|Capítulo 16|
Capítulo 16: Rojo escarlata.
Sanji encogió las cejas, mirando hacia el chico frente a él. — ¿Sabo? —dijo. Mirando a Luffy, y luego al hombre que lo sostenía, levantó su ceja visible algo inquieto—. ¿Quién es Sabo? —ahí Luffy se separó un poco de ese tipo, para alargar la mano y pillarlo de la mejilla, estirándosela así.
— ¡Este es Sabo! —exclamó, echándose a reír ruidosamente todavía con alguna lágrima que otra, y añadió, al grito: — ¡Ha cambiado mucho físicamente y por eso no lo había reconocido, pero definitivamente es él! ¡Es mi nii-chan!
Nada más escuchar eso Sanji se sorprendió, y el otro rubio, más mayor que ambos, se inclinó para pillar a Luffy desde detrás en un abrazo pegado. ¡Tan adorable Lu! — Tú no has cambiado en nada, de verdad... —murmuró aterciopelado, ungiendo su cara en los mechones oscuros de la cabeza del chico, su sombrero había ido a parar colgando de su cuello. Luffy se dejó hacer, todavía sin creerse del todo que ese tipo ahí fuera su verdadero hermano desaparecido, al que todo el mundo había dado por muerto, y que todo eso no era más que una cruel pesadilla. Las manos protectoras de Sabo le rodeaban el pecho, y se sintió tan familiar que no pudo negarlo más tiempo. Sonrió como nunca, mirando hacia delante que era donde Sanji seguía fumando, sus ojos algo escépticos.
Luffy había gritado que ese tipo era su "nii-chan", su hermano mayor. Pero si se ponía a pensarlo con la mente fría, eso no parecía más que una chaladería.
No tenían ningún parecido: si el tipo era alto y esbelto, Luffy era más pequeño y fibroso; el tipo era rubio y tenía los ojos azules, y Luffy era moreno con ojos marrones; el tipo tenía una mandíbula marcada y la nariz recta y fina, y Luffy tenía la cara más redonda y una nariz más chata y respingona; definitivamente, no se parecían en nada. No le pareció más que extraña esa declaración que había hecho. Le echó una mejor mirada al rubio, y sintió una sensación repulsiva cuando se encontró con los orbes contrarios de profundo color azul ultramar. Esos ojos fueron los más temibles, fríos y despiadados que había visto en su vida. Se congeló en su sitio, incapaz de dar otra calada mientras ese hombre lo tenía en la mira, mascullando con la mirada lo que parecía ser un 'piérdete' en toda regla. Tragó duro, y sintió una gota fría caer por el costado de su cara, sintiendo que todo había desaparecido y que solo quedaba esa mirada de promesa de infierno helado, cuando Luffy giró la cabeza para mirar al tal Sabo y todo se desmoronó.
La mirada desquiciada y escalofriante que antes había estado en esos ojos sin sentimientos cambió al segundo, como iluminada por un haz de luz celestial, y el color azul oscuro brilló con adoración al chocar con el rostro juvenil de Luffy. Sanji sintió que había visto la mismísima debilidad en esos ojos que hacía unos segundos le habían parecido tan despiadados, como si se hubieran ablandado con tan solo encarar al otro. Luffy se recostó de espaldas contra el pecho fuerte del rubio de la melena ondulada, y se rió de nuevo diciendo cosas como que no podía creérselo o que era el mejor día de su vida. El cocinero vio de primera mano cómo cada cosa que salía de la boca de Mugiwara hacía que el color fluyera hasta la cara pálida del otro y que bonitas y amables sonrisas se escaparan de sus labios finos. Sabo sin duda estaba a la merced de Luffy, en to-do.
Luffy se olvidó en seguida de que iba buscando la cocina y a Sanji, y tomó por la muñeca a su recuperado hermano mayor para arrastrarlo afuera: quería presumir de él delante de sus amigos. Sabo, con una última mirada fría de superioridad, despidió al cocinero con una sonrisilla. Sanji se quedó quieto, sin saber qué hacer, el resto de los hombres que habían estado allí presentes viendo con la misma cara cómo los otros dos desaparecían por los pasillos.
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Imperu Down | All x Luffy
FanficMonkey D. Luffy, un muchacho de pueblo buenazo e inexperto y de apenas 19 años acaba metido en la cárcel cuando su abuelo huye a una isla paradisíaca del Pacífico y le deja endeudado hasta los cojones. Una gran deuda para la que, legalmente, había d...