentar el banquillo, lo suficientemente implicado y feliz como para animar a sus compañeros desde allí. La mayoría desfallecieron por la idea de que eso podría ser como se sentiría tener una linda manager para el equipo. Devolverían el saludo con una sonrisilla boba en la cara para luego ser pateados por Morgan.
En ese tiempo también, Zoro se volvió casi un guardaespaldas alrededor de Luffy. No se separaba de él ni para mear, y estaba casi todo el tiempo alrededor suyo ya fuera durmiendo, simplemente echado o sin hablar; se extendió más rápido de lo previsto la noticia de que Zoro se había vuelto el perro guardián personal de Mugiwara. A su paso se extenderían las burlas y vaciles, y la idea general de que el sicario había caído por el otro por su cuerpo y sus habilidades en la cama. No podían haber estado más equivocados y ser más molestos.
En problema en sí que afectaba a la conducta sobreprotectora de Zoro —de la que él extrañamente ni si quiera era consciente del todo— era la densidad de Luffy alrededor de todo.
No había algo que lo sacara más de quicio que la estupidez, y la de Luffy sobrepasaba los límites tanto que se preguntó más de una vez por qué seguía estando a su lado. Pero es que era flipante, de verdad. Estuvieran donde estuvieran, siempre habría alguien intentado llamar la atención de Luffy. Había notado con sus ojo asesino que cada vez que Doflamingo pasaba cerca, siempre echaba una mirada hacia allá y sonreía de esa manera suya, que extrañamente el bastardo de Trafalgar siempre estaba alrededor, que Eustass Kid y El Pelirrojo se acercaban más de una vez para charlar con el chico aunque el primero fuera más cuidadoso que el segundo, que hasta Marco el Fénix pululaba alrededor sin nunca acercarse demasiado... Todo eso, sin contar los tipos restantes y sin demasiada importancia que se lo comían con la mirada.
No dudaba en lo más mínimo de la capacidad de Luffy de defenderse a sí mismo y de su ridículamente impresionante fuerza, pero en ese entonces estaba herido, la situación había cambiado. No pudo simplemente quedarse de brazos sin preocuparse por el hecho de que quizás alguien se aprovecharía de la situación.
Y estaba pensando en eso, muy absorto en sus pensamientos, cuando movió la cabeza de un lado a otro para espabilarse y volvió en sí. No estaba muy seguro de por qué el enano de Luffy acaparaba tanto sus pensamientos pero estaba totalmente seguro de no querer saberlo. Así que bostezó, estiró los músculos de su cuello, y lanzó una mirada de reconocimiento a su alrededor. Casi se cayó del banco de su mesa usual en la cafetería cuando notó el sitio vacío a su lado.
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Imperu Down | All x Luffy
FanfictionMonkey D. Luffy, un muchacho de pueblo buenazo e inexperto y de apenas 19 años acaba metido en la cárcel cuando su abuelo huye a una isla paradisíaca del Pacífico y le deja endeudado hasta los cojones. Una gran deuda para la que, legalmente, había d...