13. Esperando a mi omega - parte Dos - Zaintsee//Pinson - Omegaverse - Terminada

Once

El alfa estaba furioso y al mismo tiempo se sentía muy triste pues desde que el que había creído su hijo hasta el momento, había nacido, él había encontrado un sentido a su vida.

Cuando había visto meses atrás a Saint con su bebé y con aquel alfa, el cual poco después había recordado haberlo visto con el castaño en la Universidad y éste le había dicho que solo era su amigo, le había hecho replantearse aún más su vida.

Finghter había llegado poco meses después de su viaje a Manchester, Neen lo había llamado para decirle que ya iba camino al hospital junto con la asistente que este había contratado para ella.

Cuando el alfa cogió al bebé en brazos por primera vez, todo tuvo sentido para él y una conexión muy fuerte con aquel niño lo invadió pero al parecer había sido solo un espejismo.

Mes a mes, el alfa se había ido ilusionando con conocer a ese bebé, al cual cada día había amado más y más.

Desde el momento en el que nació, todo ese amor se había duplicado y durante meses, este había sido el alfa más dichoso del mundo.

Pero tras escuchar una conversación telefónica de la omega unas semanas atrás, había disparado las alarmas y lo había cambiado todo.

Al parecer Neen estaba hablando con otro alfa y le decía que no tenía derecho ninguno sobre el bebé, que éste tenía un padre que lo amaba y que le había dado su apellido.

Además le dijo que no se le ocurriese volver pues al abandonarla, había perdido todo el derecho sobre ellos.

Zee entonces le había pedido explicaciones pero ésta se había cerrado en banda y no contestó a nada de lo que él le dijo, al contrario pues lo había llamado paranoico.

La omega le había repetido una y otra vez que era suyo y de nadie más y que tenía que mantenerlo y a pagar todos los gastos.

Así que por eso el alfa había ido al laboratorio y entonces le dijeron que con los bastoncillos cogiese una muestra de saliva del niño y otro de él y se los llevase.

En la clínica los analizaron para saber si verdaderamente ella decía la verdad o lo estaba engañando y entonces hubo un primer resultado y este fue negativo.

El alfa no podía creerlo, entonces volvió a pedir otra prueba para cerciorarse y el laboratorio la repitió volviendo a salir negativa.

Al parecer ya no hubo duda, la falsa omega lo había engañado para aprovecharse de él y de su ganas de ser padre pero hasta ahí había llegado, pues con todo el dolor de su alma tuvo que denunciarla, ya que Finghter no era hijo suyo.

...-¿Negativo? pero, ¡no puede ser!.

-Señor Pruk, no hay margen de error... ya hemos repetido el análisis dos veces como nos indicó, los resultados del informe son correctos.-dijo la enfermera del laboratorio señalando el papel que el alfa sostenía en la mano.

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LABORATORIO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA Y CITOLOGÍA.

Investigación de filiación

Menor: Finghter Pruk
Alegado padre: Zee Pruk

CONCLUSIÓN:

El señor Zee Pruk, es excluido como padre biológico del menor Finghter PruK. Esta conclusión se fundamenta en los resultados de la prueba genética obtenida por el análisis de ADN, en donde la probabilidad de paternidad es 0,00%, según las frecuencias de los marcadores genéticos en los dominicanos.

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A partir ese momento, el alfa decidió que ya no iba a compartir su vida con nadie, ni tampoco iba a dar su cariño a seres que solo querían aprovecharse de él pues al parecer solo encontraba omegas que buscaban su dinero.

Aunque sabía que eso no era del todo cierto pues una vez había encontrado en su vida, un omega que no lo había hecho y que por el contrario había compartido con él lo poco que tenía.

Ese había sido Saint pero era consciente de que no lo supo ver en ese momento y que había perdido toda oportunidad de ser feliz y tener hijos algún día.

Zee pensó que era demasiado tarde ya pues imaginaba que éste era feliz con su vida, junto a su bebé y su marido, así como lo había comprobado la última vez que lo vio.

En varias ocasiones había contenido las ganas de llamarlo y de saber de él, simplemente por el deseo que escucharlo, sin esperar nada pues ya sabía que no era merecedor de su perdón y mucho menos de su amor.

Aún así, el llevar ese último desengaño, caló muy fuerte en el alfa pues su ánimo estaba por los suelos y ya nada de lo que antes le gustaba apareció aborrecerlo.

Luego de pleitear de nuevo en los tribunales, quedó demostrado que todo había sido un plan maquiavélico de la aprovechada omega, la cual acabó confesandolo todo en un arrebato de furia al verse acorralada.

Ese capítulo fue cerrado y una vez más el empresario se quedó solo y tan solo con su frío e inerte dinero.