Diecisiete

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El omega iba admirando nuevamente el paisaje del lugar y estaba todavía más convencido de que mudarse definitivamente a su antigua casa, había sido un acierto.

...-¿Seguro qué estás bien papi?, ¿no volverá a pasarte lo mismo verdad?-Preguntó Anne preocupada según estaban llegando a su destino.

-No cariño, hoy ya me he tomado un supresor, lo peor pasó...no te preocupes.

La pequeña entonces echó a correr feliz delante suya, mientras a cada rato se paraba a elegir una flor, ya que por el camino había pensado que hacer un ramo para Zee sería otro bonito regalo por ayudarles y que seguro le gustaría.

Según fueron acercándose, Saint percibió un olor peculiar familiar, este era débil y muy agradable pero según avanzó, éste terminó por detenerse pues a lo lejos distinguió a su hija de la mano del alfa.

-¿¡Zee!?, ¿pe-pero qué ha-haces tú a-aquí?-preguntó confuso el omega mirándolo atónito, sin poder creérselo.

-Hola precioso, ¿Qué tal estás?-habló el alfa levantando la mano libre a modo de saludo.

-Pe-Pero no entiendo, ¿Tú has comprado esta granja?-preguntó el omega incrédulo-.....Pe-Pero ¿c-cuándo?...¿p-por qué?.

El moreno sonrió.

-Bueno, la verdad es que es una larga historia que algún día te contaré... Me alegro de verte, tienes una hija increíble-dijo este mirándolo fijamente.

-Mira, también te he hecho esto-dijo la niña saltándose de la mano del alfa y yendo hacia su padre.

Tras coger el regalo del bolsillo trasero del pantalón de Saint, la pequeña se lo mostró al alfa.

-¡Oh vaya!, ¿es para mi? pero si es precioso-dijo Zee entusiasmado por el caballo que Anne le había dibujado.-...¿sabes que yo tengo uno también?, aunque todavía es pequeño como tú.

Esta muy emocionada, abrió sus preciosos ojos y empezó a dar saltos mirando a su padre.

-¿Puedo verlo papi?... por favor, por favor, ¿puedo?... ¿puedo?....

El alfa rió y Saint entonces también lo hizo.

-Claro, venid... Seguro que estará encantado de conoceros-dijo Zee cogiendo la mano nuevamente a la pequeña y mirando al omega para que los siguiese.

Detrás la casa y de los establos, la granja disponía de un cercado donde estaban algunos de sus animales sueltos, la pequeña entonces se soltó de su mano y corrió riendo en cuanto vio al potro tumbado en la hierba.

Detrás la casa y de los establos, la granja disponía de un cercado donde estaban algunos de sus animales sueltos, la pequeña entonces se soltó de su mano y corrió riendo en cuanto vio al potro tumbado en la hierba

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-¡Mira papi!..¡mira!, ¡Es cierto!, ¡Zee tiene un caballito como el de mi dibujo!-gritó la pequeña emocionada y agarrada a un poste del cercado.

-Si mi amor, ya lo veo, es muy bonito-dijo su padre caminando tras el alfa algo nervioso.

-¡Mira papi!... ¡Hay más animales por allá!, ¿podemos verlos Zee?, ¿si?, porfa... porfa- le suplicó la niña con sus manos unidas y sus ojitos brillantes.

13. Esperando a mi omega - parte Dos - Zaintsee//Pinson - Omegaverse - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora